domingo, agosto 05, 2012



miércoles, agosto 05, 2009

14 ROSAS



Recupero un texto que escribí hace tres años sobre las 13 rosas. Lo hice después de leer el homenaje que RGAlamazán rindió a las 14 rosas, de las que trece, tal día como hoy hace 73 años, fueron asesinadas en Madrid por el régimen del 18 de julio. Creo que sigue en vigencia lo que entonces dije.

No quiero dejar pasar esta fecha, sin expresar mi tristeza y mi más absoluta repulsa por el hecho de que aún, este país, haya sido incapaz de cerrar definitivamente el capítulo correspondiente al franquismo. De que aún sea necesario recordar cada año a las víctimas del genocidio franquista.

Resulta inquietante que todavía existan ayuntamientos que se muestren renuentes a eliminar rótulos de calles, plazas y avenidas dedicadas a personajes implicados en la tortura de su propio pueblo. Resulta increíble que cueste tanto que la justicia y la dignidad se abran paso. Resulta indignante que las víctimas de la dictadura tengan que soportar el olvido oficial y, casi siempre, el desprecio ignominioso de quienes deberían, cuando menos, tener respeto a su memoria.

No conozco un solo precedente en la historia reciente en la que un régimen más o menos democrático no haya dignificado a las víctimas del horror: Rusia, Alemania, Italia, Japón, Camboya, Chile, Argentina, Uruguay, Polonia y otros muchos. Sólo la monarquía del 18 de julio es incapaz de condenar la barbarie.

Y este problema no quedará definidamente resuelto hasta que todos y cada uno de los recuerdos del genocidio estén absolutamente eliminados de nuestra vida cotidiana. Que todos aquellos actos que tuvieron que ver con ese régimen abyecto estén condenados definitivamente. Que todas aquellas personas que hayan estado vinculadas a ese régimen inmoral estén apartadas de la vida pública para siempre. No es venganza, es justicia.

Muchos hablan de limpiezas étnicas ajenas; yo hablo de limpieza memorística propia y me pregunto qué pasará cuando ya no queden personas que, como RGAlamzán, nos recuerden cada cinco de agosto que en esa fecha se asesinó a 13 personas por el simple hecho de que su existencia era molesta. Entonces podrá, sustentado en la desmemoria, podrá descansar tranquilo el régimen perpetuado por el dictador.

Por eso me pregunto si esas 13 mujeres asesinadas y Carmen, esa madre que nos ha dejado el incomparable legado de don kabileño, murieron para nada. Murieron para que hoy, sea un día más en la historia de España, para que dentro de algún tiempo nadie recuerde que durante 40 años hubo un régimen que se eterniza genéticamente gracias al pacto de silencio y a la cobardía de muchos que quieren borrar la historia.

Sabed Carmen y las trece asesinadas, que en vosotras se encarnan todas y cada una de las víctimas del franquismo. No dejaremos que el olvido sea vuestro destino.

Salud y república