Ya sé que el gobierno tripartito catalán fue muy malo y que como consecuencia de su acción nefasta, se entregó la Generalitat a la derecha con barretina y senyera en el balcón. Lo sé yo y lo debían saber la mayor parte de los catalanes. Pero supongo que, a estas alturas, muchos se estarán tirando de los pelos ante las medidas brutales de la bota convergente y sus aliados.
El gobierno derechista de Artur Mas, ayudado por la ranciedad de la Sánchez Camacho y su españolísimo PP, ha traspasado con mucho la línea roja; esa línea sobre la que hasta ahora existía una especie de acuerdo tácito para no atravesarla de modo que, entre otras cosas, no provocara el rechazo claro y contundente de la ciudadanía.
Pero la desfachatez de Mas, quien prometió durante la campaña electoral que no recortaría prestaciones en la Sanidad y en la Educación, es verdaderamente difícil de calificar, salvo que se empleen palabras muy gruesas para con quienes las toman.
Recordemos que se han cerrado centros de atención médica de Urgencia, se han clausurado quirófanos, se va a recortar, o a intentar al menos, el sueldo de médicos y personal sanitarios, se va a dejar de pagar a los centros geriátricos.
Las consecuencias inmediatas no se han hecho esperar. Expedientes de Regulación de Empleo masivos en hospitales y dentro de poco desatención a los enfermos y a los ancianos, por lo que se refiere a la Sanidad.
Y en Educación, tres cuartas partes de lo mismo: descenso generalizado de la calidad por falta de recursos. Y para eso dará igual que el desastre sea en catalán o en castellano.
El de CiU es, con mucho, el Gobierno de derechas que más recortes está llevando a cabo y encima tiene la desfachatez de solicitar ayuda a los demás partidos y de referirse a su acuerdo con un teórico impuesto para los ricos que sabe muy bien que jamás a implantar.
CiU ha traspasado con largueza lo permisible, CiU está llevando a los ciudadanos a una situación de colapso que no sabemos en qué puede acabar pero, probablemente, en nada bueno. CiU será la responsable primera y principal de cualquier estallido social.
CiU es el mejor ejemplo de lo que puede ocurrir en el resto del país si, como todos asumen, se produce una victoria del PP a la que CiU le prestará, en caso de necesidad, el soporte necesario para hacer en todo el estado lo que ya está ocurriendo en Catalunya bajo su bota inmisericorde.
Se dice que el pueblo es soberano y a la hora de votar no se equivoca: eso me parece una memez. El pueblo a la hora de votar se puede equivocar, o bien por mala información o bien por desorientación o por otros motivos más recónditos.
El ejemplo catalán es paradigmático. Hay que tomar nota para que la derecha no gobierne.