El
Partido Popular insiste una y otra vez en conseguir para Madrid la realización
de unos Juegos Olímpicos. Para ello no repara en gastos, se pasa su cacareada austeridad por el arco
del triunfo y envía a Suiza a una delegación de varias personas encabezadas por
la alcaldesa no electa Ana Botella.
La
verdad es que personalmente no me agrada demasiado la idea de que los JJOO se
celebren en Madrid. Sé las consecuencias nefastas que tuvieron para muchos ciudadanos
de Barcelona los de 1992, cuando fueron forzados a irse a vivir a otros barrios para
acondicionar la ciudad con nuevas construcciones "presentables" y eso supuso un perjuicio notable
para muchos de ellos. Claro que esto se ocultó convenientemente.
Me temo
que, más allá de la propaganda y de la parafernalia, muchos madrileños se
verían seriamente perjudicados por semejante evento. Pero, en fin, las cosas
son como son y no tienen vuelta de hoja: la campaña propagandística hace sus
efectos.
Pero,
lo que resulta incomprensible es que, en una comunidad en el que la austeridad
está causando verdaderos estragos, se nos diga que 150 millones al año, durante
siete años no supone un esfuerzo inasumible. ¡Caramba con la austeridad!
Es
decir, que mientras se han ido reduciendo servicios importantes como son
autobuses escolares, asistencia a mayores,
ambulancias, guarderías; se han elevado los precios del transporte
público de forma sustancial, se ha introducido el repago en la Sanidad, entre
otras muchas cosas ahora se nos dice que
¡1.050 millones de euros no suponen un gran esfuerzo!
La
verdad es que del PP se puede esperar todo y, es evidente, que quiere colgarse la medalla de
haber logrado para uno de sus mayores feudos la organización de los JJOO. Antes
de que se celebraran ya estarían sus líderes colocándose medallitas, que eso se
les da muy bien.
De
momento, en tiempos de austeridad, en el que el Ayuntamiento no tiene el más
mínimo empacho en recortar a diestro y siniestro, la comitiva encabezada por
Botella se ha ido a Suiza a presentar el proyecto.
Es de suponer que no habrán
ido con las gastos pagados, sino que ese viajecito lo hemos pagado todos, nos
guste la idea o no. Así que el transporte, las comidas y la estancia a nuestra
costa. Tampoco esto debemos considerarlo
un gran sacrificio, según parece.
Eso si,
a la alcaldesa no le debe afectar que en
Madrid sigan los desahucios y que hoy se publique los muchos ciudadanos tienen
ya que aplicar recortes en los gastos de comida porque nos llega el salario.
Evidentemente,
quienes estarán muy contentos serán todos los que pululan cerca del poder, en
este caso del PP, porque ya vislumbran
un negocio suculento: el de las adjudicaciones. Y si hacemos memoria y vemos
qué ha pasado con otras historias semejantes, que han servido para todo tipo de negocios
oscuros, enriquecimientos inmorales y todo tipo de corrupción pues entendemos
esa alegría y esa insistencia.
Y,
mientras tanto, sigue sin haber ni un solo responsable de la tragedia del
Madrid Arena; Me van a perdonar, pero eso si que es de récord olímpico, pero de
la desvergüenza.