La semana que hoy acaba, ha sido una de las más convulsas de la reciente crisis económica y social (y también ya claramente política) por la que atraviesa España, con una presión terrible por parte de los mercados, que ha llevado la prima de riesgo por encima de los temidos 400 puntos básicos con respecto al bono alemán. Sin duda, se han vivido horas dramáticas en las que se ha visto algo de cordura, y mucho de interés partidista
Visto lo sucedido, somos muchos los que, legítimamente, nos preguntamos si este acoso está justificado y, más todavía, si todas las medidas que se han ido tomando, que han supuesto recortes sociales muy duros para la mayor parte de la sociedad, estaban justificados si con ellas no se ha avanzado nada en lo que se refiere a disminuir la presión de los mercados. Parece que la respuesta no deja mucho lugar a las dudas.
Pero, ¿y si el problema no fuera, o no fuera sólo, verdaderamente la deuda? Porque podría ocurrir que los mercados estuviesen reaccionando a cuestiones diferentes.
Por ejemplo, podría suceder que los fondos de alto riesgo (hedge funds) aprovechen las circunstancias para encarecer artificialmente la deuda española y así aumentar de forma significativa sus ganancias. No es lo mismo una rentabilidad de seis por ciento a 10 años, que una del 2,5 por ciento. Evidentemente puede ocurrir que el riesgo sea mayor, pero la rentabilidad es enorme y ya hemos visto, en el pasado más inmediato, que no es precisamente la prudencia lo que guía a una buena parte de los inversores financieros.
Sin embargo, al margen de lo que pueda suceder con los tiburones del mercado, que haberlos los hay, como las famosas meigas, es cierto que hay un dato que no tiene contestación posible, un dato en el que no nos movemos en el terreno de la especulación: a pesar de todas las medidas que se han impuesto, la economía española está estancada por completo, no tiene actividad, no hay consumo interno, no hay crédito y, así, es muy difícil recuperarse y generar crecimiento y empleo.
Sólo las exportaciones y el turismo ofrecen datos positivos, porque el resto son verdaderamente alarmantes, como ocurre con el caso de las ventas al por menor, que han caído del orden del siete por ciento en poco más de un año.
El Índice de Producción Industrial registra el peor dato en 18 meses y, en definitiva el PIB, va a peor en lo que va de año. Estos datos son incontestables, lo mismo que la existencia de cinco millones de desempleados, incluso aunque admitamos que la cifra no sea del todo real y exista empleo negro o sumergido o como se quiera definir.
Después de conocer todos estos datos, me pregunto, y me imagino que muchas más personas también, si la austeridad, el recorte del gasto público, no facilitar créditos a través de una banca pública, y con ello debilitar la creación de empleo y el consumo y, por ende, impedir el aumento de la producción, han sido medidas acertadas.
Que alguien me lo explique.