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sábado, abril 02, 2011

INFAME HASTA EL FINAL

Si los "barones" que han echado al infame de la Moncloa creen que con ello van a lograr una especie de borrón y cuenta nueva están equivocados por completo. No es posible que pretendan cargar todas las culpas de la política anti social que soportamos los ciudadanos sobre un único responsable para intentar salir indemnes de todo ello.

Durante todos estos años,  desde que se inició la crisis,  no se ha escuchado ni una sola voz en el psoe que haya clamado contra toda la serie de medidas que, el gobierno que sustenta, ha ido aplicando con mano de hierro a la ciudadanía, a lo que hay que añadir la incapacidad para frenar el desempleo galopante.

Los mercados han sido el oráculo de Delfos,  han sido los que han dictado todas y cada una de esas medidas, eufemísticamente llamadas reformas, que no hace falta recordar y que pasarán a la historia como la mayor agresión que ha sufrido la clase trabajadora en particular, pero también la sociedad en general.

Pretender ahora que con el abandono del felón todo va a ser distinto, es sencillamente una memez. Es el psoe en su conjunto el culpable del problema y,  por tanto,  no la solución de la crisis económica y social que atraviesa este país, por lo que cualquiera de los que pretenda ser su líder en el futuro, está marcado por la misma política que la de su líder y no sirve.

Optaron por rendirse,  pese a toda su palabrería,  ante los poderosos,  los banqueros,  las agencias de calificación, la Merkel y todos los que han generado precisamente la crisis y ante eso no hay disculpa posible.

Pero, además de esto, hay que señalar que el anuncio de que no se va a presentar a las próximas elecciones va a causar un problema adicional, que tal vez es lo que se busca.

Ahora, la mayor parte de los medios,  y con ellos posiblemente la mayoría la sociedad,  va a ocuparse permanentemente de la sucesión, de los posibles candidatos y del futuro de ese partido de cara a las elecciones de mayo de 2012, suponiendo que no se adelanten, en vez de discutir de lo que se ahora trata: elecciones municipales y en las comunidades en las que corresponde y buscar salidas a la crisis en aquellos y estas.

De nuevo se desvía la atención de lo importante, para fijarse en lo simplemente accesorio e intrascendente porque, a estas alturas, si el psoe presentará a Rubalcaba a Chacón o a cualquier otro,  no tiene la más mínima relevancia.

Así que la infamia se impone de nuevo y con esta maniobra se pretende que el debate se centre sólo en el inquilino de la Moncloa sin prestar la más mínima atención a los que ha hecho el psoe durante todos estos años allí donde ha gobernado.

Esperemos que alguien tenga la suficiente sensatez para no caer en esta trampa y se dedique a explicar a la ciudadanía lo verdaderamente importante.

domingo, marzo 21, 2010

EL PSOE DEBE RESPONDER DEL FRAUDE


Sería muy exagerado decir que ha causado una indignación general el rechazo por parte del Congreso de los Diputados de la reforma que permitiría acercar a la realidad representativa la realidad electoral, o dicho de otra manera,  que los partidos estuvieran representados de acuerdo  con los votos que reciben. Lamentablemente, en este país, aún hace falta avanzar mucho en la cultura política y por eso pasan estas cosas.

Evidentemente también sería poco ético decir que, en el caso concreto de Izquierda Unida, la escasa representación actual en el Parlamento se debe a la actual Ley Electoral. Es cierto que en otras épocas, con la misma legislación, se han superado con mucho los resultados de la actualidad. IU tiene su propia responsabilidad en esa situación y no se debe olvidar porque eso -no eludirlo- legitima la protesta.

Pero, aclarado que no se trata de una pataleta por tener tan sólo un diputado en el Congreso, hay que decir claramente que la actual ley electoral es un auténtico fraude y que el principal responsable de que esto siga así, es el partido del gobierno que ha tenido la oportunidad de corregir este disparate con sus votos y no lo ha hecho.

Debemos tener muy claro por qué el PSOE,  que se define a sí mismo de izquierda,  lo cual no deja de producir sorpresa vistas ciertas actitudes, no ha querido variar la situación actual. La respuesta es, en esta ocasión, muy sencilla: tiene pánico a que a su izquierda haya un partido, lo suficientemente fuerte, como para tener que contar con esa formación, a la hora de gobernar o de lograr una mayoría parlamentaria, que dé estabilidad a su hipotético gobierno.

El PSOE prefiere, sin duda alguna, que existan "parlamentariamente" partidos nacionalistas, con los que poder llegar a acuerdos a cambio de prebendas, componendas o pactos antinaturales, como el de Euskal Herria, antes que verse obligado a tener que depender de una izquierda transformadora por muchos ejemplos de sensatez y de serenidad que esta izquierda dé en la mayoría de los escenarios posibles. La Ley de presupuestos es un claro ejemplo cada año.

Esto no significa, prefiero hacer la aclaración, que las reivindicaciones de los nacionalistas sean las más de las veces justas, pero lo serían igualmente sin ese pacto, de forma que lo que es políticamente justo acaba siendo una cesión por parte del PSOE y un logro de los nacionalistas y todos contentos.

Además, desde el gobierno,  se mantiene siempre esa política de chantaje precisamente para lograr meter a los nacionalistas “en cintura” a cambio de alguna transferencia que lleva tiempo eternizada, algún blindaje económico oportuno o alguna inversioncilla que lleve años paralizada.

Evidentemente, cada uno es muy libre de pactar con quien quiera pero, para lo que no es tan libre, es para hacer que año tras año, elección tras elección, a un partido de la mayoría sólo le cueste 60.000 votos lo que a IU le cuesta 500.000, porque esto es un fraude a los electores, un fraude a la democracia, una vergüenza nacional, una estafa antidemocrática, una actitud manifiestamente totalitaria y un montón de adjetivos más que no escribo por decoro, justamente el decoro y el talante que le falta al Partido Socialista Obrero Español.