El próximo domingo
se celebrarán unas primarias importantes para el futuro de la Comunidad de Madrid; las primarias por las que Izquierda Unida (IU) va a elegir mediante el voto directo
de los miles de afiliados y simpatizantes que así lo deseen, a los candidatos o candidatas que
van a representar a la Organización en las próximas elecciones autonómicas y
municipales del mes de mayo.
Creo que antes de haber dado este paso tan
importante, se debería haber reflexionado más y con bastante profundidad sobre las
consecuencias del mismo. No se trata por mi parte de un rechazo frontal a las primarias,
sino más bien un cuestionamiento de cómo se ha hecho el proceso previo; precipitación y poco
debate han ocasionado situaciones que son escasamente deseables y que a veces rozan el esperpento.
Es de esperar que,
de cara a otros eventos, la experiencia de estas primarias sirva
de ejemplo para corregir los fallos que han existido.
Dicho esto, quiero
señalar, desde el más absoluto respeto a los otros dos candidatos de IU, que voy a votar a Tanía Sánchez Melero porque considero que es la mejor
candidata que IU puede ofrecer a los ciudadanos/as de esta Comunidad en las actuales circunstancias.
Y es, precisamente, este hecho el que me parece de
la mayor trascendencia porque es a la ciudadanía a la hay que ofrecer lo mejor de
cada organización; no se trata de una votación de orden interno, se trata de pensar en que hay millones de personas que están a la espera de soluciones para sus problemas de cada día.
Y considero, con toda modestia, que es la alternativa más solida que puede
representar, en mi opinión, el rearme social, político e ideológico que
necesita Madrid.
Se me podrá decir, y posiblemente sea cierto, que en
IU hay personas de enorme valía, de gran talla política. No lo dudo pero, de nada
sirven esas virtudes, si no se da el paso al frente necesario para encabezar
una tarea que, con toda seguridad, va a ser muy difícil de afrontar.
Es muy posible que esos compañeros y compañeras hayan entendido que no se trata ahora de ganar posiciones en lo interior, de reparto de cuotas de poder, de fortalecer a tal o cual facción o corriente, sino de dedicarse a solucionar problemas muy urgentes.
Y, por ello, es por lo que Tania (al igual que lo
estarían los otros candidatos) debería surtirse querida y arropada por la
Organización y no ser zancadilleada por quienes no quieren su elección.
Estos, cuyos nombres están en la mente de todos,
actúan con una actitud muy típica de este país y que tan nefastas consecuencias
ha tenido a lo largo de su historia: En España se suele votar contra algo o
contra alguien, incluso aunque se perjudique a la mayoría.
Tania Sánchez, a la que conozco hace bastantes años,
sabe perfectamente que en muchas ocasiones conincidimos, en otras no tanto, y en
varias tambien discrepamos abiertamente. Es, casi siempre, una discrepancia más en las
formas y en los plazos, que en lo sustancial, pero es discrepancia al fin.
Pero sería un necio absoluto si esas discrepancias,
insisto a veces sonoras, me llevaran a torpedear la posibilidad de que fuera
nominada en las elecciones del domingo.
Por esa razón es lamentable la campaña de desprestigio que se ha
lanzado contra ella, basada en rumores, sin un solo argumento y cayendo en una actitud ruin.
Se podría esperar est de la caverna, de la derechona y sus
acólitos mediáticos pero no de quienes dicen darlo todo por IU.
Por eso votaré a Tania Sánchez, porque la ciudadanía merece
algo mejor de lo que se les ha dado hasta ahora.