Los españoles no alcanzaremos nuestra plenitud como ciudadanos libres, en el sentido total del concepto político de la palabra, hasta que nos desembaracemos definitivamente del vestigio más ominoso y visible de la dictadura franquista: la monarquía.
Esta realidad, por mucho que algunos intenten disimularla, hace que la fecha de hoy, 79 aniversario de la proclamación de la II República española, tenga un significado especial para muchos de nosotros.
Tal vez, por primera vez en muchos años, se empieza a detectar que la monarquía franquista está en declive; que cada día tiene menos adeptos y que los que se convirtieron en furibundos juan carlistas se baten en franca retirada ante la imposibilidad de defender ni a la persona, ni a la institución.
Pero, pese a ser todo esto verdad, no deberíamos caer en el error de convertir el 14 de abril en una festividad sólo rememorativa y de recuerdo, con cierto aire nostálgico.
No, el 14 de abril debe, ante y sobre todo, ser una fiesta de reivindicación que tiene que extenderse al 15, al 16 y así hasta cada uno de los días de cada semana, cada mes y de cada año hasta que se logre el objetivo, que no es otro que la proclamación de la Tercera y, con ese acto político, enterrar definitivamente el franquismo.
Debemos conjurarnos para que cada día que pase logremos atraer al máximo de personas posible a nuestra cusa cívica, liberadora, laica, integradora pero, al mismo tiempo, respetuosa con la historia de los pueblos de España.
Como ya dije en cierta ocasión en caso alguno debemos patrimonializar el concepto republicano. Pertenece a todos los que creemos en la libertad de la ciudadanía, frente a la docilidad de los súbditos.
Sea pues este 14 de abril, mucho más que una celebración, un punto de partida, la señal para la recuperación definitiva de nuestra dignidad que fue secuestrada por las fuerzas del mal; esas que, aún hoy, pretenden desde los cuatro puntos cardinales de la política doblegar nuestros espíritus y torcer nuestras voluntades.
Amigos y amigas ¡Viva la República!
14 comentarios:
Querido te mando todos los cariños modelo republicanos que ya sabes tú que son los más sólidos, afectivos, sinceros y solidarios de los que hay por estos mundos.
A por la III que a poco que insistamos la conseguiremos.
Gracias chicas. Hoy es el principio. Esto ya es imparable.
besos
Llevas mucha razón,los 14 de Abril no sólo es una fiesta conmemorativa sino también reivindicativa.
A por la III
¡Salud y República!
Efectivamente Felipe, sobre todo reivindicativa.
un saludo y a por la III
Viva la tercera y definitiva.
Espero que vuestro deseo se cumpla...
Un abrazos muy fuerte para tí, de tu niña gallega
sara
¡Viva!
Salud y República
Maria Jesús tú podrías ser la delegada del gobierno republicano en Galiza.
Sara, ya espero que tú con los años comprendas que la República no es una cosa de unos poco soñadores.
D. Rafa, un abrazo.
viva el 14 de abril!
Amigo Txema, para mí la palabra República conlleva la propia definición de democracia y libertad… la cosa pública es de todos. Mientras la monarquía es sinónimo de jerarca, soberano o dueño del estado (ya lo decía Luis XIV: El Estado soy yo), de poder omnímodo, de ostracismo y anacronismo histórico en el que subyace el servilismo del súbdito en contraposición a la soberanía del ciudadano.
Las palabras dicen mucho, su simbología no se erradica fácilmente. Cada palabra en su sitio: República Vs. Monarquía. Mientras que la más alta representatividad del Estado no sea elegido por el pueblo, no estará el pueblo representado en ella.
Un abrazo
Mi abuelo que murio en el año 1982 emigro de España hacia Argentina y me acuerdo ,yo de chico, escuchar el¡¡¡Viva la Republica!!!,que el siempre decia,gracias por hacermelo recordar.
¿Sabes que estoy notando que cada año que pasa el clamor es mayor? No se´si es que yo me fijo más o si somos cada vez más quienes sentimos que no es bueno seguir con esta tomadura de pelo de ahora. Saludos.
Antonio, las palabras definen, como muy bien señalas, la diferencia entre el concepto de ciudadano y súbdito. Una vez más tu precisión completa lo que los demás decimos.
Marcelo, no sabes cuanto celebro que tu abuelo fuera un republicano español. Sirvan estas modestas palabras para rendirle un merecido homenaje.
Si, Ramón, cada día que pasa somos más y esto va a ser impararable.
Queda la juventud, la educación en la Declaración Universal de los derechos Humanos y por supuesto la recuperación de la memoria histórica. Puede que entonces la III República llegue por sí misma.
Posiblemente haga falta ser mucho mas activos políticamente y una mayor coherencia y avances en la democracia, sobre todo en lo referente al cuarto poder: los medios de comunicación. Puede ser un proyecto político que sirva para terminar con la transición, sobre todo cuando vemos al fascismo empeñado en la toma del poder judicial. Pero creo que exigiría también de una mirada hacia adelante, con vocación de pluralidad y universalidad.
Los pasos que no se dan hacia adelante, se dan hacia atrás. El mundo no se detiene y nuestras aspiraciones deben seguirlo.
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