El episodio de Aminatu Haidar me ha hecho evocar el origen de un problema en el que, pese a lo que se quiera ahora justificar, España tiene una responsabilidad histórica ineludible, ya que fue un gobierno español el que, por cobardía, cedió ante el chantaje del sátrapa marroquí que contó con la ayuda inestimable de los Estados Unidos.
Recuerdo perfectamente los hechos, por lo que creo que puedo hablar y escribir de primera mano, sin que nadie me pueda contar una versión adulterada o interesada de lo que en realidad sucedió en la frustrada descolonización del Sahara Occidental.
Entonces estaba yo integrado en una de las Unidades de Intervención Rápida de Infantería de Marina (UNIR) destacada en Madrid. Mi especialidad eran las transmisiones por lo que tenía cierto acceso a la información sobre este asunto a través del mando.
En de 1975, estaba moribundo el tirano, y había asumido interinamente la jefatura del estado el que, éste, había designado como sucesor y que lo es aún hoy.
A nosotros se nos había dicho que la situación en el Sahara era muy complicada y que estuviéramos preparados para salir de inmediato, primero a las Islas Canarias, donde haríamos unos ejercicios previos de adaptación y después al Sahara, donde tendríamos que enfrentarnos, a una guerra inminente.
Algunos compañeros ya habían marchado a las Islas para preparar las necesidades básicas y tener una especie de base de operaciones más amplia de la que normalmente exigía la guarnición de Infantería de Marina de Canarias.
Sin embargo, las cosas dieron un giro inesperado y de ser el Polisario el enemigo, pasó a ser Marruecos, el eterno aliado-hermano del franquismo, país tiranizado por el hijo del sátrapa que había enviado tropas a ayudar al católico Franco a masacrar a los españoles.
Continuamos, día si y día también, con toda clase de ejercicios tácticos para prepararnos de la mejor forma posible para enfrentarnos a una guerra colonial en un territorio especialmente difícil, con la seguridad de que íbamos a sufrir unas humillante derrota, porque nuestra formación era escasa. Los altos mandos tenían tan escasa preparación como la tropa.
Hassan II, organizó como parte de se estrategia para impedir la descolonización del Sahara la famosa marcha verde en la que se suponía iban a participar 300.000 personas para reivindicar la marroquinidad del Sahara Occidental. Curioso: fue Marruecos quien proclamó de repente la marroquinidad de ese territorio, sobre el que jamás había mostrado interés, y no los saharauis, quienes se habían pronunciado claramente por un país independiente democrático y republicano.
Por no extenderme más en detalles poco relevantes, deseo aclarar que el gobierno español estuvo, inicialmente, dispuesto a enfrentarse al tirano marroquí hasta que le llegaron instrucciones de Henry Kissinger, secretario de Estado de EE.UU. quien dijo claramente que los acuerdos bilaterales de ayuda militar no alcanzaban al territorio del Sahara, por no estar dentro de las fronteras españolas.
Dicho de otra forma, el obsoleto y caduco ejército español no iba a poder contar con la ayuda, absolutamente necesaria, de su aliado yanqui en la defensa del proceso de descolonización del Sahara.
Por tanto, es absolutamente falso que se alcanzara un acuerdo entre Marruecos y España sobre esta cuestión, sino que el gobierno español de entonces, por absoluta cobardía, cedió a las presiones de Estados Unidos, país que no deseaba en absoluto un Sahara libre, democrático y republicano, sino su integración en el reino de Marruecos, fiel aliado de los intereses estadounidense en la zona.
Además, por si lo anterior fuera poco, había importantes intereses económicos en la zona, al existir unas minas de fosfatos muy apetecibles para las empresas de varios países, entre ellos la propia España.
Así pues, España se inhibió vilmente del proceso de descolonización que tenía que haber llevado adelante por mandato de la ONU y, esa responsabilidad, contraída en 1975, sigue aún en plena vigencia. La traición a los saharauis aún está sin reparar.
De lo que resulta que el actual gobierno, todos los anteriores desde ese fatídico año 1975, y los que vengan el futuro, si no hacen nada por resolver esta cuestión, serán responsables de todo lo que suceda en el Sahara Occidental.
10 comentarios:
Indudablemente es a España como país colonizador en su día a quien corresponde,por acción u omisión,la enxión marroquí del Sahara.
La responsabilidad histórica y presente sólo es achacable al país que en su día colonizó un territorio y que después se lavó las manos
Los Gobiernos españoles pasados,presentes y futuros no pueden permanecer impasibles ante el destino de la que fue su colonia.
Y la palabra,lo dices bien,es cobardía
Saludos
Txema esto es historia de primera mano. ¿O sea que fue otro premio nobel, Kissinger, quien al no apoyar a España, hizo que ésta abandonara la pretensión de enfrentamiento con Marruecos?
Como se enteren los "valientes militares franquistas" de la època que les has descubierto el pastel, te van a correr a gorrazos.
Y sí, la cobardía ha llegado hasta hoy. Ninguno de los gobiernos que hemos tenido y tenemos se atreve a defender con contundencia la resolución de la ONU en favor del referéndum de autodeterminación del Sáhara.
Salud y República
Pues si Felipe. Desraciadamente entonces fue cobardía. Lo malo es que ahora se ha sumando el cinismo más repugnante.
En el blog de Reyes Montiel un indivuduo llega a justificar la actitud de Moratinos sobre la base de los intereses económicos de España. Pásate por ahí y verás.
Lo que he contado es rigurosamente cierto. Y muchos militares de aquel tiempo se sientieron profundamente decepcionados con el comportamiento del designado.
Unos días antes de la ignominiosa cesión, el heredero había aregando a las tropas a cumplir con su deber en el Sahara.
Para que no os quede la más mínima duda reproduzco parte de sus palabras:
"España cumplirá sus compromisos” y notificó a la ONU, a través del representate (Arias Salgado) que si el rey de Marruecos, Hassán II, cumplía la amenaza que ya había hecho de invadir el Sáhara, España no tendría más remedio que responder a la agresión cumpliendo con las obligaciones que incumben a España como potencia administradora y que obligan a las metropolis a defender a los pueblos que tutelan.
"La repelerá (la Marcha Verde) con todos los medios a su alcance, incluido el empleo de la fuerza armada",
Está en Cambio 16 de aquel tiempo.
Buen fin de semana, Txema.
gracias Menda, igualmente.
Interesante historia, Txema y más al ser contada de mi primera mano. Es obvia la responsabilidad de los gobiernos españoles al ser España el país colonizador.
No creo que a pesar de los esfuerzos ingentes, con riesgo de su vida, vayan a mover un milímetro de sus posturas ni Marruecos ni España. Tengo esa sensación. Ojalá me equivoque, aunque sin duda lo que ha conseguido Aminatou es muy importante: que el mundo entero mire al pueblo saharaui.
Un beso querido Txema y muy buen fin de semana
No te equivocas lo más mínimo Carmen. Es más la vida de Aminatu está en gran peligro en el Aaiun.
También para tí un beso y un buen fin de semana.
Gracias por tu preciso relato de contenido histórico. Era claro que el Polisario estaba más en la órbita argelina que marroquí y eso le acercaba al mundo comunista, al bloque soviético. Los EE.UU. jugaron a lo suyo, les importó un bledo los saharauis y les siguen importando lo mismo. Es más, creo que la marcha verde contó con el beneplácito de ellos antes de iniciarse.
Un abrazo y esto no tiene mucha solución, de momento
Antonio, claro que la marcha estuvo apoyada por los EE.UU. España era, en el fondo, una "potencia" despreciada por tener a un golpista "útil" pero ignominioso al frente del país.
Al final, las víctimas, los saharauis y tiene muy difícil solución.
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