He leído estos últimos días, con más desolación que con otra sensación como podría ser la indignación, lo que por parte de algunos se ha pretendido considerar como una especie de debate público sobre la cuestión de las designación de candidatos de Izquierda Unida para las próximas elecciones autonómicas y municipales.
Se ha pretendido, usando algún medio de comunicación, desprestigiar a Inés Sabanés a fin de tener una coartada que justifique su eliminación como numero uno en la candidatura de IU a presidir la Comunidad de Madrid.
Se ha llegado a decir que es “posmoderna” y que le preocupa más la corrupción que la crisis. Se ha insinuado que ha existido una oferta del Psoe para ingresar en ese partido.
No es mi intención defender a Inés, porque ya otros lo han hecho con acierto y contundencia aunque, en todo caso, si quiero subrayar que posiblemente sea una de las últimas personas que aportan un valor añadido importante a esta organización que está en franca decadencia.
Porque, sólo esta circunstancia, puede explicar, y aún sería incomprensible para casi todos nosotros, que para nominar a cualquier otro candidato se necesita de una campaña previa de estigmatización y descrédito de un compañero o compañera.
Quienes tienen la mayoría no necesitan usar métodos de otras épocas porque, precisamente, esa mayoría les da la suficiente legitimidad para poder nombran a quien consideren más idóneo.
Pero lo que no puede hacer la mayoría, dicho sea de paso, es incumplir las normas que todos hemos aceptado como buenas y que son parte del proceso de refundación de IU, ya sea para elegir candidatos o para elaborar un programa de acción política.
Resulta ciertamente sorprendente que se pretenda empezar la casa por el tejado, nombrando los candidatos y candidatas, antes de haber discutido seriamente un programa que, además, tiene que contar con la participación de todos los elementos posibles para darle una carácter de frente amplio de cara a superar la crisis de IU y, lo que es más importante, acabar de una vez con el gobierno de Esperanza Aguirre.
¿A qué vienen esas prisas repentinas? No se entiende muy bien, no se justifica y va en sentido contrario al espiritu de refundanción de IU.
8 comentarios:
D. Txema, de acuerdo con usted totalmente. Pero no nos rindamos. Todavía podemos. Un placer leerle.
Salud y República
Por supuesto querido amigo. Estamos en ello.
Suerte Xema! saludos!
Gracias Morgana, nos va a hacer mucha falta.
Buen Viernes, Txema.
:)
Muchas gracias Menda, buen finde.
Bona nit Txema, te dejo un saludo desde mi desgraciada gripe,hasta la vuelta.
Gêni, gracias especiales por tú visita y hago votos por tu rápida recuperación
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