Hace unos días recordé que tenía que escribir para Anika, el comentario del último libro de Saramago que he leído: Caín. “No vaya a ser que pase algo”, pensé, en una especie de premonición sobre el autor portugués. Lamentablemente ha pasado algo.
No sé si Saramago era un gran escritor o no, lo que si tengo por seguro son dos cosas era un buen hombre, como acertadamente ha dicho en su blog Kabila, y un sabio que, además, escribía. Y eso es lo que me importa.
Supongo que para muchos sus libros no serán interesantes, es más, estoy convencido de que otros muchos no habrán leído jamás una obra suya; ellos se lo pierden porque, de la obra de Saramago lo más importante es que siempre se aprende algo y te hace pensar por ti mismo. Es lo más opuesto a la ceguera, al pensamiento único, a la aceptación de las verdades absolutas.
Esto no tiene nada que ver con la militancia ideológica de nuestro autor, sino con su calidad como persona. Ahora , como siempre ocurre en estos casos, será el momento de las grandes alabanzas y durante algunos días se hablará de él, incluso se venderán más de sus libros y se reeditarán algunos olvidados. El mercado es listo y feroz hasta aprovechar la muerte de quien detesta. Saramago jamás escribió para el mercado, sino para el ser humano.
Pero lo esencial es que, cuando pase toda esta conmoción oportunista, Saramago siga con nosotros a través de su obra. Es el mejor legado que nos queda porque esa será siempre fuente de reflexión.
Se podrá decir, y cada cual es muy libre de pensar lo que quiera, que sus obras son de mayor o menor calidad, pero lo que es indiscutible es que no se pueden examinar con indiferencia, siempre dejan un punto para el desasosiego, por citar a otro portugués que hizo historia. El desasosiego es la base de la obra de Saramago.
Recuerdo con especial cariño un libro, no de los más conocidos, “viaje a Portugal”, que es una verdadera maravilla. Saramago nos enseña a ver, no a pasar, a ser viajeros, no a ser simples turistas que recorren y no observan. Y es que ayer murió un sabio que escribía.
18 comentarios:
Mucha pena su muerte. Si como escritor es magnífico, aún lo era más como ser humano: sencillo, cercano, solidario.
Tuvo además la suerte de contar con una gran persona como compañera.
Un beso
Carmen, muchas veces la fortuna de tener una buena compañera o compañero es esencial en la vida de una persona.
No es sencillo encontrarla, ni mucho menos.
Si, la muerte de Saramago nos deja huérfanos, sin duda.
Se va ,ante todo ,un eterno luchador y un hombre decente,que eso ya es mucho.
Sería de obligada lectura su ensayo sobre la lucidez y el ensayo sobre la ceguera.¡Imprescindibles!
Saludos
Emocionado homenaje que comparto, amigo.
Salud y República
Felipe esos libros tendrían que ser de lectura obligada para cualquier ser civilizado.
Rafa, a mí me ha gustado tu comentario y más aún que le conocieras personalmente.
saludos
Hermoso tu homenaje y certeras tus palabras..
No esperé a que muriera para leerlo.. y no sólo muchos de sus libros, sino sus entrevistas, sus reflexiones y su defensa de Aminatu, de Garzón entre otras muchas causas..
Un beso "tristonet", Txema
Como escritor Excelente,como observador de la politica de Medio Oriente un desastre.
En mi opinión, que no es la de un crítico ni un erudito, Saramago escribía de maravilla, no sólo porque supiera utilizar de forma magistral el lenguaje sino también porque sus historias tocaban el corazón de los lectores. Y revolvían su mente hasta la rabia o el disgusto.
¿Que era un sabio? Sí, sin ninguna duda.
Ojalá tuviéramos más sabios como él.
La sabiduría se reconoce por la humildad, por esa cercanía a las cosas pequeñas y al entendimiento de la vida.
Adiós a Saramago, una ausencia de las que duelen.
Un saludo
Coherente y sabio, en todo. Diga lo que diga algún comentarista.
No lei nunca a este autor, pero ahora me han dado ganas de leerlo ( no por lo de su muerte sino por lo de tu comentario hacia él). Voy a conseguir uno de sus libros!
Gracias a todos por los comentarios.
Y Carla es urgente que leas a este Sabio.
saludos
Txema, me uno a tu homenaje. Lo mejor de la muerte de un escritor es que nunca se muere del todo. A mí me queda tanto por descubrir de Saramago que sospecho que dentro de muchos años estaré todavía descubriéndole.
Pues si Ramón, no sólo tú. Todos nosotros tenemos aún mucho que descrubrir de Saramago.
un saludo
Parecía una persona inteligente, sabia y honesta.
Leí sólo una obra suya, y gustándome mucho el tema y la trama, el estilo narrativo me agobió bastante. Supongo que me he acostumbrado a la técnica narrativa masticada de los autores/ vendedores de libros "líderes en ventas".
"Ensayo sobre la lucidez" y "Ensayo sobre la ceguera" son títulos muy sugerentes ya en sí. Para leer y aprender todo lo que quiero voy a necesitar tres vidas :-P
Descanse en paz. Ya ha transitado el camino por el que otros aún caminamos.
Saludos, Dº Txema.
Le aconsejo SrM que lea Caín, le gustará sin duda.
Saludos
"Caín"; tomo nota. Gracias.
Mientras leamos sus libros sigue vivo.
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