viernes, febrero 04, 2011

EL SIGUIENTE ESTACAZO

Me imagino que no hace falta ser una lumbrera para deducir por dónde nos va a llegar el siguiente estacazo. La horripilante alemana Frau Merkel y su amigo Mafo, ya andan anunciando que hay que desvincular las subidas salariales del indice del Precios al Consumo. No tardarán mucho Yogui y Bubu en negociar un gran acuerdo social para que también los mercados se salgan con la suya en esto.

Verán amigos, tengo un respeto reverencial por los sindicatos; considero que han sido (y deberían ser) esenciales en todos y cada uno de los avances de la clase trabajadora y que gracias a ellos hemos logrado pasar de la esclavitud al estado del bienestar. Esto lo creo como un dogma de fe y, últimamente, soy poco dado a los dogmatismos.

Pero Yogui y Bubu han logrado que UGT y CCOO se parezcan a una organización sindical como un huevo a un castaña.

Querría creer que los culpables de las barbaridades que se están fraguando contra los trabajadores son únicamente obra del felón pero, desgraciadamente, los hechos son tozudos y demuestran lo contrario,  por mucho que algunos se empeñen en cargar la responsabilidad sólo en una de las partes.

Por lo que se refiere a CCOO, el sindicato en el que milité tantos años, resulta patético comprobar que casi ni una sola voz se ha alzado contra el pacto del pensionazo aprobado por una aplastante mayoría. ¿Nadie cree que es nefasto?

Por lo tanto, de cara al futuro, supongo que la actuación de las dos centrales sindicales va a continuar en la misma línea que en la actualidad; esa especie de patriotismo que se traduce en arrimar el hombro para sacar a los bancos y al capitalismo especulativo de una crisis que ellos mismos han provocado.

Sin embargo,  pese a mis reticencias,  estaría dispuesto a hacer un esfuerzo si tuviera la seguridad de que mi aportación, al final, sería en beneficio de la clase a la que, sin duda, pertenezco: los trabajadores. Pero no va a ser así.

Y ya veo en el horizonte los nubarrones que anuncian la próxima tormenta: salarios e IPC. Seguro que dentro de poco empezarán las presiones para que se desvincule por completo una cosa de la otra, con lo que se pretenderá demostrar que así se es más competitivo, de forma que se equipare ese concepto -productividad-  con el de sueldo miserable.  O, como muy bien expresó ese prócer del empresariado cuyo nombre omito porque es repugnante, trabajar más y ganar menos.

Y veo de nuevo a los cabecillas de CCOO y UGT, haciéndose una foto para contentar a los mercados, uniendo sus manos con el felón y la CEOE, para demostrar que aquí cuando nos bajamos los pantalones lo hacemos a conciencia.

Y,  entre tanto,  Botín, dice que las medidas del Gobierno son magníficas. Esto sería ya de por sí, suficiente.

miércoles, febrero 02, 2011

EL DIA DE LA INFAMIA

En la historia de los pueblos, de las naciones, de los individuos, hay fechas señaladas que han pasado a recordarse como días de la infamia. Así recuerdan los estadounidenses el ataque a Pearl Harbor, o los franceses la rendición de París ante Hitler. En España hemos tenido demasiados días infames y, quizá por eso, ya no nos extrañe que de vez en cuando se sume alguno más.


Hoy es, desde mi punto de vista, uno de esos días. Una jornada trágica en la que se ha puesto de manifiesto de la forma más grosera posible, como los representantes de los ciudadanos han cedido su soberanía y han escenificado una claudicación ante los mercados para hacerse esa foto tranquilizadora que tanto disgustaba no hace mucho a Fernández Toxo, líder del sindicato CCOO.

Muchos pretenden que celebremos lo que no es más que una rendición en toda regla. La firma de un “acuerdo global” que, en realidad, es sólo un nuevo recorte, esta vez sobre las pensiones, ya que el resto de asuntos, se dejan, como era previsible, para próximas negociaciones.

Como ciudadano de esta país, me siento desolado ante esta situación; como trabajador, me siento traicionado. Y miro con envidia al sur. Allí donde la movilización ha logrado arrojar fuera a un tirano y lo va a conseguir -estoy seguro- con otro.

Cómo se puede vender esta infamia como una logro para los trabajadores es algo que mi corta mente no alcanza a comprender. Cómo se pueden hacer grandes discursos con toda esa parafernalia insultante el mismo día que sabemos que más de 130.000 personas han ingresado en el ejercito de desempleados que ya suman 4,2 millones.

Cómo se atreven a hablar de creación de empleo los responsables de que en España se duplique la cifra media de parados de la UE, con más del 20 por ciento, que en el caso de los jóvenes alcanza ya la obscena cifra del 42 por ciento.

Y cómo es posible que todo esto, para mayor ignominia, ocurra el mismo día que nos anuncian que el BBVA, uno de los que se benefició y lucró de la burbuja inmobiliaria y de la explotación de un consumismo absurdo y delirante, que encerró a millones de personas en ese círculo infernal, ha ganado en 2010 el 9,4 por ciento más que en 2009, con 4.600 millones de euros ¡en plena crisis!

Cómo es posible que un mentiroso indeseable como ZP siga todavía al frente de un gobierno infame, vendido a los mercados, y cuya ministrilla de Economía se preocupa porque una sentencia de un juez pueda poner en riesgo al sistema financiero y tiene la desfachatez de decir que a partir del segundo semestre se crearán unos ¡50.000 puestos de trabajo!

Y cómo pueden permanecer al frente de dos organizaciones sindicales quienes han aceptado un pacto que supone hipotecar el futuro de millones de personas que van a cobrar menos pensión y van a dejar de trabajar más tarde y para disimular anuncian que se opondrán a la Reforma Laboral.

Hoy, es un día triste, un día que no debemos olvidar jamás. El día que se consumo uno de los mayores golpes contra la soberanía ciudadana. No en vano los mercados ya han dado señales de tranquilidad. Los españoles hemos perdido todas y cada una de las batallas y lo peor es que ha sido casi sin lucha.

lunes, enero 31, 2011

EL DIOS MERCADO SENTENCIA A MUERTE A LAS CAJAS

El dios mercado ha dictado sentencia de muerte contra las cajas y, de forma inmediata, el gobierno del felón ZP se ha puesto manos a la obra para ejecutar la sentencia cuanto antes. Así que el final de las cajas de ahorros está muy próximo. Les queda como mucho hasta septiembre.


El pretexto del dios mercado para esa ejecución sumaria es que no se fía de las cajas, que no tiene seguridad sobre su solvencia, que ignora si sus activos “tóxicos”, son un peligro. A lo que el felón apostilla que eso resta credibilidad a la economía española ( la que era de champions) y no permite el desarrollo del crédito.

Parece mentira que un dios pueda ser tan ignorante y un gobierno tan cínico.

Pero, para sacar de dudas al poderoso y temible dios, ya están el felón ZP y su ministrilla, la dócil salgado. Así que, ni cortos ni perezosos, se han sacado de la manga la exigencia más alta del mundo mundial para que las cajas demuestren su solvencia, eso que se llama “core capital”. Más que lo que se exige en la UE y más que lo que exigen los EE.UU. Y es que a rigurosos en cuestiones de “core” no nos aventaja nadie.

Pero claro, aquí lo que se trata es de poner condiciones que una buena parte de las cajas no puedan cumplir para que desaparezcan del mercado, sean compradas por una cantidad irrisoria por algún avispado banco, eso sí, después de haber sido convenientemente saneada con dinero de los contribuyentes.

Y ¿en qué consiste ese saneamiento? Pues muy sencillo: cerrar sucursales y despedir empleados, ya que, sobran unas y otros.

La verdad es que para el dios mercado las cajas son un incordio. Hacen la competencia a los bancos, a los que les quitan una buena parte de la clientela, hacen inversiones a más largo plazo, son más cercanas a las pequeñas y medianas empresas y tienen bastante grado de localización, algo que choca con la globalización que se pretende.

Es muy posible, no se puede negar, que algunas hayan asumido riesgos excesivos. Desde luego no habrán sido las únicas, y también se las reprocha que están muy politizadas. Tampoco serán las únicas. Pero lo cierto es que, pese a esos factores, no se puede demostrar que en términos generales hayan sido mal gestionadas. Hay algún caso muy conocido pero hubiera bastado con resolverlos y en paz. Y, en todo caso ¿dónde estaban los encargados de impedir semejante disparate?

Lo más curioso es que el gobierno del mendaz ZP, está dispuesto a poner dinero del bolsillo ajeno para salvar a las que estén en apuros. Pero no con la intención de crear un sistema de banca pública que siguiera un poco la estela de lo que fueron las cajas.

No, ni mucho menos. La intención es que una vez, saneadas salgan a la calle a ver quien las quiere comprar. Por supuesto ya hay algún tiburón que ha dicho que si se las entregan en buenas condiciones está por la labor.

Al convertirse en bancos, las cajas cambiarán totalmente sus criterios y, por ejemplo, pasará a ser prioritario el pago de dividendos a sus accionistas, dinero que, lógicamente va a restarse de lo que se disponía para obra social y que se estimaba en unos 1.500 millones de euros al año.

Así que, tras bajar el sueldo a los funcionarios, congelar las pensiones, recortar las inversiones públicas, imponer la reforma laboral, pactar el pensionazo, también se carga las cajas. ¡Que maravilla!