sábado, marzo 16, 2013

LA RECONVERSIÓN SOCIAL




Para nadie es ya cuestionable que durante los últimos cinco años la ciudadanía española ha sido víctima de una estafa de grandes dimensiones propiciada por un sistema dañino en sí mismo y que no dejará de provocar estos desastres  hasta que sea,  no ya reformado,  porque eso no sirve,  sino absolutamente abolido y destruido.

Esta estafa gigantesca que algunos tratan de disfrazar con todo tipo de cuentos, como deudas soberanas,  déficit o gastos por encima de “nuestras” posibilidades,   ha  tenido  (y tendrá) como primera consecuencia un empobrecimiento general de la mayor parte de la sociedad.  Como ya digo,  hasta aquí,  ya nada de esto es novedoso.

La gran estafa se ha cebado en una serie de países con más o menos profundidad. Sin embargo, en el caso español se han dado además una serie de circunstancias que la han agravado mucho más en relación incluso con otros casos muy duros, porque el retroceso  económico viene acompañado de una brutal reconversión social de la mano de la derecha más reaccionaria del mundo.

No se puede negar que al día de hoy la UE es uno de los espacios sociopolíticos  en el que, salvo contadas excepciones,  la libertad,  así sin adjetivo,  corre el mayor peligro de involución y que esto da lugar a movimientos extraños que alcanzan gran relieve electoral.  Creo que esa no es la solución pero, hoy por hoy, es una realidad a la que hay que hacer frente.

El resultado de las elecciones en Italia ha alarmado porque puede provocar inestabilidad en los mercados, pero pocas voces se han escuchado sobre el fondo de la cuestión; los italianos están hartos de los viejos sistemas, de la putrefacción que todo lo invade y al votar a Beppe Grillo, han votado contra todo esto.  Si se hubiera presentado Rocco Siffredi, hubiera pasado lo mismo porque no es cuestión de liderazgos, sino de hartazgo.

Pero, no nos engañemos:  es verdad que desde Berlín se impone una determinada política cimentada en  una austeridad brutal que,  además,  busca su propio beneficio a costa de los demás; es el verdadero rostro de una Alemania tozuda e insolidaria, muy parecida a la de su reciente y tenebroso pasado . Pero, pese a eso,  dudo mucho de que desde el gobierno de merkel se impongan todos los retrocesos que se ven en otras cuestiones. Se mira hacia otro lado, eso sí.

Lo mismo que ha pasado durante años y años con la Ley Hipotecaria, ahora puesta en solfa por el Tribunal de Luxemburgo, tras haberse aplicado con ferocidad con cientos de miles de ciudadanos.

Me refiero, entre otras cosas, al ataque sin cuartel que sufren las llamadas libertades esenciales.  Hay una merma evidente  de la libertad de acción, manifestación,  expresión,  etc.

No se trata únicamente de la aplicación de las medidas más rigurosas de la leyes vigentes, sino de que se pretende cambiar esas leyes para endurecerlas hasta el extremo de que convierten en delito,  por citar un ejemplo,  la ayuda a los llamados inmigrantes ilegales.  ¿Es esto parte de la austeridad de la UE o una iniciativa del PP?  Creo que la respuesta no ofrece dudas.

Los ciudadanos de este país hemos tenido la mala suerte,  bien es cierto que provocada por una reacción equivocada ante la nefasta gestión del Psoe,  de que la estafa  económica haya coincidido con un gobierno reaccionario y liberticida. Pero, insisto, fueron los votos desde la visceralidad los que provocan esta situación actual.

Los hechos son contundentes: infiltración de policías de paisano en las manifestaciones,  brutalidad policial evidente pero sistemáticamente negada,  encarcelamiento de huelguistas sin pruebas que justifiquen esa decisión,  entorpecimiento de las acciones judiciales mediante encarecimiento de las tasas, sospechas fundadas de espionaje político,  asalto a los medios de comunicación públicos para manipular sin medida, entre otras muchas más cosas.

Entorpecimiento de las investigaciones judiciales desde el gobierno y desde el PP y, también bastantes veces, desde el Psoe. En esto el bipartidismo va de la mano.

Eso, por no hablar de la complacencia con la interferencia de la jerarquía católica en aspectos como la educación o derechos constitucionales como la libre decisión (que no es obligatoria,  por cierto) a abortar; la eliminación arbitraria de la Educación Ciudadana y vuelta a la asignatura de Religión como materia puntuable.

Los permanentes ataques,  desde el propio gobierno, a las parejas homosexuales que han optado por el matrimonio, sin que se obligue a dimitir a quienes los efectúan.  O a las reiteradas burlas e incomparecencias de los ministros ante los representantes de los ciudadanos.

O Intento de cambiar el panorama municipal mediante la reforma de la Ley de Bases de Régimen Local que va a suponer uno de los mayores ataques a la participación de la ciudadanía  en la democracia que les es más cercana,  como son los ayuntamientos que pretende reducir y dejar solo para aquellos que tengan un gran patrimonio económico.

Podría hablar de muchas más cuestiones,  pero creo que no es necesario. Este país sufre una reconversión social auspiciada por el PP y,  tolerada en muchos casos,  por su versión amable,  el Psoe preocupado solo por recuperar el gobierno a costa de lo que sea.

Lamentablemente en esta situación no toda la responsabilidad es del binomio turnante del PPsoe.

¿Cómo se entiende,  si esto no es así,  que se acepte una moción de censura apoyada por un condenado por acoso sexual para alcanzar una alcaldía?   Pero, al mismo tiempo, cabría preguntarse ¿cómo es posible que un condenado por ese delito pueda presentarse a unas elecciones y sacar cinco concejales?