Esta mañana he leído una noticia que me ha producido gran tristeza porque es una agresión a la cultura. La revista “Renacimiento”, una de las más importantes dedicada al mundo de la literatura desparece tras 22 años de andadura. Ciertamente es una muy mala novedad.
Los editores de esta revista sevillana, en la que han colaborado las mejores cabezas de la literatura latinoamericana, renuncian porque parece que no hay “mercado”, para este tipo de publicaciones. Dicen que, al desaparecer de las librerías, han dejado de llegar as los lectores y eso ha significado su muerte. Es muy posible que así sea, aunque, sin duda, el cese de subvenciones por parte de la Junta de Andalucía también ha colaborado a su derribo..
Pero, en el fondo, creo que lo que pasa es que el interés de los lectores (y me incluyo de alguna forma) está siendo distorsionado por motivos que poco o nada tienen que ver con el hábito de leer y me explico.
Un revista literaria, aparte de publicar poemas, artículos sobre diversos temas, casi siempre relacionados con la literatura, es también una especie de foro a través del cual se pueden conocer opiniones sobre libros, tendencias literarias, en fin, cuestiones que no están necesariamente contenidos en los libros pero sí sobre el contenido de éstos. Ç
Por lo tanto, y me parece muy importante, su interés es para el que, evidentemente además de leer, quiere conocer más sobre el panorama literario. Y aquí es donde creo que está uno de los problemas.
Poco a poco, nos hemos ido dejando llevar por la dictadura del mercado que imponen las grandes editoriales. Si un buen día, alguien quiere hacer de una obra mediocre una de las más vendidas del año, no tiene más que poner en marcha una campaña de mercadotecnia y tendrá más de la mitad del camino recorrido. Ejemplos hay de sobra y seguro que están en la mente de todos.
Así que nos marcan lo que debemos leer, una vez más con criterios de mercado, de rentabilidad, de porcentajes y de ventas récord en poco tiempo. Por eso, las revistas especializadas donde se produce generalmente un análisis riguroso no tienen cabida en las librerías. Como dicen los de Renacimiento han sido expulsadas. Son consideradas un peligro, porque pueden inducir al lector a desconfiar de los eslóganes publicitarios y hundir las expectativas de enriquecimiento de los que editan esas obras que todos debemos leer.
En todo caso, merecería le pena que el espíritu que representan revistas como Renacimiento, la República de las Letras, Revista de Occidente o Cuadernos Hispano Americanos, por citar algunas de las que conozco más, no se pierda y podamos seguir manteniendo un espirito crítico a la hora de elegir nuestras preferencias lectoras y no dejarnos llevar por modas.
Esperemos que Renacimiento, haga honor a su nombre y algún día esté de nuevo disponible.
7 comentarios:
Creo que, además delo que apuntas, hoy es posible, con internet, tener acceso a información a la que antes solamente se llegaba por medio de las revistas. Quizá deberían publicar de otra forma.
Estoy con María Jesús. El caso de Renacimiento es el de otras muchas revistas, casi todas con vida a través de subvenciones, que han tenido que buscar otros soportes para seguir subsistiendo o sencillamente morir.
Creo que los editores de Renacimiento podían hacer un esfuerzo y seguir haciendo la versión digital de la revista.
El ahorro en papel y en coste de distribución se las haría rentables.
Por un lado lo siento pero por otro sería bueno que los editores de este país se pusieran las pilas y supieran sacar partido a las nuevas tecnologías en pro de la "expansión cultural" de la que tanto hablan.
Otros editores de otros países ya están en ello y de forma adelantada
Un beso
Pues que pena, con internet, es fácil que pasen estas cosas.
besos y abrazos de tu niña gallega
sara
Es una pena, pero ya se sabe, tienen que renovarse o morir.
Bicos
Pues sí, es una pena, pero es verdad. Los que dominan el mercado no dejan que haya influencias ajenas.
El único camino para saltar la tiranía del mercado es Internet. La prueba es los diarios. Diagonal, Kaosenlared, Rebelión, etc. son impensables sin Internet aunque alguno, como es el caso de Diagonal, tenga edición en papel. No pueden competir con los periódicos convencionales, entre otras cosas porque los anunciantes van buscando tirada y rentabilidad. Internet es la posibilidad que les queda. Porque hasta los otros, por cuestiones costes y bajada de tirada las están pasando canutas.
Salud y República
Bueno, supongo que internet puede ser un complemento de las revistas de "carne y hueso", pero no una sustitución, de la misma forma que en libro electrónico no podrá sustituir al tradcional.
gracias por comentar
Comparto la idea general de muchos comentarios precedentes. La industria editorial se está transformando. Han aparecido tecnologías digitales de edición y distribución que obligan a un funcionamiento radicalmente distinto del negocio.
La revista, como cualquier proyecto, tiene unos requisitos económicos para su funcionamiento. Quizá tendrían otras salidas antes de la desaparición, no lo sé. Incluso, por qué no, plantearse el cambio radical de pasar de ser un negocio a una actividad sin ánimo de lucro, propia de una Fundación, que sólo busque cubrir costes de producción.
Segunda cosa, el oligopolio de los grandes grupos editoriales es tan tétrico y molesto como lo pone de manifiesto Don Txema, por lo menos. "Nos dicen lo que tenemos que leer".
Si pensamos en todas las industrias de contenidos, podríamos decir que nos dicen lo que tenemos que leer, oír y mirar (traducción de una conferencia de Mr. Hedges; un párrafo habla de eso). Al final de este otro texto hay otra traducción de un escrito de Mr Rheingold que también lo denuncia.
Aunque también ahí, en ese control férrero de ciertas actividades humanas por unos pocos ejecutivos de multinacionales de la Industria de Contenidos, también ahí las T.I.C. van a obligar a hacer cambios. Es eso, o destruir o inutilizar las T.I.C.
Cosa que se están planteando algunos "grandes" empresarios retrógados —nótese el oxímoron—.
Sólo hace falta ver la campaña mundial contra la Neutralidad en la Red, el A.C.T.A., las Enmiendas "Torpedo" del Paquete Telecom europeo, la Ley "Sinde"...
Gracias al uso libre de estas tecnologías, como el P2P, streaming de vídeos, el periodismo alternativo, periodismo ciudadano, etc. nos vamos librando cuando nos apetece de los mandatos de los consejos de administración de los oligopolistas.
Tercera cosa. Las subvenciones. El gobierno andaluz habría dejado de subvencionar la revista. Por eso planteaba antes lo de la Fundación y el ánimo de lucro. Una sociedad que recibe una subvención suele tener a)problemas de rentabilidad y b)estar produciendo un bien de interés.
Quiero denunciar qué cosas se están considerando de interés y qué cosas no. Ahora resulta que esta revista no tiene interés cultural para seguir subvencionándola. Pero, y aquí viene mi crítica, resulta que el maltrato animal si es de interés cultural o de interés turístico y hay que protegerlo.
Deberíamos revisar nuestras prioridades y hacer que nuestros representantes las defendiesen fielmente.
Saludos cordiales,
Publicar un comentario