sábado, febrero 13, 2010

FRIVOLIDAD LATINA


Hace algunas semanas mi buen amigo el diputado por IU en la Asamblea de Madrid Fausto Fernández, comentaba en su blog que muchas veces los blog de quienes de alguna forma, con más o menos intensidad o mayor o menor responsabilidad, nos dedicamos a la política activa resultan absolutamente monocordes y, por tanto, corren el riesgo de acabar por aburrir al más pintado.

Para evitar eso aconsejaba de vez en cuando alejarse de la política. Voy a seguir el consejo de Fausto y en cuanto se presente la ocasión, escribiré sobre algún otro tema al margen de la política.

Hace unos días leí una noticia que me dejó pensativo: resulta que el capitán de la selección inglesa de fútbol, un tal John Terry ha sido desposeído de ese honor por el seleccionador Fabio Capello.

¿Y por qué ha sucedido esto? ¿Acaso ha tenido alguna desavenencia con Capello, ha ofendido a su país, ha insultado a la reina o hecho alguna declaración extemporánea? No amigos y amigas, nada de esto.

El problema es que el tal Terry ha tenido una relación extra conyugal con una modelo francesa de ropa interior llamada Vanesa Perroncel y que, para mayor INRI es la mujer de otro compañero de la selección, Wayne Bridge. Es decir es una cuestión meramente culebronesca.

La cosa no pasaría de ser una mera anécdota que no merecería más atención, si no fuera porque ha intervenido hasta el mismo presidente de la FIFA, es decir el máximo organismo internacional del Fútbol, Joseph Blatter, quien no ha podido contenerse y ha soltado la lengua de forma algo estúpida.

Para este tipo, lo que ha ocurrido con Terry en Inglaterra, en una país latino, como Francia, Italia o España, parece que los portugueses quedan excluidos, habría sido aplaudido.

Demostración palpable de que para este elemento, los latinos nos tomamos las relaciones de pareja a beneficio de inventario, nos da igual ocho que dieciocho, glorificamos las canitas al aire y cuando algún personaje con más o menos fama tiene una relación extra matrimonial salimos a la calle a vitorearle en público, porque en privado ya la cosa es distinta, porque seguro que en ese caso, todo son críticas de lo más ácido.

Creo que en España, y supongo que en Francia e Italia igual, la mayoría si nos tomamos las relaciones de pareja como algo serio, muy serio, y no andamos elevando a la categoría de héroe a quien tiene un “rollo” con otra persona. Otra cosa es que se le crucifique en público, o se haga de ello un problema de estado, porque normalmente consideramos ese asunto pertenece a la vida privada de cada uno y es en ese ámbito donde debe resolverse.

En fin, siempre he pensado que los anglosajones son unos hipócritas de tomo y lomo y que están aún hoy influidos por un puritanismo que les permite esclavizar a pueblos enteros a lo largo de todo el planeta pero les hacer ser absolutamente intolerantes con las “debilidades de la carne”.

Me vienen ahora a la memoria dos obras maravillosas en este sentido, aunque una es danesa. Se trata de la película Dies Irae, protagonizada por la maravillosa Lisbeth Calvin, y de las Brujas de Salem de Arthur Miller. En ambas el puritanismo lleva al asesinato de personas que supuestamente son pecadores y brujas.

Así que, aunque ya sé que en todas partes cuecen habas, me alegro de ser latino.

jueves, febrero 11, 2010

RECONOCIMIENTO AL JUEZ GARZÓN

CONSCIENTES de la desafortunada imagen que esta generación de españolas y españoles podría dar ante la Historia, a la vista del proceso judicial emprendido contra el juez que tuvo la valentía de investigar la responsabilidad del régimen dictatorial franquista, no en busca de venganza, sino para tratar de reparar --en la medida de lo posible-- a las familias de los centenares de miles de ciudadanos represaliados (entre asesinados, torturados, secuestrados, silenciados y exiliados).

PREOCUPADOS por el precedente que podría sentar, ver cómo se actúa contra cualquier miembro de la magistratura que ose cuestionar la vigencia o la validez de unos instrumentos de impunidad que fueron pergeñados en las entrañas del propio régimen franquista.

CONOCEDORES del curso de los acontecimientos, que al parecer, podrían resultar en una inminente separación del magistrado juez BALTASAR GARZÓN de la carrera judicial.

EXPRESAMOS nuestro apoyo formal al magistrado juez español BALTASAR GARZÓN, quien estos días es objeto de una grave campaña de difamación y persecución política, promovida desde sectores ultra conservadores, tras impulsar un proceso en busca de Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas de la dictadura franquista. Nuestra solidaridad para quienes, como él, actúan con valentía frente a los crímenes de lesa humanidad. Para él, nuestro reconocimiento.

miércoles, febrero 10, 2010

A DIOS ROGANDO Y EL MAFO DANDO

Anduvo estos días revuelta la gran derechona, aunque me esperaba más jaleo, con la visita de Rodríguez Zapatero a EE.UU. para asistir al desayuno de la oración y, aún más, con su cita del Deuteronomio que ha escandalizado a las buenas y cristianísimas almas de este país que velan por nuestra salud espritual.

Parece que a estos dogmáticos de la religión, furibundos incineradores de brujas y martillo de herejes, les molesta que, los que nos consideramos ateos o agnósticos, podamos citar algún pasaje bíblico, como sí ese libro, fuera exclusiva propiedad de los susodichos guardianes de la fe.

En todo caso, podríamos considerar escasamente coherente asistir a semejante ceremonia que es organizada por lo más granado de la extrema derecha de Estados Unidos. Pero, ya sabemos de sobra, que ZP con tal de salir en la foto con Barack Obama es capaz de cualquier cosa, de modo que, a la larga, es evidente que hemos cambiado un amo por otro, pero debe quedar claro quien es el que manda y quien el que obedece.

Me parece excelente que ZP lea un pasaje en el que anima a pagar con justicia y prontitud a los jornaleros, tanto si son nativos como si son extranjeros, es decir, inmigrantes. Mucho más agradaría que, ese consejo, lo aplicara en su propio país y recordara que la Administración es uno de los peores pagadores que existen tanto que, muchas pequeñas empresas, se las ven y se las desean para sobrevivir a causa de la morosidad de las empresas públicas.

También sería deseable que, además de pagar a tiempo, tuvieran en cuenta la situación que atravesamos la mayoría de los ciudadanos y se afrontase una política fiscal justa, no más justa, sino sencillamente justa: paga más quien más tiene.

Me cuentan, esas que vulgarmente llamamos fuentes generalmente bien informadas, que el gobierno está aterrorizado porque no sabe como controlar el desempleo. ¿No es también garantizar el salario una forma de cumplir con el mandato bíblico?

Me cotillean asimismo que las últimas medidas, como la de la prolongación de la edad de jubilación, están más bien dirigidas a las sociedades de calificación que han puesto a España a la altura de Grecia y Portugal con el consiguiente susto de los mercados y su repercusión en el crédito de nuestro país. Crédito por partida doble, es decir en lo referente al préstamo y a la confianza.

Pero, precisamente, estas agencias de calificación fueron las que consideraban a Lehmann Brothers una maravilla, unas horas antes de declararse en quiebra. ¿Pueden éstos inspirar confianza a alguien?

Y, mientras ZP oraba con Obama, aquí Botín y el MAFO, que ha confirmado que seguimos en recesión, se alegraban públicamente de las medidas anunciadas por el gobierno y decían que van en la dirección correcta. Supongo que será para ellos evidentemente.

Me permitiré citar a Lenin, quien decía que una de las mejores formas de enjuiciar la actuación de un político era ver quien le alababa. Creo que sobran más comentarios.

domingo, febrero 07, 2010


Los portugueses están de celebración. Este año se cumple en centenario de la instauración de la república que fue proclamada el cinco de octubre de 1910 y cuyo primer presidente fue el intelectual Teofilo Braga. No han sido estos cien años plácidos, más bien todo lo contrario, con gobiernos inestables y finalmente una férrea y larga de dictadura que, es bueno recordarlo, fue derrocada con la grandiosa revolución de los claveles. Pero, pese a esas convulsiones, los valores republicanos han perdurado.

Me produce cierta envidia la celebración lusitana, fundamentalmente cívica, porque en España padecemos un régimen impuesto, por mucho que algunos estómagos agradecidos lo adornen, por un dictador genocida (si alguien lo duda que mire ese adjetivo en la RAE) que, tras un golpe de Estado y una guerra incivil, acabó con el mejor intento modernizador de nuestro país en toda su historia.

Pero, al mismo tiempo, esto me lleva a una reflexión que me parece oportuna en grado sumo para que, algún día, y esperemos que cercano, España pueda recuperar el régimen republicano.

Hasta ahora, la reivindicación republicana se hace alrededor de la malograda Segunda República que fue proclamada pacíficamente en 1931. Creo que es absolutamente justo y necesario, que hay que rememorar cuanto sea necesario aquel ensayo democratizador y honrar a quienes lo defendieron con tanto esfuerzo y coste colectivo y personal.

Pero opino que debemos tener perspectiva de futuro y recordar que, aquel acontecimiento magnífico, no sólo fue protagonizado por los partidos de izquierda sino también con el esencial concurso de ciudadanos conservadores como Niceto Alcalá Zamora, sin los cuales, no habría sido posible su consumación que, por cierto, un ambiguo PSOE, no veía posible en ese instante abril.

Esto me sirve para alegar con cierto desasosiego que a veces parece que la república debe ser sólo una apuesta política de la Izquierda de este país, heredera sólo de la que luchó entre 1936 y 1939. Esta percepción, en mi opinión, hay que cambiarla radicalmente.

Los republicanos debemos convencer a los sectores conservadores de que los valores cívicos que representa ese tipo de régimen también son asumibles perfectamente por su ideario.

Si no lo hacemos así, será muy difícil que se llegue a alcanzar el consenso suficiente para lograr la proclamación de la república (no veo otra posibilidad) y liberarnos para siempre de la actual monarquía originada indignamente en el golpe del 18 de julio.

La república puede ser cualquier cosa menos sectaria, porque la intolerancia y el dogmatismo no son valores republicanos en absoluto. Por tanto, todos, desde cualquier óptica, debemos llegar a la conclusión de que bajo el paraguas de ese régimen podemos convivir perfectamente y sin agravios.

Una republica interclasista, aconfesional (de verdad) integradora pero respetuosa con las nacionalidades históricas, preocupada por la preponderancia de los valores cívicos, la educación y la cultura y una república en la que cualquiera pueda ejercer, si así lo decidimos los ciudadanos la máxima magistratura del Estado que no debe estar reservada a un familión determinado por derecho de herencia.

En definitiva, un régimen que sea todo lo contrario del que ahora tenemos: una democracia imperfecta, de muy baja calidad, con una ley electoral injusta, con exclusiones políticas extrañas y con una opacidad intolerable alrededor de la persona que ostenta jefatura del Estado que hace que los ciudadanos aún seamos, en muchos aspectos, meros súbditos.