jueves, septiembre 22, 2011

RTVE: UN GOBIERNO DE FACTO

Esta mañana, bien temprano, repasando los blogs amigos, he leído en Kabila, de Rafael García Almazán (RGA),  algo que me ha dejado estupefacto.  Me refiero a la decisión del Consejo de RTVE de instaurar un control sobre la edición de los informativos,  algo tan terrible que va mucho más allá de la censura previa, como bien sostiene RGA,  sino que supone, además,  la posibilidad de manipular con total impunidad la elaboración de las noticias.

Evidentemente, semejante aberración sólo podía partir de las mentes totalitarias y censoras del PP y, también evidentemente, sólo podía recibir el apoyo directo de sus colegas de CiU, organización tan totalitaria como ellos, pero con la senyera en el balcón y la mano pedigüeña extendida para recoger lo que caiga, por mucho que digan que no se trata de censurar.


Pero,  también como señala RGA,  lo verdaderamente indignante es la actitud del CCOO y ERC, porque del psoe, ya se puede esperar cualquier acto inmoral,  entre ellos este, en el que con su abstención demuestran lo que son: cómplices de los manipuladores.


Que un sindicato como CCOO avale con su abstención semejante decisión, no puede quedar impune y habrá que exigir responsabilidades porque, precisamente, esa fuerza sindical por su trayectoria, bien que ya de puro lejana, casi olvidada,  tendría que conocer perfectamente los efectos perversos de semejante control porque los ha sentido en sus carnes. O, ¿habrá que recordarles a Urdaci?


Para cualquier observador de la realidad política hispana,  es ya evidente que este gobierno es sólo una caterva de peleles en manos de los mercados y ahora también de la gran derechona que es la que gobierna de facto.


El PP,  hace y deshace,  va imponiendo sus criterios reaccionarios y sus recortes sociales allí donde ya tiene puesto el culo en la poltrona e, incluso, allí donde no lo tiene. No hay más que ver lo que sucede con la Enseñanza Pública, la Sanidad, el catalán, la reforma de la Constitución y ahora la decisión de RTVE.


Todas estas medidas son el preludio de lo que le espera a la sociedad española si, como parece, se decide el 20N, por entregar el gobierno de la nación de esa pandilla de franquistas reaccionarios.


La España del PP va a helar muchos corazones en cualquier amanecer.

lunes, septiembre 19, 2011

FATALISMO TOTAL, DERROTA CRUEL

La izquierda, la real y la ficticia,  ha sido apresada en general por una especie de fatalismo y ha llegado a la conclusión de que la victoria del PP, en las generales del 20N, es inevitable y que,  a lo máximo que se puede aspirar, es a que su mayoría no sea absoluta y, por tanto, se vea forzado a pactar con CiU o algún otro partido de similares características.


Tal vez por ese motivo y, pese a que algunos sostienen que Mariano Rajoy ha pedido prudencia a sus huestes, una buena parte de los dirigentes del PP ya no se cortan un pelo y hacen todo tipo de declaraciones,  más o menos preocupantes,  o más menos pintorescas.


Entre las primeras destaca con luz propia, como no podía ser por menos, la presidenta-gobernadora de la Comunidad de Madrid, quien hoy mismo ha dicho que la educación no tiene por qué ser gratuita en todas sus fases.


Después, posiblemente tras ser amonestada, ha tratado de rectificar y ha sido peor,  porque ha dicho que se refería a los másteres.  O es verdaderamente una ignorante supina, o cree que lo somos los demás, ¿Desde cuándo los másteres son gratis?


El caso es que esta presidenta-gobernadora lo único que hace es poner de manifiesto cuál es la verdadera cara del PP: privatización de todo aquello en lo que exista la más mínima posibilidad de hacer negocio y, de paso, evitar que la mayor parte de la población acceda a la educación por no poder pagarse los estudios.


Por eso, y pese a que reconozco que las posibilidades de que el PP se alce con la victoria el próximo 20N son muy altas, me parece perverso ese fatalismo contagioso en el que se ha sumido la izquierda (la verdadera y la falsa).


Es evidente que la gestión de este gobiernillo va a pasar factura al Psoe y, es más, es absolutamente justo que así sea, por mucho que el tal Rubalcaba haya descubierto ahora que existe el socialismo, y ande por ahí anunciando medidas contra los ricos, contra los bancos y contra todo aquel que ose perjudicar a la clase trabajadora.


Ya no tiene credibilidad y eso es precisamente lo que saben en su propio partido. Por eso,  lo máximo a lo que aspiran es a que el resultado no sea una derrota escandalosa. Pero no porque piensen en lo que va a pasar con los ciudadanos, no, sino porque piensan en lo que va a ser de su partido y todos los que viven de él.


También parece evidente que hay muy pocas posibilidades de que Izquierda Unida recupere los votos suficientes para convertirse en una fuerza determinante. En primer lugar por la Ley Electoral, eso es cierto, pero también, y sería de necios engañarnos, porque el mensaje de esta coalición no llega a la ciudadanía y si llega no cala lo que sería menester.


Lo más sensato es reflexionar seriamente sobre lo que supone votar al PP; qué riesgos y qué incertidumbres se abren ante la posibilidad de que alcance una victoria, sea por mayoría absoluta o no. Y después acudir a votar no contra el gobierno saliente, sino a favor de los perjudicados por él. Y las opciones en verdad no son demasiadas.