miércoles, enero 02, 2013

EL AÑO DE LAS MENTIRAS




Se acabó ya este maldito y nefasto 2012;  en buena hora desaparece y ojalá que dentro de poco podamos olvidar su existencia en nuestras vidas. Y también que todos aquellos que más han sufrido su paso,  puedan recuperarse pronto para volver a una existencia digna.

Ha sido, sin duda alguna,  uno de los peores años  de la reciente historia para la mayor parte de los  ciudadanos de este país. Un año en el que miles de personas han perdido sus casas, sus viviendas,  etc.  Y un año  en el que casi un millón se han quedado sin empleo,  muchos han quedado sin medios de subsistencia y cientos de miles están en el  umbral de la pobreza.

Y ha sido el año en el que un presidente de Gobierno, al menos nominalmente lo es, ha logrado acumular el mayor número de incumplimientos de promesas electorales que yo recuerde desde que se inauguró la famosa “democracia” constitucional como si de un pantano franquista se hubiera tratado. Así nos va.

En efecto,  Mariano Rajoy,  llegó hace un año más o menos a la Moncloa amparado en una mayoría absoluta tramposa,  basada en una Ley Electoral injusta y perversa,  destinada a consolidar la alternancia al más puro estilo canovista. 

Desde esa fecha,  su mandato (al dictado de la merkel) se ha convertido en una pesadilla para casi todos los españoles,  excepción hecha de los más poderosos,  a quienes no se ha atrevido a tocar ni un pelo de la ropa para que no se marchen, como ha tenido la desfachatez de reconocer en el asunto de las Sicav.

Algunos de ellos, como el inmundo Díaz Ferrán,  están hoy en la cárcel por delitos de diverso tipo, entre los que están ¡como no! estafar a sus trabajadores. Otros siguen libres pese a ser sospechosos de haber estafado a millares de ciudadanos desde puestos de responsabilidad en entidades financieras: el amiguete Rato, es el ejemplo más sonado pero no el único. Y por cierto, no solo el PP tiene manchas en este aspecto.

Un año en el que, un día tras otro,  ha tomado medidas absolutamente lesivas para la masa enorme de ciudadanos trabajadores; recortes de derechos sociales, hachazos salariales, reforma laboral, subidas de impuestos directos e indirectos, etc.  lo que ha provocado un empobrecimiento general que llevado a este país a un retroceso de 20 años o más.

Especialmente trágica es la situación de quienes, acosados por la banca, ven como les quitan sus casas, mientras millones de pisos siguen vacíos y sin vender, sin que el gobierno haya tenido un gesto verdaderamente eficaz para parar esta vergüenza que hace sonrojar a cualquiera.

Saña con los funcionarios
Se ha ensañado especialmente con los funcionarios,  con los trabajadores del sector público,  a los que ha robado con total impunidad una parte sustancial de sus ingresos y a los que machaca sin piedad con decisiones que “lamenta pero que son necesarias”.  El sector público debe recordar el daño que Mariano Rajoy le causa y no olvidarse jamás de ello para actuar en consecuencia.

Ha recortado los ingresos de los pensionistas, ha liquidado la enseñanza como un bien general, ha destrozado la Sanidad Pública, ha llevado a la categoría de parias a los inmigrantes, ha criminalizado a quienes son y quieren ser solidarios. No ha logrado que los jóvenes tengan esperanzas de poder encontrar un trabajo en su propio país.

Pero todo esto, con el trasfondo de la estafa que él y sus acólitos llaman crisis, no es más que la demostración palpable del odio visceral que el PP siente por todo lo que sea público, todo aquello que no signifique negocio, rentabilidad, competitividad, ¡la marca España¡, dirigida a enriquecer a unos pocos, casi siempre amiguetes,  en detrimento de la enorme mayoría. El caso de la Comunidad de Madrid y su gobierno ultra son la mejor prueba.

Una cuestión de ideología

Se desmantela cada día que pasa el mini estado de Bienestar no por necesidad como se argumenta, sino por ideología.  Lo mismo que se ataca la enseñanza con una reforma hecha a medida de la Conferencia Episcopal representante del clero más retrógrado del mundo.

Se pretende liquidar la combatividad de los más conscientes de los trabajadores con multas inasumibles, todo tipo de amenazas y con privación de libertad al más puro estilo fascista: Alfonso Fenández es la prueba evidente de esta situación.

La policía vuelve a ser esa organización represiva que puede saltarse la Ley con impunidad y con la cobertura de quienes deberían evitarlo.

¡La Ley!, que este gobierno usa de forma arbitraria, encareciendo las tasas judiciales para que la el acceso a Justicia sea también una quimera para la gran mayoría.

¡Y qué decir del asalto totalitario del Mariano Rajoy y su PP a los medios de Comunicación!  Es tal el deterioro que las cotas de audiencia de RTVE y RNE caen mes tras mes, semana tras semana, tras haberlos convertido en instrumentos de propaganda insoportables.

En fin,  habría miles de argumentos para desear que con el fin de 2012 y el inicio del nuevo año,  desapareciera el gobierno de Rajoy y dejara de pisotearnos la nazi de Berlín. Pero para eso habrá que combatir.

domingo, diciembre 30, 2012

UNA SOBRE DELINCUENTES...


Surgió rápida la expresidenta de Comunidad de Madrid y habló en defensa de su pupilo Ángel Carromero. Como era de esperar,  una vez que el talludito dirigente de nuevas generaciones del PP está en su patria,  ya han llegado las descalificaciones para la República de Cuba y,  de paso,  una exhibición más de la supina ignorancia idiomática y legal a que nos tiene acostumbrados la extremista Esperanza Aguirre.

Según la extremista Aguirre, el tal Carromero no es un delincuente.  Bien ¿Qué es entonces? Si la extremista Aguirre se hubiera tomado la molestia de leer la tercera acepción del diccionario  de la Real Academia Española de la Lengua (RAE), sobre el significado de la palabra delincuente, hubiera visto que dice lo siguiente:

  Acción u omisión voluntaria o imprudente penada por Ley.
Evidentemente el diccionario de la RAE no entra a analizar si la Ley es la que rige en una democracia borbonico-franquista o en una dictadura comunista (Aguirre  dixit),  porque semejante estupidez solo puede ser  “cocinada”  en una mente ignorante, torticera y malévola como la de Aguirre. Matar a alguien es ilícito y suele estar penado en cualquier lugar del mundo.

Si la extremista Aguirre hubiera dicho que su alumno no es un asesino, sería admisible, porque el asesinato es otra figura legal que, como casi todo el mundo sabe, requiere una serie de circunstancias que, según la sentencia del tibunal, no se produjeron. Pero, evidentemednte, si hubo un homicidio.

Y,  para mayor abundamiento, añade la RAE otra definición referida a la cuestión con la defionición de delito de sangre,  del que dice que es el que causa lesión corporal grave o muerte.
Bien, personalmente no me cabe la menor duda de que el pupilo de la extremista Aguirre está incurso en ambas definiciones, porque causar la muerte de dos personas en un accidente de circulación es un homicidio por imprudencia.

Pretender presentar a un delincuente, que además ya tenía el carné de conducir prácticamente retirado en su patria (supongo que ahora se lo devolverán con honores) como una víctima de un régimen dictatorial,  es propio de personajes como la extremista Aguirre, quien, precisamente, es lo más parecido a una totalitaria.
Aprovecha una circunstancia lamentable para presentar como víctima a quien ha causado dos muertes y, lo más curioso,  es que cuenta con la ayuda y compresión de familiares de  al menos de uno de los fallecidos, del gobierno de España y de la mayor parte del PP. ¡Todo un ejemplo!

Parece que en la patria de Aguirre,  Carromero y compañía, causar muertes por conducción temeraria se considera algo natural que no debe ser penado; casos hay en las hemerotecas para consultar: Farruquito, Ortega Cano, etc. 
 Y, a veces,  incluso alguno se ha llegado a preguntar porqué se impide conducir borracho. ¿Recuerdan?
En cambio para ese PP y sus rectores,  participar en un piquete y llevar una bolsa de plástico puede servir como justificación para encerrar en un régimen especial un ciudadano porque eso sí produce alarma social.
Pues verá usted extremista Aguirre, a mi me produce mucha más alarma encontrarme cada día con esos conductores “armados” con sus gigantescos vehículos,  que usan y abusan de las carreteras y desprecian la vida de los que, con coches  más modestos o forma de conducir más acorde con las normas de respeto general,  que con las personas que se manifiestan o hacen huelga en defensa de sus derechos.

Por ese motivo es por el que creo que usted, al negar la evidencia, es un peligro para la convivencia y una verdadera creadora de alarma social.