miércoles, diciembre 26, 2012

DIAS DE INFAMIA



En las próximas horas, según el diario Público,  podría llegar a su amada patria el homicida imprudente Ángel Carromero, dirigente de las nuevas generaciones (pese a tener ya añitos) del PP y condenado en Cuba a cuatro años de cárcel como responsable de la muerte del ciudadano Oswaldo Payá y otro opositor al régimen cubano en un accidente de automóvil.

Lo más probable es que tal Carromero no tenga ni que pisar la prisión porque se le aplicará el tercer grado nada más llegar al protectorado de merkel.

Entretanto, el ciudadano Alfonso Fernández, detenido el 14 de noviembre,  sigue en la cárcel acusado de crear alarma social (una figura penal inexistente) y de llevar una bolsa de plástico con material para preparar explosivos, cuestión que no parece haber sido probada de forma alguna.

De no haber dejado este país de ser un estado de Derecho,  Alfonso,  no estaría en prisión preventiva desde el día siguiente de su absurda detención y el gobierno del PP habría tenido que demostrar un poco más de sensatez y rigor en este asunto. O haber respetado la Ley. Pero ni una cosa ni otra, o sea su especialidad.

Resulta esclarecedor que el gobierno haya puesto desde el principio un interés desmesurado en el asunto del tal Carromero (condenado por una sentencia firme) y se haya apresurado a que el homicida en cuestión pueda esquivar la pena de prisión por el de un simple control con una pulsera.

Si el sujeto en cuestión no fuera militante del PP y uno de sus dirigentes ¿qué habría sucedido? Pues muy probablemente el esfuerzo hubiera sido mucho menor y,  de paso, se habría aprovechado la ocasión para lanzar toda clase de descalificaciones al gobierno de La Habana. Hay que recordar que el jovencito Carromero apeló nada menos que a la comunidad internacional por su detención.

Sin embargo Alfonso, pese a los esfuerzos de la ciudadanía y pese a las peticiones apoyadas por miles de firmas, seguirá en la cárcel sin que haya sentencia, ni siquiera haya evidencias suficientes de la comisión del delito. Hoy mismo se ha vuelto a denegar su puesta en libertad que no implica que no pueda ser juzgado.

Es curioso que mientras Carromero, condenado por homicidio, puede circular libremente por su amada patria, lo mismo que todos y cada uno de los responsables por acción u omisión de los presuntos homicidios de las cinco jóvenes muertas en el Madridarena, Alfonso siga en una celda de Soto del Real.

Es esta otra demostración de qué clase de gobierno padecemos los ciudadanos de este país. Una panda de element@s que no tienen el más mínimo inconveniente en usar a un chaval de 21 años para amedrentar a cualquiera que se manifieste, proteste, acuda a una manifestación o forme parte de un piquete durante una huelga.

Eso, por no decir nada, de las famosas tasas judiciales y de las multas totalmente arbitrarias que muchos ciudadanos soportan por ejercer el derecho a manifestarse.

El miedo es el mejor aliado del PP. El miedo a perder la libertad, el miedo a sufrir la represión de un gobierno que respeta muy poco, las libertades y que aplica la Ley con rigor sobre los más consecuentes, mientras indulta a torturadores, perdona a defraudadores y evasores fiscales  y facilita la llegada a su amada patria de gánsteres de todo tipo.

Días de infamia que deberán ser recordados.