A lo largo de la historia miles de criminales han justificado sus actos con el manto protector de la obediencia debida, de que sólo cumplían órdenes por muy crueles que estas fueran. Así han pretendido justificar sus acciones y eludir la acción de la justicia.
Y, si repasamos esa misma historia, veremos que en la mayor parte de las ocasiones, esa justificación ha servido para que la responsabilidad por sus crímenes quedara diluida y sin castigo y así, las víctimas, doblemente perjudicadas.
El caso más conocido, pero ni mucho menos el único, es de los miles de criminales nazis que, no solo no fueron castigados, sino que se integraron en la vida como si nada hubiera ocurrido, y en muchos casos , alcanzaron premios de diversa índole, social, laboral, política. Muchos no sabían, ni veían.
Parece obvio que para impedir esa barbarie, la obediencia debida debería tener una serie de límites que estarían en relación con la transgresión de los derechos más elementales de las personas. Y aquí es a donde quiero llegar.
En las últimas semanas nos hemos enterado con profusión de que se han impedido por la acción de muchos ciudadanos desahucios de personas que, por el motivo que sea, no podían hacer frente al pago de su vivienda.
Recuerdo con especial indignación, el caso de una madre que, finalmente sí fue arrojada de su casa, y que comentó “no soy morosa sino pobre”.
Esta caso, ocurrido en Madrid, es especialmente grave porque la madre en cuestión, tiene a su cargo dos hijos, uno de ellos con una discapacidad del 77 por ciento.
Los bancos, sin duda las entidades más repugnantes y odiosas del sistema capitalista, ponen en marcha los mecanismos legales para quedarse con la casas de quienes nos les pagan las hipotecas, que en este caso es de un total de 200.000 euros, que es lo que gana Rodrigo Rato en una semana en Bankia.
Y para ello, se valen de los instrumentos legales que el sistema pone a su disposición de forma que, el poder judicial y muchas veces las fuerzas policiales, son cooperadores necesarios para que la orden de desalojo se pueda llevar a cabo.
También hemos tenido la oportunidad de ver a las fuerzas antidisturbios empleándose con contundencia contra quienes pretendían impedir, en nombre del derecho a tener una vivienda digna, que se produjera ese desalojo.
En el caso que he citado, se utilizaron 50 agentes para reprimir a 20 activistas y se estableció un perímetro de “seguridad” un kilómetro alrededor de la casa.
Está claro que tanto el sistema judicial como el policial, están en ese momento al servicio de la banca, que es la beneficiaria de una legislación injusta e inmoral que, además, es una violación de la Constitución española tal y como se deduce fácilmente de la lectura de su artículo 47 que transcribo:
Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada.
Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.
Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.
La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos
¿Podrán esos funcionarios del estado aducir la obediencia debida?
15 comentarios:
Podrán, pero llegará un día en que los encargados de hacer cumplir injusticias, se cambiarán de bando...
¿Y qué ocurrirá cuando esos funcionarios constituyan también "víctimas" de ese sistema corrupto que han dado en defender?
Salud!
María Jesús y Ata, en realidad si los funcionarios cambian de bando y se dan cuenta de que también ellos son víctimas del sistema, esteremos a un paso de la revolución social.
Pero, si no va acompañada de la revolución política, lo único que lograremos es aumentar las víctimas.
Saludos a las dos
Ojalá se cumplan los deseos de María Jesús y de Ataúlfa, los comparto y el tuyo también Txema,y la manera que preconizas para conseguirlo me parece la única posible.
Besos para ti, para tod@s!
Evidentemente Martine, también comparto los deseos de nuestras amigas y compañeras, pero espero que ese deseo no se retrase mucho.
besos
La interpretación interesada de la ley hace que muchas veces no se cumpla. Ya me podrían explicar qué hace el banco con una vivienda vacía que no se va a ocupar y que no podrá vender fácilmente, mientras esta mujer se encuentra en la calle.
¿Para qué sirve la Constitución? Esta es la justicia que tenemos.
Salud y República
La ley no puede amparar la destrucción de los derechos.
Derecho a vivienda digna, derecho al trabajo, jajajajaja.
Rafa: si va a ser difícil que alguien en su sano juicio te explique por qué la Constitución no se cumple en aspectos tan esenciales como el derecho a la vivienda.
saludos
Pedro, la Ley muchas veces ampara la injusticia. De hecho lanzar fuera de su casa a alguien, en la mayor parte de las ocasiones, es barbarie no justicia.
saludos
Dilaida. Si, desgraciadamente, produce risa.
Bicos
No te olvides del poder legislativo, que también colabora con los boncos y que probablemente es el máximo responsable ya que no legisla para impedir semejantes atropellos
No me olvido, por supuesto.
Saludos
Deberían no poder aducir "obediencia debida" pero ellos también están cogidos (aquí podemos darle el sentido argentino) por el sistema y dependen de un salario y de unas hipotecas. Ese es el drama. El sistema no sirve, como conclusión.
Besos
Carmen hay miles de funcionarios que tienen las cosas muy claras.
Se puede estar "cogido" pero esto no tiene por qué implicar ser sumiso absolutamente con el poder y la injusticia.
besos
Por lo que yo recuerdo, era requisito esencial para aducir obediencia debida, que la orden fuera legítima. ¿Son legítimas estas órdenes? Creo que pueden ser legales, pero no legítimas. Hay un evidente exceso en el empleo de medios.
Por otro lado me ha sorprendido ver que los Mossos de Escuadra no van debidamente identificados, si a mí me pone la mano encima uno de estos señores yo debería poder identificarlo, y para eso es necesario que porte (ya sea cosido o como fuere) su número de identificación profesional en el uniforme. Puede que no sirva de gran cosa, pero en el momento en que él me agrede, sin que yo haga nada, se deslegitima y como ciudadano (no súbdito) tengo derecho a proceder contra él.
SE hace necesario intimar a los mandos de los Mossos para que estos vayan debidamente identificados en sus intervenciones, en caso contrario el Estado (la Generalitat, en ese caso concreto) se deslegitima a sí misma y las consecuencias pueden ser terribles.
Pues así es Anabel, cualquier funcionario policial debe identificarse claramente, no sólo si se lo pides, sino de forma permanente.
En cuanto a legitimidad, está claro que no la hay, pero con las leyes en la mano es otra cosa.
Sin embargo, hay formas sibilinas de paralizar, obstaculcitar o retrasar esas órdenes.
saludos
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