Traslado a mi blog este excelente comentario-reflexión de mi compañero, amigo entrañable y maestro blogero, Rafael G. Almazán, que lo ha publicado en Kabila. Suscribo en su integridad todas sus afirmaciones, incluidas aquellas que podrían parecer más contundentes y que son un reflejo de la realidad.
Me he mirado en el espejo, y me he pedido calma. Y me he dicho, vamos a esperar Rafael, que te conozco, y cuando te pones… Así es que este sólo es un anuncio de algo que ha pasado pero que seguramente tiene solución si, quien puede, pone remedio. Y es que las cosas no andan muy bien aquí, en Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid.
Y no andan bien porque resulta que se respira un aire difícil de aspirar para quienes formamos una minoría. Miren ustedes, IU aprobó una refundación hace un año en la Asamblea Federal. Poco se sabe de ella. Es más, antes de ponerse en marcha después de un año, se aprueban unas normas por parte de la dirección de IU CM que pretenden saltarse a los militantes de base y nombrar directamente los cabezas de lista, con un porcentaje de avales del Consejo Político de un 25% y además, antepone la nominación de candidatos al programa.
Todo esto, es verdad, dentro de la legalidad estatutaria y desde el legítimo derecho de una mayoría a actuar como rodillo, pero lejos no sólo del espíritu de lo aprobado en la Asamblea Federal, sino en las antípodas de lo que fue una Asamblea Regional celebrada en primavera en un clima de unidad y ganas de entendimiento.
La postura de quienes hemos venido articulándonos en lo que ante la Asamblea Federal se denominó IU Abierta, es que la prioridad, en un momento de crisis, es conectar con la sociedad, abrirse y ampliar el espectro social con otros grupos políticos de izquierda, que un día estuvieron en IU o en sus proximidades, con el mundo de la cultura, con los sindicatos, con las AA.VV, con las ONG, con las asociaciones del mundo de la sanidad y de la enseñanza, con… Con el fin de que, creando foros participativos, salgan propuestas programáticas que devuelvan la ilusión perdida a una parte importante de la izquierda madrileña.
Para luego culminar celebrando unas primarias abiertas a la sociedad, donde participen todos los militantes y simpatizantes que lo deseen, y puedan elegir a sus cabezas de lista. Bueno pues esto se llevó a la reunión que ayer celebró la presidencia de IU-CM, y ¿saben qué pasó? No, no es que la mayoría pasara el rodillo, es que la ignoró completamente, no quiso aceptarla para así no discutirla y hacer como si no existiera.
Hizo caso omiso de un documento elaborado y que representa a una parte de los militantes y siguió con su apisonadora. Vamos que se limpiaron el trasero con el documento. ¿Cómo se come esto? ¿Qué nombre se le puede dar? Hay una cosa que es seguro, sin querer entrar en apelativos descalificatorios, es un desprecio total a los que están de acuerdo con que IU se abra a la sociedad, una lamentable falta de respeto por aquellos que creemos en una IU abierta, y no en una IU anclada en el pasado y mirándose el ombligo. La casa por el tejado.
Quieren imponer a su candidato sin que lo vote, no ya una parte de la ciudadanía como era la propuesta, sino la militancia de Izquierda Unida, y luego salir a la sociedad a pedirles que se unan a nuestro proyecto. Perdónenme pero ni esto refunda nada ni parece que sea fruto del sentido común. ¿Donde han quedado los tiempos de programa, programa, programa? O es que el poder ofusca más de lo que pensaba o hay algo que se me escapa. ¿Cómo es posible que ni tan siquiera se admita el documento a discusión? ¿Es factible una refundación sin debate ni participación? ¿Cómo se puede entender una refundación si se antepone los nombres al programa y además se nombran desde la dirección, por muy legítimamente constituida que sea ésta, sin que participe la militancia?
Porque en procesos anteriores de estas características, aunque no hubiera primarias, al menos la militancia podía trasladar propuestas a la dirección regional a través de sus asambleas de base… Ahora, no sólo no nos abrimos, sino que nos cerramos más. ¿Qué democracia es la que exige que haya que contar con un 25% de avales del Consejo Pólítico para presentar un candidato?
Luego, pediremos a los demás partidos democracia interna para ellos mismos y regeneración para nuestras instituciones. ¡Hay que joderse! Espero, todavía hay tiempo, de que esta dirección rectifique y anteponga una nueva forma de hacer política, a la de nominar candidatos por encima de todo y desde la cúspide. Y no sigo, que me caliento, y pienso que todavía hay tiempo de hacer bien las cosas. Basta que los compañeros que tienen poder de decisión reconsideren su postura. Si no, corremos el riesgo de quedar en el limbo político.
Quizá sea la última oportunidad. No lo olvidemos, evitemos las excusas posteriores. Salud y República P.D. También han hablado de esto, D. Ricardo (de quien he tomado el documento enlazado) y Reyes Montiel.
creado por RGAlmazán
2 comentarios:
Oiga D. Txema, no hable tan bien de mí, que luego se corre la voz y se va al garete mi mala fama.
Gracias.
Salud y República
De nada, sólo digo lo que creo. Asuma usted su calidad. Además todos dicen lo mismo, no soy una excepción.
un abrazo.
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