Un cúmulo de circunstancias adversas me han mantenido alejado durante bastantes días del mundo bloguero. No he podido escribir (no se pierde mucho) y tampoco visitar con asiduidad los blog de mis amigos, por lo que les pido disculpas. No ha sido falta de interés sino, entre otras cosas, falta de tiempo, algo que me temo que en los próximos meses va a seguir siendo una realidad desagradable.
Y, precisamente, un cúmulo de circunstancias adversas, es lo que causó ayer que durante más de cinco horas, varios miles de personas quedaran atrapadas a 20 kilómetros de Madrid, en la carretera de A Coruña, a causa de una nevada que, por cierto, estaba prevista y avisada.
En realidad, a los afectados por esta situación, les da igual si la culpa es de pepiño o de la aguirre. Exactamente igual. Lo que importa es que injustificadamente, porque la nevada no fue tan descomunal ni mucho menos, un buen numero de ciudadanos pasaron horas angustiosas.
Y, por supuesto, no todos los que se quedaron atrapados son domingueros que cuando caen cuatro copos de nieve ya no saben conducir, ni ricachones que viven en las urbanizaciones de lujo de esa zona, sino personas normales que por circunstancias varias tenían que pasar por esa allí, como el caso del autobús con 60 escolares zamoranos que habían venido a visitar el Museo del Prado.
Como llueve (y nieva) sobre mojado, está más que justificado el disgusto de los que sufrieron el atasco y sería muy deseable que, además de las disculpas, que según creo que no se han producido todavía, se diera una explicación más rigurosa de la que se ha dado hasta ahora.
Que es evidente que cada vez que nieve en Madrid se forma una caos extraordinario no lo puede negar nadie. Que está claro que las diferentes autoridades responsables son incompetentes es diáfano, que está demostrado que los medios empleados para resolver estas situaciones lo hacen a destiempo, es un axioma y, asimismo es un hecho incuestionable que se acaban por culpar unos a otros pero, eso sí, cómodamente desde los despachos donde no nieva jamás.
Al final resulta que la culpa es sistemáticamente de los afectados que no tendrían que haber circulado por esa carretera. Bien: es posible que en muchos casos los conductores seamos algo insensatos, o no nos tomemos muy en serio las advertencias, pero no todos y no siempre.
Lo triste es que esto quedará en el olvido, nadie será cesado, nadie asumirá responsabilidades y pepiño y la aguirre seguirán tranquilamente en sus poltronas pese al cúmulo de circunstancias adversas que para los ciudadanos supone su presencia en ellas.
17 comentarios:
En Burgos estamos acostumbrados a quedar encerrados en la A-68 y encima siguen cobrando el peaje, TODOS los años lo mismo...
Si, ya lo sé. Esta mañana también he oído quejas sobre ese asunto. Y encima pagando.
saludos
Como decimos por aquí se pasan la "patata calenta", en este caso la bola de nieve, los unos a los otros y la casa sin barrer..
Nos hacemos cargo de tu falta de tiempo para escribir, pero ni se te ocurra decir que no perdemos mucho, eso no!
Sabes que estamos aquí, a la espera,pacientes y comprensivos, pero no nos olvides, un Post de cuando en cuando para tus Amig@s sí te lo agradeceremos..
Un beso níveo,Txema.
Así es Martine. La casa sin barrer, la nieve sin quitar y todos echando balones fuera.
Pero, tranquila, que no ocurrirá nada y seguiremos votando a esta gente.
besos
Es incomprensible que sabiendo que iba a nevar, no se tomen medidas y se trate de echar la culpa a los automovlista, que somos todos unos osados. Ellos, pobres, no saben qué hacer para que les hagamos caso y, ante tales incidencias, nos quedemos en casa. Mientras las máquinas quitanieves descansan plácidas en sólidos almacenes esperando que llegue el verano y marcharse a Torrevieja.
Salud y República
Pues Don Kabi, ya habrá oído usted al inefable pepiño. Nadie es culpable. Ha sido un cúmulo de circunstancias.
Eso se llama jeta.
Saludos
Con lo fácil que es prevenir...pero , nunca hay culpables: cuando las cosas son de todos, en este país, no son de nadie.
Es verdad da la impresión (casi certeza) que lo todos no interesa lo más mínimo.
saludos
Ya me extrañaba que no publicases, aunque yo también ando liado y no paso tanto como antes.
No pasa nada: mientras tengamos gobierno y oposición, se pueden echar la culpa unos a otros y ambas partes contarán con sus fans que defiendan una u otra postura. La casa sin barrer, sí, pero es tan bonita la democracia del capital.
Saludos.
Pues si Descla, he tenido unos días muy complicados, aunque afortunadamente parece que ahora vendrá un poco más de tranquilidad.
Ya sé que también has estado liado.
La naturaleza deja en ridículo a estos petardos en cuanto menos se lo esperan. Jajaja.
saludos
Espero que al menos tu cúmulo de circunstancias te desaparezca y vuelvas a la blogosfera
Un beso
Hola Carmen. Yo también lo espero, aunque estos próximos mees, hasta las elecciones van a ser complicados, intentaré estar lo más posible con vosotros. Por lo menos aunque escriba poco os visitaré.
saludos
Ya sabes, Txema, al final culpa siempre es de los otros.
Si Paco, ya lo sé.
María, muchas gracias por tu simpatía y cariño. Voy a intentar ser más "prolífico".
saludos
Juan, te agradezco profundamente tus elegios, un tanto exagerados, pero que me han emocionado.
En fin, es cierto que estos últimos días han sido muy complicados, llenos de problemas, especialmente de trabajo.
También es cierto que mi salud anda un poco deteriorada posiblemente como consecuencia de lo anterior.
Ahora, con la próximidad de las elecciones, a las que concurro, por IU en mi localidad, voy a tener menos tiempo aún. Parece que me meto en todos los charcos. Jaja.
Pero, intentaré estar aquí con todos vosotros y vosotras (que no me acusen de hacer diferencias), en el mayor numero de ocasiones posible, pese a que creo que soy prescindible sin duda alguna.
un abrazo y te reitero mi gratitud.
Gracias Juan, te aseguro que intentaré hacer lo que sea mejor para mi pueblo, tanto si soy concejal como si no es así que, dicho sea d epaso, es lo más probable.
saludos
Nadie sobra. Mucho menos cuando lo que faltan son voces que muevan a la cordura y a la indignación.
Todos andamos liados y faltos de tiempo. Pero dejemos el pesimismo para tiempos mejores.
Un abrazo
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