domingo, julio 10, 2011

GRANDES DESCUBRIMIENTOS

En los últimos días estamos siendo testigos de grandes descubrimientos. Por supuesto, descubrimientos que hacen otros, porque la mayoría ya teníamos la certeza de que las cosas que ahora algunos descubren, eran bien palpables.

El primer descubridor fue pepiño, que ahora anda de capa caída, aunque él diga lo contrario.

El caso es que en una entrevista en una emisora de radio, dijo que no se fía de los bancos que dan recetas para salir de la crisis cuando, antes, fueron ellos mismos, con su “generosidad” en la concesión de hipotecas a quienes no debían, los que provocaron la situación actual.

El inefable personaje se preguntó:  ¿no nos la volverán a clavar? De lo que deduzco que ya antes nos la han clavado. Sabia deducción pepiñesca esa de ponerse en guardia frente a la banca y tenerles vigilados permanentemente. ¡Lástima que no se haya dado cuenta antes y actuado en consecuencia!

Otro que anda de descubrimientos es Rubalcaba. Ahora se ha percatado de que exisrte la izquierda, la socialdemocracia, de que hay que empezar a girar en ese sentido y cambiar el rumbo de su amado presidente.

Otro que llega tarde. Ya nos habría gustado a muchos que Rubalcaba hubiera actuado mucho antes, cuando el de la Moncloa tomó toda una serie de medidas por la que ha cargado sobre los trabajadores, todo el peso de una crisis en la que no han tenido la más mínima responsabilidad. Pero, lamentablemente, al candidato no se la ha escuchado en todo este tiempo.

También Valeriano, el de Trabajo, el que aprobó la Reforma Laboral hace un año, se ha dado cuenta de que los sueldos de los banqueros y de los grandes directivos en general, son obscenos. ¡Que talento!

Resulta que ahora nos dicen que esos salarios no pueden ser, mientras que a los demás nos lo rebajan, nos lo congelan o nos lo quitan enviándonos al desempleo. Pues digo lo mismo. Llegas tarde Valeriano.

Y ¡que decir de la UE! encabezada por el codillo bípedo. También ha descubierto que las famosas agencias de calificación son un oligopolio que ejercen un poder siniestro sobre los gobiernos y que ponen en peligro el futuro y la estabilidad democrátrica de muchos países.

Lo que ha pasado con Portugal, cuya credibilidad, a la que esos ladrones llaman deuda soberana, ha sido rebajada en cuatro escalones,  hasta convertirla casi en basura, ha sido el detonante.

¿Dónde estaba la UE, cuando desde alguna izquierda se reclamaba muy moderadamente, no que se eliminara las calificaciones, sino que fuera la propia UE la que tuviera el control sobre ese aspecto tan importante?

Pues estaban discutiendo,  precisamente por esos informes que ahora les escandalizan, cómo destrozar a Gracia, Irlanda y Portugal con sus rescates solidarios.

Lo dicho, tiempo de grandes descubrimientos y descubridores.