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lunes, marzo 01, 2010

EL OFENSOR COTINO

RG Almazán, desde Kabila, ha denunciado el gravísimo hecho que ha ocurrido en las Corts del País Valenciano, donde el Vicepresidente de esa Comunidad, Juan Cotino, ha agraviado de forma muy grave a Mónica Oltra diputada del grupo Compromís. La ofensa es tan grave que, pese a que mi buen amigo Rafael, ya ha escrito sobre ello, no quiero dejar pasar por alto el asunto para que se conozca lo más posible para descrédito del tipejo este.

Es posible, no seré yo quien lo niegue, que en el fragor de un debate parlamentario se puedan hacer algunas afirmaciones excesivas, acusaciones con escaso sustento o lanzar exabruptos que merecen general reprobación. Deberían evitarse en la medida de lo posible, pero perder las formas es, a veces, inevitable.

En el transcurso de un debate en ese parlamento autonómico, Cotino aseguró que si tuviera una hija como la diputada Oltra, se avergonzaría de ella y añadió que eso era difícil porque posiblemente (Oltra) no conoce a su padre.
En condiciones normales esto se solventa con la disculpa pública del insidioso y la aceptación por parte del ofendido u ofendida de las disculpas y se cierra la cuestión.

Mónica Oltra ya ha aceptado, porque supongo que es una persona generosa, muy generosa, las disculpas de Cotino y, por lo que respecta a esa cuestión de puede dar por zanjada.

Pero la cuestión es en el fondo, como ya ha señalado Kabila, mucho más grave, porque Cotino que estuvo al mando de la policía ha utilizado presumiblemente datos que sólo pertenecen a la vida intima de Mónica Oltra para desprestigiarla, para avergonzarla e insultarla de la forma más soez posible. De dónde han salido estos datos, cómo han llegado hasta él, quien y cuando se los ha facilitado.

Aquí ya no se trata de mejor o peor educación. Se trata de la utilización de datos confidenciales para destruir a una persona quien, aún pudiendo estar equivocada o decir las cosas con excesiva vehemencia, ejerce por voluntad popular su cargo en un parlamento y, como cualquier otro ciudadano merece respeto a su imagen.

Si Cotino tiene algo que alegar a las acusaciones de corrupto y favorecer a empresas familiares le quedan otras muchas soluciones, entre las que no es la menor, demostrar que las afirmaciones de la representante de Compromís son falsas. Pero no, al igual que Ignacio González hizo en la Asamblea de Madrid con Fausto Fernández, ha preferido el insulto de la más baja estofa. Ante la acusación de corrupto, el ultraje, jamás la clarificación.

Es, por tanto, ineludible la responsabilidad política de Cotino y el PP, si tuviera ese ápice de vergüenza y ética que tanto reclama para los demás, ya habría cesado de forma inmediata al cochino Cotino. No puede representar al pueblo semejante personaje.

Pero no. No ocurrirá nada de esto y, si hace unos pocos días escribí sobre la pestilente Diez que insultó a los gallegos y, con ellos, a todos nosotros, hoy lo tengo que hacer sobre este miembro del opus quien, posiblemente por ser soltero, no tiene hijos y no sabe el dolor que supone que tu padre no te pueda reconocer hasta que has cumplido 11 años como consecuencia de la bastardía de un régimen policial y pacato en el que él posiblemente se sentiría muy cómodo.