viernes, noviembre 28, 2014

VOTARÉ A TANIA SÁNCHEZ





El próximo domingo  se celebrarán unas primarias importantes  para el futuro de la Comunidad de Madrid; las primarias por las que Izquierda Unida (IU) va a elegir mediante el voto directo de los miles de afiliados y simpatizantes que así lo deseen, a los candidatos o candidatas que van a representar a la Organización en las próximas elecciones autonómicas y municipales del mes de mayo.

Creo que antes de haber dado este paso tan importante, se debería haber reflexionado más y con bastante profundidad sobre las consecuencias del mismo. No se trata por mi parte de un rechazo frontal a las primarias, sino más bien un cuestionamiento de cómo se ha hecho el proceso previo; precipitación y poco debate han ocasionado situaciones que son escasamente deseables y que a veces rozan el esperpento. 

Es de esperar que,  de cara a otros eventos, la experiencia de estas primarias sirva de ejemplo para corregir los fallos que han existido.

Dicho esto, quiero  señalar, desde el más absoluto respeto a los otros dos candidatos de IU,  que voy a votar a Tanía Sánchez Melero porque considero que es la mejor candidata que IU puede ofrecer a los ciudadanos/as de esta Comunidad en las actuales circunstancias.

Y es,  precisamente, este hecho el que me parece de la mayor trascendencia porque es a la ciudadanía a la hay que ofrecer lo mejor de cada organización; no se trata de una votación de orden interno, se trata de pensar en que hay millones de personas que están a la espera de soluciones para sus problemas de cada día.

Y considero, con toda modestia, que es la alternativa más solida que puede representar, en mi opinión, el rearme social, político e ideológico que necesita Madrid.

Se me podrá decir, y posiblemente sea cierto, que en IU hay personas de enorme valía, de gran talla política. No lo dudo pero, de nada sirven esas virtudes, si no se da el paso al frente necesario para encabezar una tarea que, con toda seguridad, va a ser muy difícil de afrontar.

Es muy posible que esos compañeros y compañeras hayan entendido que no se trata ahora de ganar posiciones en lo interior, de reparto de cuotas de poder, de fortalecer a tal o cual facción o corriente, sino de dedicarse a solucionar problemas muy urgentes.

Y,  por ello, es por lo que Tania (al igual que lo estarían los otros candidatos) debería surtirse querida y arropada por la Organización y no ser zancadilleada por quienes no quieren su elección.

Estos, cuyos nombres están en la mente de todos, actúan con una actitud muy típica de este país y que tan nefastas consecuencias ha tenido a lo largo de su historia: En España se suele votar contra algo o contra alguien, incluso aunque se perjudique a la mayoría.

Tania Sánchez, a la que conozco hace bastantes años, sabe perfectamente que en muchas ocasiones conincidimos, en otras no tanto,  y en varias tambien discrepamos abiertamente. Es, casi siempre, una discrepancia más en las formas y en los plazos, que en lo sustancial, pero es discrepancia al fin.

Pero sería un necio absoluto si esas discrepancias, insisto a veces sonoras, me llevaran a torpedear la posibilidad de que fuera nominada en las elecciones del domingo.

Por esa razón es lamentable la campaña de desprestigio que se ha lanzado contra ella, basada en rumores, sin un solo argumento y cayendo en una actitud ruin.

Se podría esperar est de la caverna, de la derechona y sus acólitos mediáticos pero no de quienes dicen darlo todo por IU.

Por eso votaré a Tania Sánchez, porque la ciudadanía merece algo mejor de lo que se les ha dado hasta ahora.



martes, enero 14, 2014

LA COMEDIA DE ESTRASBURGO, UNA BURLA A LA CIUDADANÍA



En mayo se celebrarán elecciones al Parlamento Europeo. Un hecho que, visto lo visto, no pasa de ser una especie de brindis al sol, de comedia bufa,  porque dicho Parlamento no tiene el más mínimo poder y,  por lo tanto,  esa “fiesta de la democracia” se convierte en una burla cruel para una Europa asolada por el capitalismo salvaje (no hay otro).

Por tanto,  en estas circunstancias, es lícito plantearse si es conveniente participar en esa ceremonia absurda y legitimar, de alguna forma se hace así, todo ese tinglado inútil que, además, reproduce casi de forma calcada el bipartidismo entre la derechona popular y la socialdemocracia entreguista que hay en la mayor parte de los países. Las dos muletas que sostienen la bufonada (tomo la idea de las muletas de Felipe Alcaraz).

Sería esta, en mi opinión, una reflexión necesaria. El boicot a ese parlamento, en tanto en cuanto, siga sin representar verdaderamente a los ciudadanos.

No parece, sin embargo, que exista mucho interés por abrir esa reflexión y, desde ahora mismo, incluso los partidos de la denominada izquierda consecuente ya van perfilando estrategias, posibles alianzas y, en definitiva,  candidaturas para esa institución estéril y, encima, muy costosa para los europeos.

Habría que dejar claro, desde esa izquierda, que la asistencia a Estrasburgo, una de las sedes del Parlamento, se hace solo para que su voz sea escuchada y que se utilice el altavoz, a veces menguado, que supone esa tribuna para denunciar sin cesar todo el artificio y la hipocresía que supone esa institución.

Habría que señalar que, en tanto en cuanto sean poderes alejados de los ciudadanos como la troika,  que han barrido la democracia y los derechos civiles y sociales de la ciudadanía, esas elecciones son una farsa. Que ese parlamento se ve superado por los poderes fácticos encarnados por quienes deciden en realidad: el capitalismo financiero mundial, llamados también mercados,  que imponen leyes y cambian gobiernos.

No sirve de nada elegir representantes, y esto vale igualmente para las convocatorias nacionales, si después cualquier gobierno salido de las urnas puede ser derribado por unos tecnócratas so pretexto de una crisis que ellos mismos, los mercados, han provocado.  Eso, por usar una frase muy conocida, es como poner a la zorra el gallinero.

Mientras ese parlamento esté dominado por los representes de los partidos que apoyan este sistema capitalista, y ahora vemos que el SPD se ha unido a la Merkel para gobernar en Alemania, no habrá nada que hacer. Y, sinceramente, no creo que el panorama invite al optimismo sobre un vuelco electoral.

Por lo tanto,  hay que decir a los electores que no se hagan la más mínima ilusión porque el poder no reside en esa institución por ellos elegida, como debería ser, sino en grupos que, elegidos por nadie, se imponen a parlamentos, a gobiernos y arruinan a pueblos enteros.

Ahora, en vísperas electorales, el Parlamento Europeo parece que se entera de las consecuencias que han tenido las medidas de austeridad germánicas ¡Ahora, tras seis años sin hacer la más mínima objeción!
Casualmente en este momento en el que empezarán las campañas electorales se reacciona con informes., ¡A buenas horas! Cuando la desigualdad alcanza un nivel inadmisible, con una cifra insoportable de desempleados, con los jóvenes absolutamente desanimados, con leyes restrictivas del derecho a la protesta. ¡Ahora se enteran de todo esto!


En mi opinión la verdadera obligación de la Izquierda consecuente es denunciar a ese Parlamento y ponerlo en evidencia ante la ciudanía sin la más mínima concesión y, evidentemente, tratar de persuadir a cuantos más mejor de la necesidad de cambiar la correlación de fuerzas en esa institución caduca.  

lunes, enero 06, 2014

REFLEXIONES SOBRE LA CRISIS EN RIVAS VACIAMADRID*



Somos muchos los que asistimos estos últimos días, con gran preocupación, a los acontecimientos de Rivas Vaciamadrid, donde el gobierno municipal de Izquierda Unida ha entrado en una profunda crisis como consecuencia de una posible inadmisible gestión de la Empresa Municipal de la Vivienda  y que ocasiona una “terremoto” político  donde no han faltado ceses decididos por el alcalde que está enfrentado a su organización.

A la gravedad del asunto, la presunta corrupción en sí misma, hay que sumar que afecta al que ha sido durante años en ayuntamiento ejemplar de la gestión de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid; un tipo de gobierno que servía de ejemplo para otros y que demostraba que,  desde la Izquierda, se podía combinar la participación democrática ciudadana y buena gestión. De hecho, esta gestión ha tenido un soporte abrumador con una mayoría muy por encima de lo que corresponde la Asamblea local.

Surge necesariamente la duda: ¿Ponen estos hechos en cuestión el modelo? La respuesta es compleja y no puede ser categórica pero, lo que si es cierto, es que algo ha fallado cuando parece que no se ha detectado a tiempo lo que estaba ocurriendo.

Se nos dirá con razón que las corruptelas, cuya existencia deberá ser dirimida en los tribunales, son obra de personas a título individual pero,  a veces, determinado tipo de gestión  es más proclive a facilitar conductas reprochables y,  por tanto, se debe extremar la vigilancia.

Esto no supone en absoluto que el modelo sea malo y haya que liquidarlo, como seguramente se pretenderá desde otros ámbitos, sino que se ha detectado una  imperfección que corregir de inmediato y con firmeza.
Parece claro que no es tarea sencilla porque quienes deberían empezar por dar ejemplo, una vez más, se aferran al cargo y torpedean con su actitud la resolución política del problema, tal y como corresponde a su compromiso con una organización y con la ciudadanía.

Pero,  esta crisis,  tiene otras consecuencias sobre las que convendría reflexionar: por un lado está en cuestión la autonomía del gobierno municipal respecto de la organización que lo sustenta y de otro,  vinculado al primero,  la capacidad de la organización para intervenir en cuestiones de la gestión municipal. Dos temas que me parecen importantes.

Sobre la primera cuestión debo decir que los gobiernos de los ayuntamientos deben tener suficiente autonomía respecto de quienes orgánicamente los sustentan por una razón que creo de sentido común.

La gestión de estos gobiernos, en esta fase de la democracia, se hace para todos los ciudadanos y no solo para los que han apoyado en un momento concreto un programa determinado.  Es  evidente que, incluso cuando se goza da una gran mayoría, como es el caso, no todos los apoyos provienen de militantes activos, afiliados o simpatizantes de la organización que gobierna. Muchos prestan su apoyo coyunturalmente.

Y, sobre todo, creo que la gestión del municipio no debe estar sujeta a las posibles desavenencias, por decirlo de una forma suave, que puedan afectar a la organización,  porque ello causaría un serio problema de gobierno a todos en general, como se ha demostrado históricamente.

Pero ¿qué pasa si es al revés?, es decir, ¿si es el propio equipo gestor el que entra en una seria crisis que afecta a la gobernanza y la pone en serio riesgo de paralización?

Resulta evidente, en mi opinión, que la organización tiene el deber de intervenir de forma rápida, clara y contundente para que los ciudadanos sepan desde el primer instante cuál es su posición, qué se va a hacer y para que les quede meridianamente diáfano que se va a defender el programa electoral en el que confiaron que debe ser el primero de los objetivos. Este es un deber inexcusable.

Sería osado pensar que todo el apoyo electoral se debe solo a un programa. Sabemos de sobra que los nombres, las personas elegibles,  tienen un peso significativo a la hora de tomar la decisión por parte de los electores. Pero esto no debe de ser óbice ni cortapisa para poner blanco sobre negro y explicar todo claramente con las consecuencias que tenga que, desde luego en caso alguno, no van a ser buenas.

Sin embargo, la alternativa es aún mucho mayor: la decepción, el descrédito y la utilización de estos dos factores por quienes quieren aprovechar hechos muy concretos para arrasar con la gestión desde la Izquierda.

*Evidentemente estas reflexiones las hago a título meramente personal y representan únicamente mi posición frente a este problema, sin que quieran ser nada más.


jueves, agosto 29, 2013

EL CASO CIFUENTES


El accidente que ha tenido la Delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid ha ocasionado una reacción de ira en su contra que ha quedado palmariamente reflejada en las redes sociales,  donde han abundado los mensajes de entusiasmo por ese hecho  e, incluso, pocos desde luego,  algunos que han manifestado claramente sus peores deseos para Cristina Cifuentes.

¿Maldad, odio, falta de sentimientos o algo similar? Aunque una respuesta generalizadora es siempre peligrosa,  me atrevería a decir que no, que en absoluto quienes han manifestado esas opiniones lo han hecho por maldad,  sino más bien por un sentimiento de ira y rabia que se lleva acumulando mucho tiempo.

Nos podrá parecer exagerado,  podremos incluso rechazar semejantes actitudes pero,  si no se va al fondo del problema,  estas condenas no solucionarán nada y quedarán, como otras tantas veces,  en un ejercicio hipócrita de lamentación. Algo así como esa frase manida y estúpida de “condeno la violencia, venga de donde venga”.  Pues no.

En las sociedades desarrolladas,  en las que se ha alcanzado ( o se cree haber alcanzado) un grado de convivencia aceptable para la mayor parte de la ciudadanía,   hemos logrado un acuerdo por el que se ha cedido a las fuerzas de seguridad el monopolio de la aplicación de la Ley.  De este modo,  ejército y policía por un lado,  y funcionarios de justicia por otro,  se convierten en los garantes de los derechos de todos.  Y en ese todos no hay exclusiones posibles, ni por motivación alguna.

Es decir que,  por ejemplo,   que nadie es culpable hasta que se demuestra lo contrario es un principio que debe ser respetado por todos y garantizado inexcusablemente por los encargados de ello, fundamentalmente los funcionarios de justicia. No parece que en este país esto ocurra así en muchas ocasiones.

En esta línea,  el derecho a la manifestación,  como parte fundamental de la libertad individual y colectiva de los ciudadanos,  debe ser garantizado por quienes están designados mediante ese pacto global al que antes me he referido para ello. 

Por tanto,  los cuerpos de seguridad están no para impedir el derecho a la manifestación sino para garantizarlo,  por muy extravagante que pueda parecer una convocatoria.  Es un derecho intocable.  Así que,  si mañana un colectivo quiere manifestarse para que España tenga  una estación en la Luna, nadie se lo puede impedir y debe protegerse su derecho por todos los medios al alcance e impedir que sea vulnerado por otros.

Y,  aquí, es donde entra,  en mi opinión,  el asunto de Cristina Cifuentes:  esta Delegada ha entorpecido ese derecho y ha abusado de su poder para reprimir de forma,  muchas veces brutal,  el ejercicio de ese derecho,  de forma que ella,  unilateralmente,  ha roto el pacto con los ciudadanos  por el que el gobierno,  cualquiera que se éste,  es responsable de garantizar que se cumpla escrupulosamente el acuerdo general que permite a esas fuerzas, de las que es responsable,  tener el monopolio de la violencia.

Es evidente que ese pacto,  por el que se cede el monopolio de la violencia,  no puede usarse en contra de quienes son precisamente los beneficiarios del mismo,  de igual forma  el Ejército no puede recurrir a la violencia en el interior porque se única misión es garantizar la integridad del territorio del estado, la policía no puede reprimir el derecho a manifestarse y solo podría intervenir contra quienes violentan ese derecho.

Queda claro, creo,  que al vulnerar el derecho a manifestarse,  Cristina Cifuentes se ha situado conscientemente fuera de la Ley,   fuera del pacto,   y debe responder por ello.  No es casualidad que los tribunales hayan rechazado muchas de sus famosas multas, por ejemplo.

¿Puede alguien que ha sufrido semejante desautorización,  aunque no haya todavía una decisión judicial final,  permanecer en un cargo político cuya misión es precisamente la garantía de unos derechos que está presuntamente  vulnerando?

Y esto no es cuestionar la presunción de inocencia,  porque hay unos hechos concretos de los que es políticamente responsable. Otra cuestión es la responsabilidad penal que ya se dirimirá en su momento.

Porque,  si el presidente de Afif,  debe dimitir o ser cesado por el accidente del Alvia Madrid- Ferrol, al margen de su posible responsabilidad penal, qué justifica que otro cargo no lo deba ser también cesado en el desempeño de su función por un mal uso de su poder.


La Delegada en Madrid debería reflexionar muy seriamente sobre su conducta.  No es posible que ese furor contra su persona sea resultado de la campaña de unos agitadores radicales pagados por la izquierda.  No, detrás de toda esa ira,  hay un comportamiento que ha desatado una reacción que tiene su origen en un problema muy serio: represión pura y dura frente al derecho .

sábado, marzo 16, 2013

LA RECONVERSIÓN SOCIAL




Para nadie es ya cuestionable que durante los últimos cinco años la ciudadanía española ha sido víctima de una estafa de grandes dimensiones propiciada por un sistema dañino en sí mismo y que no dejará de provocar estos desastres  hasta que sea,  no ya reformado,  porque eso no sirve,  sino absolutamente abolido y destruido.

Esta estafa gigantesca que algunos tratan de disfrazar con todo tipo de cuentos, como deudas soberanas,  déficit o gastos por encima de “nuestras” posibilidades,   ha  tenido  (y tendrá) como primera consecuencia un empobrecimiento general de la mayor parte de la sociedad.  Como ya digo,  hasta aquí,  ya nada de esto es novedoso.

La gran estafa se ha cebado en una serie de países con más o menos profundidad. Sin embargo, en el caso español se han dado además una serie de circunstancias que la han agravado mucho más en relación incluso con otros casos muy duros, porque el retroceso  económico viene acompañado de una brutal reconversión social de la mano de la derecha más reaccionaria del mundo.

No se puede negar que al día de hoy la UE es uno de los espacios sociopolíticos  en el que, salvo contadas excepciones,  la libertad,  así sin adjetivo,  corre el mayor peligro de involución y que esto da lugar a movimientos extraños que alcanzan gran relieve electoral.  Creo que esa no es la solución pero, hoy por hoy, es una realidad a la que hay que hacer frente.

El resultado de las elecciones en Italia ha alarmado porque puede provocar inestabilidad en los mercados, pero pocas voces se han escuchado sobre el fondo de la cuestión; los italianos están hartos de los viejos sistemas, de la putrefacción que todo lo invade y al votar a Beppe Grillo, han votado contra todo esto.  Si se hubiera presentado Rocco Siffredi, hubiera pasado lo mismo porque no es cuestión de liderazgos, sino de hartazgo.

Pero, no nos engañemos:  es verdad que desde Berlín se impone una determinada política cimentada en  una austeridad brutal que,  además,  busca su propio beneficio a costa de los demás; es el verdadero rostro de una Alemania tozuda e insolidaria, muy parecida a la de su reciente y tenebroso pasado . Pero, pese a eso,  dudo mucho de que desde el gobierno de merkel se impongan todos los retrocesos que se ven en otras cuestiones. Se mira hacia otro lado, eso sí.

Lo mismo que ha pasado durante años y años con la Ley Hipotecaria, ahora puesta en solfa por el Tribunal de Luxemburgo, tras haberse aplicado con ferocidad con cientos de miles de ciudadanos.

Me refiero, entre otras cosas, al ataque sin cuartel que sufren las llamadas libertades esenciales.  Hay una merma evidente  de la libertad de acción, manifestación,  expresión,  etc.

No se trata únicamente de la aplicación de las medidas más rigurosas de la leyes vigentes, sino de que se pretende cambiar esas leyes para endurecerlas hasta el extremo de que convierten en delito,  por citar un ejemplo,  la ayuda a los llamados inmigrantes ilegales.  ¿Es esto parte de la austeridad de la UE o una iniciativa del PP?  Creo que la respuesta no ofrece dudas.

Los ciudadanos de este país hemos tenido la mala suerte,  bien es cierto que provocada por una reacción equivocada ante la nefasta gestión del Psoe,  de que la estafa  económica haya coincidido con un gobierno reaccionario y liberticida. Pero, insisto, fueron los votos desde la visceralidad los que provocan esta situación actual.

Los hechos son contundentes: infiltración de policías de paisano en las manifestaciones,  brutalidad policial evidente pero sistemáticamente negada,  encarcelamiento de huelguistas sin pruebas que justifiquen esa decisión,  entorpecimiento de las acciones judiciales mediante encarecimiento de las tasas, sospechas fundadas de espionaje político,  asalto a los medios de comunicación públicos para manipular sin medida, entre otras muchas más cosas.

Entorpecimiento de las investigaciones judiciales desde el gobierno y desde el PP y, también bastantes veces, desde el Psoe. En esto el bipartidismo va de la mano.

Eso, por no hablar de la complacencia con la interferencia de la jerarquía católica en aspectos como la educación o derechos constitucionales como la libre decisión (que no es obligatoria,  por cierto) a abortar; la eliminación arbitraria de la Educación Ciudadana y vuelta a la asignatura de Religión como materia puntuable.

Los permanentes ataques,  desde el propio gobierno, a las parejas homosexuales que han optado por el matrimonio, sin que se obligue a dimitir a quienes los efectúan.  O a las reiteradas burlas e incomparecencias de los ministros ante los representantes de los ciudadanos.

O Intento de cambiar el panorama municipal mediante la reforma de la Ley de Bases de Régimen Local que va a suponer uno de los mayores ataques a la participación de la ciudadanía  en la democracia que les es más cercana,  como son los ayuntamientos que pretende reducir y dejar solo para aquellos que tengan un gran patrimonio económico.

Podría hablar de muchas más cuestiones,  pero creo que no es necesario. Este país sufre una reconversión social auspiciada por el PP y,  tolerada en muchos casos,  por su versión amable,  el Psoe preocupado solo por recuperar el gobierno a costa de lo que sea.

Lamentablemente en esta situación no toda la responsabilidad es del binomio turnante del PPsoe.

¿Cómo se entiende,  si esto no es así,  que se acepte una moción de censura apoyada por un condenado por acoso sexual para alcanzar una alcaldía?   Pero, al mismo tiempo, cabría preguntarse ¿cómo es posible que un condenado por ese delito pueda presentarse a unas elecciones y sacar cinco concejales?  



jueves, enero 31, 2013

DE POLVOS Y LODOS



 Recuerdo ahora el nombre que dio a su blog mi buen amigo Fausto Fernández  y me permito –espero que no se enfade- utilizarlo como título para esta entrada porque,  en realidad,  una buena parte de la pesadilla que estamos viviendo los ciudadanos de este país,  es consecuencia de aquellos polvos del pasado que se dio en llamar transición y de donde  proceden los fétidos lodos  de hoy.

Es evidente que quienes urdieron la gran estafa de la transición deberían haber previsto que el pacto con los herederos del franquismo acabaría pasando factura de una forma u otra. Es posible que no pudieran prever todas las consecuencias de aquella desafortunada decisión pero, algunos contubernios,  era  evidente que acabarían cuasando un desastre.

Entre éstos , uno de las más importantes,  fue el mantenimiento de (sometimiento a) la monarquía del 18 de julio y haber tolerado durante años la total opacidad y la absoluta impunidad del familión borbónico.  Ahora sale toda la porquería a relucir como una novedad impredecible. Pero,  ¿alguien en su sano juicio puede creer que todas estas cosas, verdaderamente inmorales, han ocurrido a espaldas del máximo responsable de esa familia?

Está claro que durante años ha sido imposible controlar las actividades de los miembros de la familia borbón;  sus negocios,  sus relaciones con personas de dudoso comportamiento,  sus idas y venidas y sus amistades más que peligrosas y muy generosas.  Todo se ha rodeado de un halo de silencio. Todo han sido parabienes y campechanías, todo adulación.

Ahora,  cuando la realidad empieza a demostrar que la suciedad también afecta, ¡y de que forma!  a esa institución trasnochada,  se pretende ir preparándonos para una burda maniobra.  Empiezan a llegar con insistencia los mensajes sobre la necesidad de una abdicación urgente de borbón padre en su hijo para que la pestilencia no tenga efectos tan nocivos que se ponga en cuestión todo en entramado.

Y llegan, lógigamente, desde los sectores que, en su día, aunque no solo, apoyaron la perpetuación de franco-monarqwquismo: PP y Psoe, en la político, grupos mediáticos y empresariales y entidades de diversa catadura.

Pues bien, no vale.  Es posible que en principio logren que el beneficiario del franquismo que,  ocupa todavía la jefatura del estado, abdique en su querido hijo, pero dudo bastante de que esa maniobra sirva durante mucho tiempo.  
La monarquía de la transición está definitivamente tocada,  está contaminada por la putrefacción,  por el aprovechamiento de la posición privilegiada de sus integrantes para enriquecerse de forma indeseable.

Si esto ya hubiera sido criticable en cualquier circunstancia, mucho más lo es ahora cuando el ciudadano está harto de ver como se empobrece cada día que pasa,  como para muchos de ellos  empieza a ser un calvario llegar a fin de mes,  como para otros muchos su principal preocupación es saber si al día siguiente seguirán bajo un trecho o le arrojarán de su casa.

Mientras seis millones engrosan la terrible lista del desempleo,  y millones de familias tienen a todos sus componentes en el paro, vemos como el familión mira para otro lado con el enriquecimiento ilegal y se limita a decir que es un “comportamiento poco ejemplar”.   ¡Que desfachatez!

Y,  cuando muchos vemos drásticamente recortados los sueldos,  recortados derechos sociales, impedidos de acudir a las aulas o disponer de una sanidad pública decente, vemos las trapisondas de la institución que aún  presume de que la justicia es igual para todos,  y nos insta a que arrimamos el hombro para salir juntos de la crisis, como tanto le gusta decir al borbón.

No,  esto no puede quedar con resuelto con una abdicación como si nada hubiera pasado. Ha pasado mucho y muy grave.

Acabo ya como empecé,  usando otra cita, en este caso de Ortega:  delenda est monarchia. Con un poco de suerte antes que después.


lunes, enero 28, 2013

CARNAVAL ADELANTADO EN “EL PAÍS”: LA FOTO DE LA INFAMIA



Parece que en el diario El País han adelantado el carnaval y han pretendido disfrazar como un error,  gran error,  lo que no es más que una manipulación infame que pretendía ser una gran información y que ha dejado su credibilidad bastante en entredicho.  Un “error”  que debería hacer reflexionar profundamente a los editores de un periódico que fue durante años un verdadero referente de seriedad para muchos ciudadanos.

Es malo en periodismo (y en general)  dejarse llevar por las fobias o filias personales;  lo vemos cada día en varios periódicos,  más parecidos a panfletos,  con portadas insultantes que pretenden descalificar todo aquello que se sale de su particular ortodoxia.  Llegan al extremo,  sin que pase nada,  de hacer acusaciones gravísimas que muchas veces quedan desmentidas por la realidad. Con impunidad publican nombres de personas para difamarlas.

Francamente  de El País se podía esperar algo más.

No es un secreto que para la cabecera del maltrecho Grupo Prisa el presidente de Venezuela, Hugo Chávez,  es un auténtico enemigo público.  Lo demostraron ya hace tiempo, en 2002,  con un episodio rocambolesco en el que quedaron al descubierto sus cartas.  Dieron por derrocado al presidente de ese país, sustituido por un tal Pedro Carmona  y después tuvieron  que rectificar a toda máquina. Se la tienen jurada.

Quienes me conocen personalmente,  algunos son seguidores de este blog,  saben de sobra que mi simpatía por el líder de la revolución bolivariana es muy escasa.  Hace un tipo de política que me desagrada profundamente y el hecho de que se haya enfrentado al imperialismo de EEUU no lo convierte en un icono de la Izquierda,  al menos para mí. Sencillamente no me gusta en absoluto.

Pero,  además de persona de izquierdas,  soy profesional  o pretendo serlo,  de la información y siempre he intentado dejar mi ideología lo más separada posible de lo que es la noticia pura y dura. Otra cosa es si tengo que escribir un artículo de opinión o,  como me ha sucedido en algunas ocasiones,  algún editorial  Es ahí donde expreso claramente mi posición o la del grupo para el que ocasionalmente trabajo, siempre y cuando no vaya contra mis principios. La noticia en sí misma es neutra. La forma de contarla no.

El caso es que El País dio por buena una foto de Chávez entubado en contra de todos los principios de responsabilidad informativa;  sin haberse cerciorado suficientemente de la veracidad de la misma y de la fiabilidad de la fuente,  que son  dos de los  elementos imprescindibles de cualquier informador. Sencillamente han incumplido su propio código de conducta que, precisamente,  fue para muchos de nosotros pauta a seguir durante años.

Y el hecho de que en Cuba no se facilite información sobre ese asunto,  lo que es absolutamente lógico,  no los disculpa. Si no es fiable la información sencillamente no se da y punto. Eso fue su norma durante mucho tiempo.

Tanto es así que,  si este periódico publicaba alguna noticia conflictiva,  la mayoría dábamos por buena su versión porque sabíamos que había pasado una serie de filtros que hacían casi imposible,  no el fallo,  que es humano,  sino la burda manipulación.

Su odio e inquina contra Chávez, en la que no entro,  les ha llevado a este desastre del que no basta salir con unas disculpas y el reconocimiento  del error.  Hay que pedir serias responsabilidades por lo sucedido.

Pero hay más y aún más doloroso.  Incluso aunque la foto hubiera correspondido al presidente bolivariano,  personalmente me produce una repugnancia intelectual y ética absoluta esa violación de la intimidad de una persona en la hora de la enfermedad,  en la hora del sufrimiento.

Constituye una falta de respecto de tal calibre que, al final,  es un daño mucho mayor que el posible error sobre la foto.

Porque aquí ya no se trata de una cuestión informativa, sino de todo lo contrario. Se trata de falta absoluta de moralidad que insulta a millones  de ciudadanos venezolanos,   a la familia y amigos del presidente y un insulto a la profesión periodística.  Es la manipulación llevada a su extremo más bochornoso.

¿Puede alguien en ese periódico explicar que aporta informativamente sobre la enfermedad de Hugo Chávez esa foto? ¿No se parece a las fotos que el yernísimo le hizo a Franco moribundo que fueron tan criticadas? ¿Puede explicar El País que ha cambiado entre un caso y otro?

El País,  que fue referente se ha convertido de la noche a la mañana en un diario amarillento y sensacionalista de la peor especie.