lunes, mayo 24, 2010

EL EMBROLLO DE LAS CAJAS



La intervención de CajaSur por parte del Banco de España, que se tendría que haber producido antes de que la entidad andaluza llegara la situación de quiebra en la que está, ha puesto de relieve una serie de factores al margen de la economía, que a los ciudadanos se les están ocultando deliberadamente y que son claramente de interés partidista.

Por eso resulta sorprendente que algunos políticos, especialmente del PP, tengan la osadía de pedir que las cajas se despoliticen y luego, de la mano de sus líderes Aguirre y Rajoy monten un espectáculo bochornoso por ver quien sería el presidente de Caja Madrid, si Ignacio González o Rodrigo Rato, a los que apoyaban respectivamente una y otro.

¿Es que acaso Rato no es un destacado militante del PP, que fue ministro de Economía con Aznar? ¿Es esta la despolitización que plantea el PP?

Pero no nos engañemos, el resto de formaciones políticas, con mayor o menor empeño, tienen también interés en que las cajas de ahorros no salgan de su ámbito regional, no escapen a su control, porque ellas son, en buena medida, fuente de su financiación, sin la que les sería muy difícil sobrevivir.

Es interesante observar los créditos que estas entidades conceden a los partidos, que los renegocian una y otra vez porque no pueden hacer frente a las deudas que contraen, especialmente en época electoral. De ahí la urgencia en que exista cuanto antes una verdadera Ley de Financiación de los partidos políticos.

En cualquier caso, el problema de la financiación es una de las razones fundamentales por las que las fusiones entre cajas de distintas comunidades es tan complicada y los políticos se muestran tan reticentes a que se produzcan. Quieren conservar su cuota de poder que equivale a garantizarse el dinero necesario para poder salir adelante.

Ahora bien, dicho esto, no es menos cierto que existe otro riesgo importante que es mucho más importante para los ciudadanos, y es que muchas cajas pasen a pertenecer a bancos, con lo que su actividad ya no sería, por ejemplo en el caso de la obra social, la misma. Y esto es esencial para el desarrollo de muchas zonas rurales. Es la temida privatización.

Es el caso, por ver un ejemplo reciente, de Caja Castilla-La Mancha, cuya obra social se va a ver afectada claramente tras su absorción por Caja Astur que, a su vez, la integra en un banco. La obra social pasará ahora a depender de una Fundación que ya veremos en el futuro como se desarrolla, pese a las buenas palabras de su presidente.

El riesgo de que las grandes cajas de Madrid, Caixa y BBK acaben liquidando a las pequeñas no es una fantasía, sino una realidad bien palpable. Por eso la mayoría prefieren que las fusiones se produzcan entre cajas de la misma comunidad, como es el caso de las dos gallegas o es de las andaluzas. Y aún así hay reticencias de todo tipo.

Por eso resulta incomprensible la actitud de los responsables de CajaSur que han preferido no fusionarse con Unicaja, incluso corriendo el riesgo de que el final la entidad cordobesa pase a manos extranjeras. Es de una irresponsabilidad rayana en la locura y que tendrá que ser muy bien explicada ante los cordobeses que tienen que estar perplejos ante tanto disparate.

Pero, en todo este embrollo, aún hay más porque ya en el colmo de lo inadmisible parece que en muchas ocasiones la aversión personal entre los gestores de las cajas o los negociadores ha frustrado alguna operación, como parece que ha sucedido con CajaSur y no es el único caso.

Y a todo esto, el señor gobernador MAFO, el del sueldo desconocido por tradición, sólo interviene cuando el mal es enorme y va a costar al contribuyente más de 1.000 millones de euros. Ver para creer.




5 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Y los curas salen en las noticias diciendo que van a rezar mucho...

RGAlmazán dijo...

¡Oh país! que diría Forges. Y la Iglesia, como siempre, en su sitio, pretendiendo ganar el cielo, jodiendo lo que toca en la tierra.

Salud y República

Dilaida dijo...

Llevas mucha razón en todo lo que dices, lo que ocurrió aquí en Galicia es digno de un guión para una película.
Y ahora lo de Caja Sur, bueno ahora no, esto viene desde hace tiempo, pero entre los curas y el Banco de España, ellos se lo guisan y se lo comen.
¡De pena!
Bicos

Ciberculturalia dijo...

Así es como tu tan bien explicas. El problema de las Cajas es la utilización partidista para su financiación. Mientras, en algunas las cosas se ponen mal y va el papa estado que ni más ni menos somos los contribuyentes a poner nuestro dinero para salvarlas. Los curas en sus iglesias rezando y MAFO en su cómodo sillón refugiado.
Esto es lo que ahí. ¿Podríamos cambiarlo?

Eastriver dijo...

Tu desconicerto es el mío y el de tanta gente. Y yo, en concreto, asumo mi ignorancia absoluta sobre el tema. Hay cosas que sencillamente me parecen tan fuera de toda lógica...