Jamás me arrepentiré de haber pertenecido al PCE; descarto totalmente que a estas alturas de mi vida cometa el error absurdo y odioso de caer en la fe del converso y pasarme al campo de la derecha más extrema, como les ha pasado a muchos ex comunistas. Sin embargo, si denunciaré sin tregua a aquellos que, en nombre de una idea liberadora, se dedican a oprimir y a asesinar impunemente.
Hace muy poco supimos de la muerte de Orlando Zapata, un ciudadano cubano que ha fallecido después de mantener una huelga de hambre durante 85 días. Ahora sabemos que en Corea del Norte, otro de los pretendidos paraísos, ha sido fusilado públicamente un ciudadano por hablar por un teléfono móvil y pasar información a Corea del Sur. ¿Qué información? ¡La situación de los precios del arroz!
En el caso de Zapata algunos han pretendido minimizar este hecho, con una serie de argumentos que producen vergüenza y más, si como afirman, se trata de personas que proceden del campo de la izquierda.
Seamos extremadamente generosos con los defensores de buena voluntad del régimen castrista. Admitamos que Orlando Zapata no era más que un delincuente común, que ya es mucho conceder, y que estaba en la cárcel por haber cometido delitos que nada o poco tienen que ver con la tiranía que soportan los cubanos. ¿Justifica eso su muerte? ¿Es menos culpable el régimen de su final? ¿No tiene el gobierno la obligación de velar por la vida de todos y cada unos de los ciudadanos?
Al final, es lo mismo que Zapata fuera un delincuente, un disidente o las dos cosas a la vez. Ante todo tenía derecho a conservas su vida con dignidad.
Esto no es una crítica al comunismo, ni a la revolución de Cuba, que me parece uno de los hechos más importantes del siglo XX. Es una condena tajante del gobierno de Raúl Castro que pisotea imponentemente aquello que precisamente quisieron desaterrar para siempre en su día los revolucionarios cubanos: la injusticia, la arbitrariedad, el terror, la opresión, la corrupción. Y esto, desgraciadamente, es lo que existe hoy en esa república.
¿Desde cuándo el comunismo puede significar lo que vemos en Cuba o en Corea? ¿Desde cuándo una idea liberadora, destinada a crear un hombre de nuevo tipo, puede servir para fusilar por hablar por un teléfono móvil?
Y para contestar a todas estas preguntas no me vale el argumento de que el capitalismo es peor; eso ya lo sé y no es esa la alternativa. Lo que esperaba es que el comunismo fuera mejor y lo que veo no me gusta. Tampoco sirven los famosos logros del régimen que, en Corea, no existen y en Cuba se están deshaciendo poco a poco.
No, no es este el tipo de comunismo al que aspirábamos.
Este es un blog abierto a todo tipo de opiniones. Sólo se eliminarán las que no sean respetuosas con los derechos fundamentales de las personas, falten el respeto a otros intervinientes o contengan comentarios racistas, xenófobos, vioentos o cualquier otro que atente contra la dignidad humana.
viernes, marzo 05, 2010
martes, marzo 02, 2010
GRACIAS A TOD@S
El pasado lunes anoté en mi blog la entrada cien. Claro está que, en comparación con otros, es una cifra que casi se podría decir que es ridícula, muy pequeña. Pero a mi me ha gustado llegar a estos cien comentarios que, además, casi han coincidido en el tiempo con la treintena de seguidores, aunque operativos sois muchos menos, lo que no os quita valor, sino todo lo contrario.
Cuando en 2006, abrí este blog , fue casi como una especie de recurso para que un amigo un poco insistente me dejara en paz. Lo reconozco y, tanto es así, que hasta 2009 no escribí nada de nada.
Pero una buen día recordé que estaba por ahí y, que de alguna forma me podría servir para dar a conocer una serie de ideas, fundamentalmente políticas, a personas que no tendrían por qué ser de mi entorno más cercano, que ya las “padecen” de sobra. En definitiva, era hacer un poco de proselitismo.
Coincidió esto con mi mayor actividad dentro de IU, mi elección para el Consejo Político Regional, y con la percepción de que la organización a la que pertenezco iba a necesitar del esfuerzo de todos para no salir muy mal parada en cada convocatoria electoral, tal y como el tiempo se ha encargado de demostrar.
El inicio fue descorazonador. Sólo al cabo de algunas semanas se apuntó un seguidor, Carlos, que de vez en cuando, tenía la amabilidad de dejar algún comentario. Así que estuve a punto de abandonar la empresa y dedicarme a otros menesteres. Pero tuve esperanza y decidí darme una oportunidad más.
No sé si sería lógico decir que acerté con esa decisión, o bien fue el puro azar lo que me ayudó, pero lo esencial, para mí, es que he conseguido conocer, y esto es lo verdaderamente importante, a una serie de personas que habéis aportado, algunos lo hacéis cada vez que dejáis un comentario, mucho más de lo que podría esperar de este asunto.
De hecho ya no me importa el proselitismo, ya no me importa si capto votos de alguno o alguna persona, lo que me apetece es conocer la opinión de otros porque me aporta mucho a la hora de enjuiciar la gran cantidad de temas que por aquí y por otros blogs han pasado a lo largo de todo este último año. Esto es lo verdaderamente importante y, por supuesto, quiero que así siega siendo en el futuro. Sencillamente he aprendido mucho más de lo que he podido aportar.
No sería justo olvidar a algunas personas que pasaron y lamentablemente ya no lo hacen por motivos personales que respeto pero me entristecen. Evidentemente me refiero a Selma, una de personas que ha dejado una profunda huella en mi corazón. Aún no me acostumbro, creo que no lo podré hacer jamás, a no ver escrita su opinión a primera hora de la mañana.
No querría tampoco olvidar a nadie de los que casi a diario os pasáis por aquí y, por eso, para no meter la pata, no voy a citar a nadie, algo que en mi modesta opinión, es la mejor manera de nombraros a todos.
Por todos estos momentos, por cada opinión, por cada comentario, por cada discrepancia, y también por cada presencia y alguna ausencia, gracias a todos.
Cuando en 2006, abrí este blog , fue casi como una especie de recurso para que un amigo un poco insistente me dejara en paz. Lo reconozco y, tanto es así, que hasta 2009 no escribí nada de nada.
Pero una buen día recordé que estaba por ahí y, que de alguna forma me podría servir para dar a conocer una serie de ideas, fundamentalmente políticas, a personas que no tendrían por qué ser de mi entorno más cercano, que ya las “padecen” de sobra. En definitiva, era hacer un poco de proselitismo.
Coincidió esto con mi mayor actividad dentro de IU, mi elección para el Consejo Político Regional, y con la percepción de que la organización a la que pertenezco iba a necesitar del esfuerzo de todos para no salir muy mal parada en cada convocatoria electoral, tal y como el tiempo se ha encargado de demostrar.
El inicio fue descorazonador. Sólo al cabo de algunas semanas se apuntó un seguidor, Carlos, que de vez en cuando, tenía la amabilidad de dejar algún comentario. Así que estuve a punto de abandonar la empresa y dedicarme a otros menesteres. Pero tuve esperanza y decidí darme una oportunidad más.
No sé si sería lógico decir que acerté con esa decisión, o bien fue el puro azar lo que me ayudó, pero lo esencial, para mí, es que he conseguido conocer, y esto es lo verdaderamente importante, a una serie de personas que habéis aportado, algunos lo hacéis cada vez que dejáis un comentario, mucho más de lo que podría esperar de este asunto.
De hecho ya no me importa el proselitismo, ya no me importa si capto votos de alguno o alguna persona, lo que me apetece es conocer la opinión de otros porque me aporta mucho a la hora de enjuiciar la gran cantidad de temas que por aquí y por otros blogs han pasado a lo largo de todo este último año. Esto es lo verdaderamente importante y, por supuesto, quiero que así siega siendo en el futuro. Sencillamente he aprendido mucho más de lo que he podido aportar.
No sería justo olvidar a algunas personas que pasaron y lamentablemente ya no lo hacen por motivos personales que respeto pero me entristecen. Evidentemente me refiero a Selma, una de personas que ha dejado una profunda huella en mi corazón. Aún no me acostumbro, creo que no lo podré hacer jamás, a no ver escrita su opinión a primera hora de la mañana.
No querría tampoco olvidar a nadie de los que casi a diario os pasáis por aquí y, por eso, para no meter la pata, no voy a citar a nadie, algo que en mi modesta opinión, es la mejor manera de nombraros a todos.
Por todos estos momentos, por cada opinión, por cada comentario, por cada discrepancia, y también por cada presencia y alguna ausencia, gracias a todos.
lunes, marzo 01, 2010
EL OFENSOR COTINO
RG Almazán, desde Kabila, ha denunciado el gravísimo hecho que ha ocurrido en las Corts del País Valenciano, donde el Vicepresidente de esa Comunidad, Juan Cotino, ha agraviado de forma muy grave a Mónica Oltra diputada del grupo Compromís. La ofensa es tan grave que, pese a que mi buen amigo Rafael, ya ha escrito sobre ello, no quiero dejar pasar por alto el asunto para que se conozca lo más posible para descrédito del tipejo este.
Es posible, no seré yo quien lo niegue, que en el fragor de un debate parlamentario se puedan hacer algunas afirmaciones excesivas, acusaciones con escaso sustento o lanzar exabruptos que merecen general reprobación. Deberían evitarse en la medida de lo posible, pero perder las formas es, a veces, inevitable.
En el transcurso de un debate en ese parlamento autonómico, Cotino aseguró que si tuviera una hija como la diputada Oltra, se avergonzaría de ella y añadió que eso era difícil porque posiblemente (Oltra) no conoce a su padre.
En condiciones normales esto se solventa con la disculpa pública del insidioso y la aceptación por parte del ofendido u ofendida de las disculpas y se cierra la cuestión.
Mónica Oltra ya ha aceptado, porque supongo que es una persona generosa, muy generosa, las disculpas de Cotino y, por lo que respecta a esa cuestión de puede dar por zanjada.
Pero la cuestión es en el fondo, como ya ha señalado Kabila, mucho más grave, porque Cotino que estuvo al mando de la policía ha utilizado presumiblemente datos que sólo pertenecen a la vida intima de Mónica Oltra para desprestigiarla, para avergonzarla e insultarla de la forma más soez posible. De dónde han salido estos datos, cómo han llegado hasta él, quien y cuando se los ha facilitado.
Aquí ya no se trata de mejor o peor educación. Se trata de la utilización de datos confidenciales para destruir a una persona quien, aún pudiendo estar equivocada o decir las cosas con excesiva vehemencia, ejerce por voluntad popular su cargo en un parlamento y, como cualquier otro ciudadano merece respeto a su imagen.
Si Cotino tiene algo que alegar a las acusaciones de corrupto y favorecer a empresas familiares le quedan otras muchas soluciones, entre las que no es la menor, demostrar que las afirmaciones de la representante de Compromís son falsas. Pero no, al igual que Ignacio González hizo en la Asamblea de Madrid con Fausto Fernández, ha preferido el insulto de la más baja estofa. Ante la acusación de corrupto, el ultraje, jamás la clarificación.
Es, por tanto, ineludible la responsabilidad política de Cotino y el PP, si tuviera ese ápice de vergüenza y ética que tanto reclama para los demás, ya habría cesado de forma inmediata al cochino Cotino. No puede representar al pueblo semejante personaje.
Pero no. No ocurrirá nada de esto y, si hace unos pocos días escribí sobre la pestilente Diez que insultó a los gallegos y, con ellos, a todos nosotros, hoy lo tengo que hacer sobre este miembro del opus quien, posiblemente por ser soltero, no tiene hijos y no sabe el dolor que supone que tu padre no te pueda reconocer hasta que has cumplido 11 años como consecuencia de la bastardía de un régimen policial y pacato en el que él posiblemente se sentiría muy cómodo.
Es posible, no seré yo quien lo niegue, que en el fragor de un debate parlamentario se puedan hacer algunas afirmaciones excesivas, acusaciones con escaso sustento o lanzar exabruptos que merecen general reprobación. Deberían evitarse en la medida de lo posible, pero perder las formas es, a veces, inevitable.
En el transcurso de un debate en ese parlamento autonómico, Cotino aseguró que si tuviera una hija como la diputada Oltra, se avergonzaría de ella y añadió que eso era difícil porque posiblemente (Oltra) no conoce a su padre.
En condiciones normales esto se solventa con la disculpa pública del insidioso y la aceptación por parte del ofendido u ofendida de las disculpas y se cierra la cuestión.
Mónica Oltra ya ha aceptado, porque supongo que es una persona generosa, muy generosa, las disculpas de Cotino y, por lo que respecta a esa cuestión de puede dar por zanjada.
Pero la cuestión es en el fondo, como ya ha señalado Kabila, mucho más grave, porque Cotino que estuvo al mando de la policía ha utilizado presumiblemente datos que sólo pertenecen a la vida intima de Mónica Oltra para desprestigiarla, para avergonzarla e insultarla de la forma más soez posible. De dónde han salido estos datos, cómo han llegado hasta él, quien y cuando se los ha facilitado.
Aquí ya no se trata de mejor o peor educación. Se trata de la utilización de datos confidenciales para destruir a una persona quien, aún pudiendo estar equivocada o decir las cosas con excesiva vehemencia, ejerce por voluntad popular su cargo en un parlamento y, como cualquier otro ciudadano merece respeto a su imagen.
Si Cotino tiene algo que alegar a las acusaciones de corrupto y favorecer a empresas familiares le quedan otras muchas soluciones, entre las que no es la menor, demostrar que las afirmaciones de la representante de Compromís son falsas. Pero no, al igual que Ignacio González hizo en la Asamblea de Madrid con Fausto Fernández, ha preferido el insulto de la más baja estofa. Ante la acusación de corrupto, el ultraje, jamás la clarificación.
Es, por tanto, ineludible la responsabilidad política de Cotino y el PP, si tuviera ese ápice de vergüenza y ética que tanto reclama para los demás, ya habría cesado de forma inmediata al cochino Cotino. No puede representar al pueblo semejante personaje.
Pero no. No ocurrirá nada de esto y, si hace unos pocos días escribí sobre la pestilente Diez que insultó a los gallegos y, con ellos, a todos nosotros, hoy lo tengo que hacer sobre este miembro del opus quien, posiblemente por ser soltero, no tiene hijos y no sabe el dolor que supone que tu padre no te pueda reconocer hasta que has cumplido 11 años como consecuencia de la bastardía de un régimen policial y pacato en el que él posiblemente se sentiría muy cómodo.
sábado, febrero 27, 2010
TODOS SOMOS GALLEGOS
Rosa Díez, la lideresa de ese movimiento extraño y populista que es UPyD, ha demostrado algo que para muchos no es una novedad ni un secreto: Es tonta, aunque va de lista, en el sentido estricto de la palabra; no en el sentido peyorativo, sino en el sentido real de lo que significa ser tonta.
Resulta que esta buena señora, cuyo odio a ZP, viene de lejos y es consecuencia de algo tan ideológico como su derrota en las elecciones primarias en las que éste se impuso a RD, con el apoyo de los guerristas, ha dicho del presidente del Gobierno, y líder del Psoe, que es gallego en el sentido peyorativo de la palabra.
Bien, me asalta una duda: ¿qué es ser gallego en el sentido peyorativo de la palabra? Supongo que la señora Díez entenderá que es algún insulto porque, en caso contrario, no viene a cuento la aclaración de que lo dice en su sentido peyorativo.
Pero, entonces me queda otra duda: de cuántas formas se puede ser gallego. Vuelvo a suponer que, además del gentilicio aplicable a los ciudadanos de esa comunidad histórica, deben existir otras formas de galleguismo, de las cuales, al menos una, es peyorativa para este señora.
Se ha intentado que doña Rosa aclare el contenido de su profundo pensamiento, lanzado al aire en una entrevista que le hizo Iñaki Gabilondo, pero ha sido inútil; se ha salido por los cerros de Úbeda, dicho sea en sentido metafórico, y se ha limitado ha decir que se ha cogido el rábano por las hojas, dicho también a modo de ejemplo.
Y, por supuesto, la culpa es del mensajero, del escuchante, del elector, de los gallegos que se dan por aludidos, de los que no somos gallegos pero como si lo fuéramos, la culpa es de todos menos de quien ha insultado de forma de estúpida a los gallegos y, con ellos, a todos los demás.
El caso es que parece que en los últimos tiempos se ha puesto de moda la zafiedad y el insulto entre los políticos, que ya es los que nos faltaba para que su mala imagen, ganada bien a pulso, salvo las excepciones de todos conocidas, se acreciente a pasos agigantados.
Las palabras soeces de Esperanza Aguirre contra un compañero de su propio partido, las descalificaciones inmundas y miserables de Ignacio González (PP) hacia Fausto Fernández (IU) en la comunidad de Madrid o las salidas de tono de Pepiño Blanco y Francisco Camps y otros muchos, son un buen ejemplo de lo que afirmo.
En fin, si a esto le unimos las situaciones que se dan diariamente en la Televisión pública, ( de las otras TV mejor ni hablar) donde el mal gusto queda de relieve cada dos por tres, le dan a uno ganas de emigrar, en el sentido real y verdadero de la palabra, justo lo que han hecho siempre lo gallegos.
Resulta que esta buena señora, cuyo odio a ZP, viene de lejos y es consecuencia de algo tan ideológico como su derrota en las elecciones primarias en las que éste se impuso a RD, con el apoyo de los guerristas, ha dicho del presidente del Gobierno, y líder del Psoe, que es gallego en el sentido peyorativo de la palabra.
Bien, me asalta una duda: ¿qué es ser gallego en el sentido peyorativo de la palabra? Supongo que la señora Díez entenderá que es algún insulto porque, en caso contrario, no viene a cuento la aclaración de que lo dice en su sentido peyorativo.
Pero, entonces me queda otra duda: de cuántas formas se puede ser gallego. Vuelvo a suponer que, además del gentilicio aplicable a los ciudadanos de esa comunidad histórica, deben existir otras formas de galleguismo, de las cuales, al menos una, es peyorativa para este señora.
Se ha intentado que doña Rosa aclare el contenido de su profundo pensamiento, lanzado al aire en una entrevista que le hizo Iñaki Gabilondo, pero ha sido inútil; se ha salido por los cerros de Úbeda, dicho sea en sentido metafórico, y se ha limitado ha decir que se ha cogido el rábano por las hojas, dicho también a modo de ejemplo.
Y, por supuesto, la culpa es del mensajero, del escuchante, del elector, de los gallegos que se dan por aludidos, de los que no somos gallegos pero como si lo fuéramos, la culpa es de todos menos de quien ha insultado de forma de estúpida a los gallegos y, con ellos, a todos los demás.
El caso es que parece que en los últimos tiempos se ha puesto de moda la zafiedad y el insulto entre los políticos, que ya es los que nos faltaba para que su mala imagen, ganada bien a pulso, salvo las excepciones de todos conocidas, se acreciente a pasos agigantados.
Las palabras soeces de Esperanza Aguirre contra un compañero de su propio partido, las descalificaciones inmundas y miserables de Ignacio González (PP) hacia Fausto Fernández (IU) en la comunidad de Madrid o las salidas de tono de Pepiño Blanco y Francisco Camps y otros muchos, son un buen ejemplo de lo que afirmo.
En fin, si a esto le unimos las situaciones que se dan diariamente en la Televisión pública, ( de las otras TV mejor ni hablar) donde el mal gusto queda de relieve cada dos por tres, le dan a uno ganas de emigrar, en el sentido real y verdadero de la palabra, justo lo que han hecho siempre lo gallegos.
sábado, febrero 20, 2010
GRAVE INCIDENTE EN DUBAI
Es muy factible que algunos, o incluso todos los seguidores judíos de este blog, se enfaden conmigo por esta entrada. Es posible, y lo sentiré enormemente, que se sientan contrariados por mi severa crítica de un hecho que me parece inadmisible, como ha sido el asesinato de Mahmoud al-Mabhouh (Hamás) en un hotel de Dubai, que ha provocado una serio escándalo y rechazo internacional y ha dejado en muy mal lugar al gobierno de Israel que ha actuado al margen de la legalidad.
Es factible que, más allá de toda racionalidad, se me confunda con los enemigos del Estado judío por el hecho de no compartir la política de su gobierno en la cuestión de Gaza. Pero será injusto y, sobre todo, falso.
Espero que esas personas, a las que tengo por sensatas, entiendan que permanecer en silencio ante casos como éste, es una forma de complicidad con quien ha vulnerado el estado de derecho del que la nación judía no puede sustraerse. Sería, además, un triple traición.
Por un lado, a mí mismo, que siempre he creído que nadie, bajo pretexto alguno, puede saltarse las normas del derecho, privado o público, nacional o internacional.
En segundo lugar, una traición a los miles de israelíes que, como Gideon Levy quien desde el periodico Haaretz, cuyo artículo del 18 pasado me ha servido de base para el mío, luchan cada día por lograr una paz justa en Palestina que, actos como este, dificultan.
Y, finalmente, como descendiente en parte de judíos españoles no puedo permitir que estos desmanes acaben por machacar definitivamente el crédito de todo un pueblo tantas veces víctima, algo que, a veces, se olvida desde dentro y desde fuera.
Y no me servirá como argumento que el hecho de no vivir en Israel invalida mi opinión, porque en España tenemos nuestro propio terrorismo que algunos quisieron combatir desde las cloacas y fueron mandados a la cárcel, bien es cierto que no todos. No es una cuestión de territorialidad, sino de ética.
No se puede entrar en país y asesinar impunemente a alguien por el hecho de que se le considere un terrorista y, aún resulta más grave, que para cometer ese delito se haya utilizado la identidad de siete personas a los que ahora se ha puesto en grave peligro.
Y tiene mucha razón Levy cuando señala que la cuestión de fondo no es debatir si el asunto ha sido una chapuza o no. Lo primordial, lo que debe llevar a una seria reflexión a la ciudadanía israelí es si el asesinato puede ser una arma legítima, aunque sea para combatir al terrorista.
El Mossad, presunto autor del crimen, es un servicio de inteligencia para prevenir los ataques contra Israel, pero no puede convertirse en una especie de escuadrón de la muerte, y su jefe Meir Dagan es responsable de este acto que, como era de esperar, ha dividido a la sociedad, aunque la prensa oficialista siga adulando a su máximo responsable y a su valedor Benjamín Netanyahú. Ambos deben responder.
Levy va, como siempre, mucho más lejos que la mayoría de los ciudadanos de Israel cuando señala con el dedo a una sociedad adormecida que va a seguir ignorando “como es su costumbre” la causa del terrorismo: la ocupación israelí.
Estos ciudadanos deben comprender que no vale todo contra el terrorismo, en la lucha contra el contrabando de armas en Gaza o en la prevención de los actos de Hamás y contra sus elementos dirigentes.
Tienen que entender que el Estado no puede ser el primero el vulnerar las normas del derecho de gentes. El día que esto ocurra se habrá dado un paso importante hacia la paz.
Es factible que, más allá de toda racionalidad, se me confunda con los enemigos del Estado judío por el hecho de no compartir la política de su gobierno en la cuestión de Gaza. Pero será injusto y, sobre todo, falso.
Espero que esas personas, a las que tengo por sensatas, entiendan que permanecer en silencio ante casos como éste, es una forma de complicidad con quien ha vulnerado el estado de derecho del que la nación judía no puede sustraerse. Sería, además, un triple traición.
Por un lado, a mí mismo, que siempre he creído que nadie, bajo pretexto alguno, puede saltarse las normas del derecho, privado o público, nacional o internacional.
En segundo lugar, una traición a los miles de israelíes que, como Gideon Levy quien desde el periodico Haaretz, cuyo artículo del 18 pasado me ha servido de base para el mío, luchan cada día por lograr una paz justa en Palestina que, actos como este, dificultan.
Y, finalmente, como descendiente en parte de judíos españoles no puedo permitir que estos desmanes acaben por machacar definitivamente el crédito de todo un pueblo tantas veces víctima, algo que, a veces, se olvida desde dentro y desde fuera.
Y no me servirá como argumento que el hecho de no vivir en Israel invalida mi opinión, porque en España tenemos nuestro propio terrorismo que algunos quisieron combatir desde las cloacas y fueron mandados a la cárcel, bien es cierto que no todos. No es una cuestión de territorialidad, sino de ética.
No se puede entrar en país y asesinar impunemente a alguien por el hecho de que se le considere un terrorista y, aún resulta más grave, que para cometer ese delito se haya utilizado la identidad de siete personas a los que ahora se ha puesto en grave peligro.
Y tiene mucha razón Levy cuando señala que la cuestión de fondo no es debatir si el asunto ha sido una chapuza o no. Lo primordial, lo que debe llevar a una seria reflexión a la ciudadanía israelí es si el asesinato puede ser una arma legítima, aunque sea para combatir al terrorista.
El Mossad, presunto autor del crimen, es un servicio de inteligencia para prevenir los ataques contra Israel, pero no puede convertirse en una especie de escuadrón de la muerte, y su jefe Meir Dagan es responsable de este acto que, como era de esperar, ha dividido a la sociedad, aunque la prensa oficialista siga adulando a su máximo responsable y a su valedor Benjamín Netanyahú. Ambos deben responder.
Levy va, como siempre, mucho más lejos que la mayoría de los ciudadanos de Israel cuando señala con el dedo a una sociedad adormecida que va a seguir ignorando “como es su costumbre” la causa del terrorismo: la ocupación israelí.
Estos ciudadanos deben comprender que no vale todo contra el terrorismo, en la lucha contra el contrabando de armas en Gaza o en la prevención de los actos de Hamás y contra sus elementos dirigentes.
Tienen que entender que el Estado no puede ser el primero el vulnerar las normas del derecho de gentes. El día que esto ocurra se habrá dado un paso importante hacia la paz.
martes, febrero 16, 2010
CARO APRENDIZAJE
Un buen amigo de Bilbao, algo nacionalista, me contaba hace unos días, entre sorprendido y contrariado que Pachi López, el ocupante socialista de Ajuria Enea con los votos del PP, había empezado ahora a estudiar euskara y que la broma les iba a costar a los contribuyentes vascos más de 73.000 euros.
La verdad es que me quedé un poco perplejo, no por el hecho de que López no sepa euskara, algo que ya conocía de sobra, sino por el alto coste del aprendizaje de ese idioma que, aunque no es precisamente sencillo, tampoco es como para originar semejante gasto. De hecho yo lo estudié y me costó bastante menos, aunque ciertamente han pasado mucho años y todo es más caro.
El caso es que, efectivamente, comprobé que lo que me dijo mi amigo bilbaíno es totalmente cierto y aún más, que el propio valedor de López, que lo llevó a la lehendakaritza con sus votos, le ha pedido que gaste un poco menos en convertirse en euskaldun berri (persona que aprende euskara -batua- de mayor).
Resulta sorprendente que el candidato a ser presidente del gobierno vasco ignore el idioma de su comunidad que, recordemos, allí está en pie de igualdad con el castellano, pero aún es más chocante que se moleste en aprenderlo ahora cuando ha tenido años para hacerlo con cargo a su bolsillo y no al de los ciudadanos.
Es pasmoso el desprecio de López al idioma de sus conciudadanos y también la desfachatez de cargar al erario público la solución, si es que la llega a resolver, de su ignorancia del mismo.
Supongo que para pedir que la selección española de fútbol juegue un partido en Euskal Herria o una etapa de la vuelta ciclista a España pase por esa comunidad, habrá pensado que hace falta tener grandes conocimientos de euskara y de ahí su repentino entusiasmo.
Y, que yo sepa, estas dos iniciativas, junto a la supresión del término Euskal Herria (País Vasco) del uso lingüístico y la modificación del escudo de la Ertzantza son las iniciativas más importantes que ha presentado el susodicho ocupante. ¡Ah se me olvidaba! también se presentó a celebrar el día de la Constitución junto al borbón.
En fin esperemos que la presidenta del parlamento vasco no se empeñe también en aprender euskara lo mismo que muchos de los consejeros actuales porque al final va a ser una partida importante de los presupuestos y en definitiva para qué quieren saberlo si gobiernan mirando a Madrid, donde todos les entienden a las mil maravillas.
lunes, febrero 15, 2010
EL REY MAGO, O EL PACTO MILAGROSO
Parece que a medida que avanzan los días crece la presión desde varios frentes para conseguir que finalmente se logre un milagroso pacto de Estado que saque a España de la seria crisis económica en la que está sumida
Tanto es así que los social-monárquicos, con ZP a la cabeza, han ido en peregrinación hasta la Zarzuela a pedir con disimulo, eso sí, y edulcorado con el argumento de las clásicas entrevistas institucionales que, el mayor beneficiario de la dictadura franquista “arrime el hombro”, como no deja de pedir Mari Tere la vicepresidenta a todo el que pilla por delante para salir del pozo que ya ha ahogado a cuatro millones de desempleados.
Lo más curioso del caso es que, incluso desde las posiciones más poco proclives a la monarquía se ha resaltado el papel mediador del heredero de franco con total naturalidad, como si esto fuera lo más normal del mundo y no pasase nada. Y si pasa, ya lo creo que pasa.
Deben tener mucha razón quines hace unos días me comentaron que el gobierno está sencillamente aterrorizado y que no es capaz de encontrar una solución la crisis que se le h venido encima y por eso anda desesperado buscando ayuda. Eso explicaría la salida a la palestra del borbón.
Pero, si esto es así, ¿no sería mucho más normal y ético, decir la verdad a la ciudadanía en vez de mentir una y otra vez, en vez de anunciar salidas de la crisis que no llegan a verse, o anunciar brotes verdes que no aparecen?
Por otro lado, teniendo en cuenta los precedentes, un pacto de Estado es con toda seguridad el pórtico de un recorte generalizado de prestaciones sociales, un nuevo palo en las espaldas de los asalariados, como ya lo fueron los famosos Pactos de la Moncloa, sólo que ahora con una izquierda mucho más debilitada, por no decir verdaderamente inexistente.
Todo tiene si origen en la reunión de Davos, donde a ZP le han leído la cartilla y le han urgido a que tome las medidas que el sistema considera indispensable para que España deje de ser un usuario del furgón de cola.
Que lejos queda ahora esa prepotencia del que se jactaba de haber adelantado a Italia y se ponía como reto superar a Francia. Ahora es sólo un mendicante errático que no tiene ni idea de cómo superar un problema que minimizó hasta extremos ridículos.
Y no parece, además, que Mariano Rajoy esté dispuesto a facilitar la salida de la crisis porque sabe perfectamente que sólo que esta se mantenga y, mejor aún si se agrava es la mejor baza para ocupar el sillón de Moncloa.
Desgraciadamente sólo los sindicatos y posiblemente los partidos de la Izquierda tengan en este momento la suficiente responsabilidad de estado para estudiar con seriedad ese posible acuerdo. Pero con este gobierno ya no es posible pactar nada porque carece totalmente de credibilidad.
La cuestión es saber hasta que extremo estarán dispuestos a asumir otra vez la carga de resolver un problema que no han creado con la seguridad de que nadie se lo va a reconocer.
Y, entre tanto, ZP pide, estúpidamente aferrado al sillón, ayuda al rey mago en espera de que el tiempo mejore, que pase lo peor de la crisis y entonces la memoria falle y todas sus imprevisiones, mentiras, subidas de impuestos y intentos de recortes sociales no lastren su pretendida reelección por descarte.
Y dentro de unos años los libros de historia hablarán de un gran personaje que trajo a España la democracia, detuvo el sólo un golpe de Estado y la sacó de la peor crisis economía que conocieron los tiempos.
sábado, febrero 13, 2010
FRIVOLIDAD LATINA
Hace algunas semanas mi buen amigo el diputado por IU en la Asamblea de Madrid Fausto Fernández, comentaba en su blog que muchas veces los blog de quienes de alguna forma, con más o menos intensidad o mayor o menor responsabilidad, nos dedicamos a la política activa resultan absolutamente monocordes y, por tanto, corren el riesgo de acabar por aburrir al más pintado.
Para evitar eso aconsejaba de vez en cuando alejarse de la política. Voy a seguir el consejo de Fausto y en cuanto se presente la ocasión, escribiré sobre algún otro tema al margen de la política.
Hace unos días leí una noticia que me dejó pensativo: resulta que el capitán de la selección inglesa de fútbol, un tal John Terry ha sido desposeído de ese honor por el seleccionador Fabio Capello.
¿Y por qué ha sucedido esto? ¿Acaso ha tenido alguna desavenencia con Capello, ha ofendido a su país, ha insultado a la reina o hecho alguna declaración extemporánea? No amigos y amigas, nada de esto.
El problema es que el tal Terry ha tenido una relación extra conyugal con una modelo francesa de ropa interior llamada Vanesa Perroncel y que, para mayor INRI es la mujer de otro compañero de la selección, Wayne Bridge. Es decir es una cuestión meramente culebronesca.
La cosa no pasaría de ser una mera anécdota que no merecería más atención, si no fuera porque ha intervenido hasta el mismo presidente de la FIFA, es decir el máximo organismo internacional del Fútbol, Joseph Blatter, quien no ha podido contenerse y ha soltado la lengua de forma algo estúpida.
Para este tipo, lo que ha ocurrido con Terry en Inglaterra, en una país latino, como Francia, Italia o España, parece que los portugueses quedan excluidos, habría sido aplaudido.
Demostración palpable de que para este elemento, los latinos nos tomamos las relaciones de pareja a beneficio de inventario, nos da igual ocho que dieciocho, glorificamos las canitas al aire y cuando algún personaje con más o menos fama tiene una relación extra matrimonial salimos a la calle a vitorearle en público, porque en privado ya la cosa es distinta, porque seguro que en ese caso, todo son críticas de lo más ácido.
Creo que en España, y supongo que en Francia e Italia igual, la mayoría si nos tomamos las relaciones de pareja como algo serio, muy serio, y no andamos elevando a la categoría de héroe a quien tiene un “rollo” con otra persona. Otra cosa es que se le crucifique en público, o se haga de ello un problema de estado, porque normalmente consideramos ese asunto pertenece a la vida privada de cada uno y es en ese ámbito donde debe resolverse.
En fin, siempre he pensado que los anglosajones son unos hipócritas de tomo y lomo y que están aún hoy influidos por un puritanismo que les permite esclavizar a pueblos enteros a lo largo de todo el planeta pero les hacer ser absolutamente intolerantes con las “debilidades de la carne”.
Me vienen ahora a la memoria dos obras maravillosas en este sentido, aunque una es danesa. Se trata de la película Dies Irae, protagonizada por la maravillosa Lisbeth Calvin, y de las Brujas de Salem de Arthur Miller. En ambas el puritanismo lleva al asesinato de personas que supuestamente son pecadores y brujas.
Así que, aunque ya sé que en todas partes cuecen habas, me alegro de ser latino.
jueves, febrero 11, 2010
RECONOCIMIENTO AL JUEZ GARZÓN
CONSCIENTES de la desafortunada imagen que esta generación de españolas y españoles podría dar ante la Historia, a la vista del proceso judicial emprendido contra el juez que tuvo la valentía de investigar la responsabilidad del régimen dictatorial franquista, no en busca de venganza, sino para tratar de reparar --en la medida de lo posible-- a las familias de los centenares de miles de ciudadanos represaliados (entre asesinados, torturados, secuestrados, silenciados y exiliados).
PREOCUPADOS por el precedente que podría sentar, ver cómo se actúa contra cualquier miembro de la magistratura que ose cuestionar la vigencia o la validez de unos instrumentos de impunidad que fueron pergeñados en las entrañas del propio régimen franquista.
CONOCEDORES del curso de los acontecimientos, que al parecer, podrían resultar en una inminente separación del magistrado juez BALTASAR GARZÓN de la carrera judicial.
EXPRESAMOS nuestro apoyo formal al magistrado juez español BALTASAR GARZÓN, quien estos días es objeto de una grave campaña de difamación y persecución política, promovida desde sectores ultra conservadores, tras impulsar un proceso en busca de Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas de la dictadura franquista. Nuestra solidaridad para quienes, como él, actúan con valentía frente a los crímenes de lesa humanidad. Para él, nuestro reconocimiento.
PREOCUPADOS por el precedente que podría sentar, ver cómo se actúa contra cualquier miembro de la magistratura que ose cuestionar la vigencia o la validez de unos instrumentos de impunidad que fueron pergeñados en las entrañas del propio régimen franquista.
CONOCEDORES del curso de los acontecimientos, que al parecer, podrían resultar en una inminente separación del magistrado juez BALTASAR GARZÓN de la carrera judicial.
EXPRESAMOS nuestro apoyo formal al magistrado juez español BALTASAR GARZÓN, quien estos días es objeto de una grave campaña de difamación y persecución política, promovida desde sectores ultra conservadores, tras impulsar un proceso en busca de Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas de la dictadura franquista. Nuestra solidaridad para quienes, como él, actúan con valentía frente a los crímenes de lesa humanidad. Para él, nuestro reconocimiento.
miércoles, febrero 10, 2010
A DIOS ROGANDO Y EL MAFO DANDO
Anduvo estos días revuelta la gran derechona, aunque me esperaba más jaleo, con la visita de Rodríguez Zapatero a EE.UU. para asistir al desayuno de la oración y, aún más, con su cita del Deuteronomio que ha escandalizado a las buenas y cristianísimas almas de este país que velan por nuestra salud espritual.
Parece que a estos dogmáticos de la religión, furibundos incineradores de brujas y martillo de herejes, les molesta que, los que nos consideramos ateos o agnósticos, podamos citar algún pasaje bíblico, como sí ese libro, fuera exclusiva propiedad de los susodichos guardianes de la fe.
En todo caso, podríamos considerar escasamente coherente asistir a semejante ceremonia que es organizada por lo más granado de la extrema derecha de Estados Unidos. Pero, ya sabemos de sobra, que ZP con tal de salir en la foto con Barack Obama es capaz de cualquier cosa, de modo que, a la larga, es evidente que hemos cambiado un amo por otro, pero debe quedar claro quien es el que manda y quien el que obedece.
Me parece excelente que ZP lea un pasaje en el que anima a pagar con justicia y prontitud a los jornaleros, tanto si son nativos como si son extranjeros, es decir, inmigrantes. Mucho más agradaría que, ese consejo, lo aplicara en su propio país y recordara que la Administración es uno de los peores pagadores que existen tanto que, muchas pequeñas empresas, se las ven y se las desean para sobrevivir a causa de la morosidad de las empresas públicas.
También sería deseable que, además de pagar a tiempo, tuvieran en cuenta la situación que atravesamos la mayoría de los ciudadanos y se afrontase una política fiscal justa, no más justa, sino sencillamente justa: paga más quien más tiene.
Me cuentan, esas que vulgarmente llamamos fuentes generalmente bien informadas, que el gobierno está aterrorizado porque no sabe como controlar el desempleo. ¿No es también garantizar el salario una forma de cumplir con el mandato bíblico?
Me cotillean asimismo que las últimas medidas, como la de la prolongación de la edad de jubilación, están más bien dirigidas a las sociedades de calificación que han puesto a España a la altura de Grecia y Portugal con el consiguiente susto de los mercados y su repercusión en el crédito de nuestro país. Crédito por partida doble, es decir en lo referente al préstamo y a la confianza.
Pero, precisamente, estas agencias de calificación fueron las que consideraban a Lehmann Brothers una maravilla, unas horas antes de declararse en quiebra. ¿Pueden éstos inspirar confianza a alguien?
Y, mientras ZP oraba con Obama, aquí Botín y el MAFO, que ha confirmado que seguimos en recesión, se alegraban públicamente de las medidas anunciadas por el gobierno y decían que van en la dirección correcta. Supongo que será para ellos evidentemente.
Me permitiré citar a Lenin, quien decía que una de las mejores formas de enjuiciar la actuación de un político era ver quien le alababa. Creo que sobran más comentarios.
Parece que a estos dogmáticos de la religión, furibundos incineradores de brujas y martillo de herejes, les molesta que, los que nos consideramos ateos o agnósticos, podamos citar algún pasaje bíblico, como sí ese libro, fuera exclusiva propiedad de los susodichos guardianes de la fe.
En todo caso, podríamos considerar escasamente coherente asistir a semejante ceremonia que es organizada por lo más granado de la extrema derecha de Estados Unidos. Pero, ya sabemos de sobra, que ZP con tal de salir en la foto con Barack Obama es capaz de cualquier cosa, de modo que, a la larga, es evidente que hemos cambiado un amo por otro, pero debe quedar claro quien es el que manda y quien el que obedece.
Me parece excelente que ZP lea un pasaje en el que anima a pagar con justicia y prontitud a los jornaleros, tanto si son nativos como si son extranjeros, es decir, inmigrantes. Mucho más agradaría que, ese consejo, lo aplicara en su propio país y recordara que la Administración es uno de los peores pagadores que existen tanto que, muchas pequeñas empresas, se las ven y se las desean para sobrevivir a causa de la morosidad de las empresas públicas.
También sería deseable que, además de pagar a tiempo, tuvieran en cuenta la situación que atravesamos la mayoría de los ciudadanos y se afrontase una política fiscal justa, no más justa, sino sencillamente justa: paga más quien más tiene.
Me cuentan, esas que vulgarmente llamamos fuentes generalmente bien informadas, que el gobierno está aterrorizado porque no sabe como controlar el desempleo. ¿No es también garantizar el salario una forma de cumplir con el mandato bíblico?
Me cotillean asimismo que las últimas medidas, como la de la prolongación de la edad de jubilación, están más bien dirigidas a las sociedades de calificación que han puesto a España a la altura de Grecia y Portugal con el consiguiente susto de los mercados y su repercusión en el crédito de nuestro país. Crédito por partida doble, es decir en lo referente al préstamo y a la confianza.
Pero, precisamente, estas agencias de calificación fueron las que consideraban a Lehmann Brothers una maravilla, unas horas antes de declararse en quiebra. ¿Pueden éstos inspirar confianza a alguien?
Y, mientras ZP oraba con Obama, aquí Botín y el MAFO, que ha confirmado que seguimos en recesión, se alegraban públicamente de las medidas anunciadas por el gobierno y decían que van en la dirección correcta. Supongo que será para ellos evidentemente.
Me permitiré citar a Lenin, quien decía que una de las mejores formas de enjuiciar la actuación de un político era ver quien le alababa. Creo que sobran más comentarios.
domingo, febrero 07, 2010
Los portugueses están de celebración. Este año se cumple en centenario de la instauración de la república que fue proclamada el cinco de octubre de 1910 y cuyo primer presidente fue el intelectual Teofilo Braga. No han sido estos cien años plácidos, más bien todo lo contrario, con gobiernos inestables y finalmente una férrea y larga de dictadura que, es bueno recordarlo, fue derrocada con la grandiosa revolución de los claveles. Pero, pese a esas convulsiones, los valores republicanos han perdurado.
Me produce cierta envidia la celebración lusitana, fundamentalmente cívica, porque en España padecemos un régimen impuesto, por mucho que algunos estómagos agradecidos lo adornen, por un dictador genocida (si alguien lo duda que mire ese adjetivo en la RAE) que, tras un golpe de Estado y una guerra incivil, acabó con el mejor intento modernizador de nuestro país en toda su historia.
Pero, al mismo tiempo, esto me lleva a una reflexión que me parece oportuna en grado sumo para que, algún día, y esperemos que cercano, España pueda recuperar el régimen republicano.
Hasta ahora, la reivindicación republicana se hace alrededor de la malograda Segunda República que fue proclamada pacíficamente en 1931. Creo que es absolutamente justo y necesario, que hay que rememorar cuanto sea necesario aquel ensayo democratizador y honrar a quienes lo defendieron con tanto esfuerzo y coste colectivo y personal.
Pero opino que debemos tener perspectiva de futuro y recordar que, aquel acontecimiento magnífico, no sólo fue protagonizado por los partidos de izquierda sino también con el esencial concurso de ciudadanos conservadores como Niceto Alcalá Zamora, sin los cuales, no habría sido posible su consumación que, por cierto, un ambiguo PSOE, no veía posible en ese instante abril.
Esto me sirve para alegar con cierto desasosiego que a veces parece que la república debe ser sólo una apuesta política de la Izquierda de este país, heredera sólo de la que luchó entre 1936 y 1939. Esta percepción, en mi opinión, hay que cambiarla radicalmente.
Los republicanos debemos convencer a los sectores conservadores de que los valores cívicos que representa ese tipo de régimen también son asumibles perfectamente por su ideario.
Si no lo hacemos así, será muy difícil que se llegue a alcanzar el consenso suficiente para lograr la proclamación de la república (no veo otra posibilidad) y liberarnos para siempre de la actual monarquía originada indignamente en el golpe del 18 de julio.
La república puede ser cualquier cosa menos sectaria, porque la intolerancia y el dogmatismo no son valores republicanos en absoluto. Por tanto, todos, desde cualquier óptica, debemos llegar a la conclusión de que bajo el paraguas de ese régimen podemos convivir perfectamente y sin agravios.
Una republica interclasista, aconfesional (de verdad) integradora pero respetuosa con las nacionalidades históricas, preocupada por la preponderancia de los valores cívicos, la educación y la cultura y una república en la que cualquiera pueda ejercer, si así lo decidimos los ciudadanos la máxima magistratura del Estado que no debe estar reservada a un familión determinado por derecho de herencia.
En definitiva, un régimen que sea todo lo contrario del que ahora tenemos: una democracia imperfecta, de muy baja calidad, con una ley electoral injusta, con exclusiones políticas extrañas y con una opacidad intolerable alrededor de la persona que ostenta jefatura del Estado que hace que los ciudadanos aún seamos, en muchos aspectos, meros súbditos.
jueves, febrero 04, 2010
JUBILADO: UNA CARGA PARA EL ESTADO
De entre las abundantes barbaridades que se han dicho al hilo de la propuesta del gobierno de retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años, que han sido sonadas y sustanciosas, la más grosera, por el trasfondo que tiene, es una expresada esta misma semana por el ministro de Fomento, José Blanco, conocido también popularmente como Pepiño.
Como lo he oído de su boca y no por intermediario alguno, no me cabe la más mínima duda sobre lo afirmado, ni existe la posibilidad de que me haya llegado una versión manipulada con intención de desprestigiar al hacedor de la frase.
El ilustre Pepiño soltó, sin que pareciese sufrir la más mínima tribulación en su ánimo, ni estar bajo los efectos del orujo, que en los años sesenta la esperanza de vida de los ciudadanos españoles era de unos 70 años y, por tanto, al jubilarse a los 65, el estado sólo tenía que cargar con las pensiones durante cinco años.
Pero, y reproduzco con fidelidad las palabras de Pepiño, ahora la esperanza de vida se ha alargado, en unos 15 años y la edad de jubilación es la misma, con lo que el estado tiene que pagar las pensiones durante mucho más tiempo. ¡Vaya por Dios!
Si yo fuera un malpensado, que no lo soy, estaría legitimado para deducir que a Pepiño y, por tanto al gobierno y al partido que representa, lo que le molesta es tener que pagar esos 10 años más porque supone una carga excesiva para la seguridad social.
Y, como no parece factible cargarse a un montón de pensionistas mediante algún procedimiento ilegal, pues lo más sensato es alargar la vida laboral todo lo posible para que, con un poco de suerte, se acerque a la edad de fallecimiento.
Repito que no soy mal pensado y atribuiré a la escasa capacidad intelectual del tal Pepiño semejante afirmación porque, sólo esta interpretación, puede evitar que semejante barbaridad no tenga la respuesta contundente que merecería y que podría encargar a doña Espe, notoria experta en insultos y groserías varias, aunque tratándose de su amado Pepiño es posible que el insultado fuese yo.
Es triste comprobar como, al final, lo que parecía un logro de la ciencia, de la medicina, de la mejor alimentación, del esfuerzo de muchas personas de este país, tal y como es alargar la expectativa de vida y, consecuentemente, poder disfrutar en mejores condiciones la merecida jubilación, se ha convertido para Pepiño en un problema de Estado.
Habría que recordar a este notable dirigente del PSOE que todos esos pensionistas que se empeñan en vivir más años, han estado contribuyendo durante mucho tiempo de actividad laboral a engrosar la tesorería de la Seguridad Social para poder cobrar una pensión que les permita vivir con un poco de dignidad. Es decir se trata de una conquista social, no de un regalo de Pepiño.
Pero tal vez, si yo fuera un malpensado, llegaría a la conclusión de que la dignidad es un concepto extraño a Pepiño. Como no lo soy, supongo que lo que le faltan son luces y, por tanto, está de sobra en el gobierno.
Ahora, que tal y como están las cosas, no me extrañaría que dentro de unas semanas veamos en algún periódico o, incluso en la televisión pública, algún anuncio que rece más o menos así:
Muérase al jubilarse, es mucho mejor. Gobierno de España.
Como lo he oído de su boca y no por intermediario alguno, no me cabe la más mínima duda sobre lo afirmado, ni existe la posibilidad de que me haya llegado una versión manipulada con intención de desprestigiar al hacedor de la frase.
El ilustre Pepiño soltó, sin que pareciese sufrir la más mínima tribulación en su ánimo, ni estar bajo los efectos del orujo, que en los años sesenta la esperanza de vida de los ciudadanos españoles era de unos 70 años y, por tanto, al jubilarse a los 65, el estado sólo tenía que cargar con las pensiones durante cinco años.
Pero, y reproduzco con fidelidad las palabras de Pepiño, ahora la esperanza de vida se ha alargado, en unos 15 años y la edad de jubilación es la misma, con lo que el estado tiene que pagar las pensiones durante mucho más tiempo. ¡Vaya por Dios!
Si yo fuera un malpensado, que no lo soy, estaría legitimado para deducir que a Pepiño y, por tanto al gobierno y al partido que representa, lo que le molesta es tener que pagar esos 10 años más porque supone una carga excesiva para la seguridad social.
Y, como no parece factible cargarse a un montón de pensionistas mediante algún procedimiento ilegal, pues lo más sensato es alargar la vida laboral todo lo posible para que, con un poco de suerte, se acerque a la edad de fallecimiento.
Repito que no soy mal pensado y atribuiré a la escasa capacidad intelectual del tal Pepiño semejante afirmación porque, sólo esta interpretación, puede evitar que semejante barbaridad no tenga la respuesta contundente que merecería y que podría encargar a doña Espe, notoria experta en insultos y groserías varias, aunque tratándose de su amado Pepiño es posible que el insultado fuese yo.
Es triste comprobar como, al final, lo que parecía un logro de la ciencia, de la medicina, de la mejor alimentación, del esfuerzo de muchas personas de este país, tal y como es alargar la expectativa de vida y, consecuentemente, poder disfrutar en mejores condiciones la merecida jubilación, se ha convertido para Pepiño en un problema de Estado.
Habría que recordar a este notable dirigente del PSOE que todos esos pensionistas que se empeñan en vivir más años, han estado contribuyendo durante mucho tiempo de actividad laboral a engrosar la tesorería de la Seguridad Social para poder cobrar una pensión que les permita vivir con un poco de dignidad. Es decir se trata de una conquista social, no de un regalo de Pepiño.
Pero tal vez, si yo fuera un malpensado, llegaría a la conclusión de que la dignidad es un concepto extraño a Pepiño. Como no lo soy, supongo que lo que le faltan son luces y, por tanto, está de sobra en el gobierno.
Ahora, que tal y como están las cosas, no me extrañaría que dentro de unas semanas veamos en algún periódico o, incluso en la televisión pública, algún anuncio que rece más o menos así:
Muérase al jubilarse, es mucho mejor. Gobierno de España.
domingo, enero 31, 2010
¿LIBERACIÓN?
Se rememora estos días la liberación del campo de concentración de Auschwitz. Creo, sin embargo, que la palabra liberación no es la más adecuada para definir la llegada del ejercito soviético y lo que allí descubrieron, al menos en el sentido que le solemos dar a al concepto liberar.
No querría que se entendiese lo que acabo de escribir como una simple aclaración lingüística, una especie de pedantería semántica. No, en absoluto. Lo que quiero transmitir es una reflexión sobre el verdadero sentido de Auschwitz en la historia de la humanidad, del que nadie se puede librar.
Ciertamente, las personas que superaron físicamente ese horror, fueron libertadas, algunas volvieron a sus casas, a sus pueblos y ciudades, pero esto no significa ser libre en absoluto.
Recuerdo ahora, el maravilloso libro (decidme cómo es un árbol) del poeta Marcos Ana, quien acaba de cumplir 90 años. Esta obra es, en mi opinión, la confirmación de lo que expongo. Marcos Ana, sin el más mínimo ápice de rencor, algo que algunos le han reprochado, no ha podido liberarse, ni siquiera desde el perdón, de su paso por las cárceles del franquismo.
Salvando las distancias, el caso, en cuanto a experiencia vital, viene a ser el mismo. La mayor parte de los sobrevivientes de los campos nazis no han logrado jamás superar (liberarse) del horror.
En segundo lugar está la cuestión cuantitativa: muchos comparan el régimen nazi con otros que han cometido iguales o peores genocidios. Sólo tienen en cuenta, cínicamente, su aspecto numérico y, guiados por su aversión por ejemplo al comunismo, frívolamente equiparan a Stalin con Hitler; Auschwitz con el GULAG..
Recurren, al igual que los nazis, a algo tan peligroso como es banalizar el mal, de forma que el horror del nazismo quedaría minimizado por el provocado por Stalin, Pol Pot o Mao.
Nada más lejos de mi ánimo que justificar a Stalin, pero la comparación con Hitler resulta inadmisible para quienes entendemos que el nazismo es la maldad en si misma, al margen de quienes sean los encargados de ejecutar sus siniestros planes.
Como asegura la profesora Anna Rubio Serrano, en su libro “los nazis y el mal”, éstos lograron lo que nadie había conseguido hasta entonces: borrar de los hombres la conciencia del mismo mal. Los verdugos no tenían el más mínimo problema en actuar como lo hacían porque se había eliminado el concepto del mismo mal y la distinción del bien. Por eso Auschwitz pudo suceder.
Es verdad que en nombre del comunismo se han causado males enormes, en del cristianismo y el Islam tantos o más. Pero, en caso alguno, y esta es la diferencia esencial, se trata de doctrinas que busquen deliberadamente el exterminio, la supremacía racial, la aniquilación entera de pueblos.
En su génesis, buscan liberar a la persona y crear una sociedad totalmente justa e igualitaria, algo que, sin ir más lejos, detestaban lo nazis. Aquí si es el factor personal el que influye en el resultado, de modo que Stalin, Pol Pot y Mao, son criminales “per se” y no necesitan apoyarse en teoría alguna, aunque ellos tengan que teorizar para justificar sus crímenes.
Por el contrario, no había la más mínima duda de lo que pretendía el nacional socialismo. Basta con leer el libro de Hitler (mi lucha) para concluir que todo lo que pasó estaba previsto y se sabía perfectamente quienes iban a ser la víctimas. Por tanto, los nazis, no tienen la necesidad añadida de distorsionar ni justificarse con teoría alguna.
Así pues, Auschwitz no es producto de la guerra, no es causa de la deslealtad o del “error” de alguien concreto que se “excedió”, no es una aberración casual en un momento de confusión, no es la actuación de un enfermo mental. Auschwitz es el resultado necesario y deliberado de toda una planificación y ejecución absolutamente perfectas.
Por eso, en estos días de rememoración, debemos estar muy atentos a lo que opinan, escriben, dicen y hacen aquellos que ahora, bajo el amparo de la Ley, lo mismo que hicieron los nazis, quieren volver a dar carta de naturaleza a todo aquel horror.
Hoy, quizás, no sea en un pequeño pueblo en la Polonia ocupada, pero puede ser en algún pueblo de la culta Catalunya o en la llanura madrileña.
No querría que se entendiese lo que acabo de escribir como una simple aclaración lingüística, una especie de pedantería semántica. No, en absoluto. Lo que quiero transmitir es una reflexión sobre el verdadero sentido de Auschwitz en la historia de la humanidad, del que nadie se puede librar.
Ciertamente, las personas que superaron físicamente ese horror, fueron libertadas, algunas volvieron a sus casas, a sus pueblos y ciudades, pero esto no significa ser libre en absoluto.
Recuerdo ahora, el maravilloso libro (decidme cómo es un árbol) del poeta Marcos Ana, quien acaba de cumplir 90 años. Esta obra es, en mi opinión, la confirmación de lo que expongo. Marcos Ana, sin el más mínimo ápice de rencor, algo que algunos le han reprochado, no ha podido liberarse, ni siquiera desde el perdón, de su paso por las cárceles del franquismo.
Salvando las distancias, el caso, en cuanto a experiencia vital, viene a ser el mismo. La mayor parte de los sobrevivientes de los campos nazis no han logrado jamás superar (liberarse) del horror.
En segundo lugar está la cuestión cuantitativa: muchos comparan el régimen nazi con otros que han cometido iguales o peores genocidios. Sólo tienen en cuenta, cínicamente, su aspecto numérico y, guiados por su aversión por ejemplo al comunismo, frívolamente equiparan a Stalin con Hitler; Auschwitz con el GULAG..
Recurren, al igual que los nazis, a algo tan peligroso como es banalizar el mal, de forma que el horror del nazismo quedaría minimizado por el provocado por Stalin, Pol Pot o Mao.
Nada más lejos de mi ánimo que justificar a Stalin, pero la comparación con Hitler resulta inadmisible para quienes entendemos que el nazismo es la maldad en si misma, al margen de quienes sean los encargados de ejecutar sus siniestros planes.
Como asegura la profesora Anna Rubio Serrano, en su libro “los nazis y el mal”, éstos lograron lo que nadie había conseguido hasta entonces: borrar de los hombres la conciencia del mismo mal. Los verdugos no tenían el más mínimo problema en actuar como lo hacían porque se había eliminado el concepto del mismo mal y la distinción del bien. Por eso Auschwitz pudo suceder.
Es verdad que en nombre del comunismo se han causado males enormes, en del cristianismo y el Islam tantos o más. Pero, en caso alguno, y esta es la diferencia esencial, se trata de doctrinas que busquen deliberadamente el exterminio, la supremacía racial, la aniquilación entera de pueblos.
En su génesis, buscan liberar a la persona y crear una sociedad totalmente justa e igualitaria, algo que, sin ir más lejos, detestaban lo nazis. Aquí si es el factor personal el que influye en el resultado, de modo que Stalin, Pol Pot y Mao, son criminales “per se” y no necesitan apoyarse en teoría alguna, aunque ellos tengan que teorizar para justificar sus crímenes.
Por el contrario, no había la más mínima duda de lo que pretendía el nacional socialismo. Basta con leer el libro de Hitler (mi lucha) para concluir que todo lo que pasó estaba previsto y se sabía perfectamente quienes iban a ser la víctimas. Por tanto, los nazis, no tienen la necesidad añadida de distorsionar ni justificarse con teoría alguna.
Así pues, Auschwitz no es producto de la guerra, no es causa de la deslealtad o del “error” de alguien concreto que se “excedió”, no es una aberración casual en un momento de confusión, no es la actuación de un enfermo mental. Auschwitz es el resultado necesario y deliberado de toda una planificación y ejecución absolutamente perfectas.
Por eso, en estos días de rememoración, debemos estar muy atentos a lo que opinan, escriben, dicen y hacen aquellos que ahora, bajo el amparo de la Ley, lo mismo que hicieron los nazis, quieren volver a dar carta de naturaleza a todo aquel horror.
Hoy, quizás, no sea en un pequeño pueblo en la Polonia ocupada, pero puede ser en algún pueblo de la culta Catalunya o en la llanura madrileña.
sábado, enero 16, 2010
UN PERSONAJE DEPLORABLE
En todas las profesiones hay personas indignas de su ejercicio. Hay malos docentes, deplorables periodistas, abogados corruptos y médicos lamentables. Con esta afirmación no descubro -ni lo pretendo- nada nuevo.
Por lo tanto, el curato, que, al tomar la forma de organización corporativa, hace del supuesto servicio a los demás, una forma de subsistencia, un modus vivendi, se convierte automáticamente en profesión por la que se percibe un salario.
Una función que no está exenta de que haya elementos deshonrosos que, con su actitud , provocan un rechazo generalizado que, en muchas ocasiones, se extrapola a toda la profesión. Puede ser injusto, pero también inevitable.
Pero, incluso así, hay algunos personajes que por su especial repugnancia nos causan una zozobra especial, un sentimiento de rechazo que, aún en la caso de que estemos normalmente dispuestos a admitir el error humano como inherente a cualquier actividad, y ello nos lleve a la compresión y el perdón, no nos es posible pasar por alto.
Hace unos días el recién nombrado de Donosti, un tal munilla (lo escribo así deliberadamente), hizo unas declaraciones a la cadena SER que han provocado un rechazo absoluto de la mayoría, sin que por ahora, al menos que yo sepa, la Conferencia Episcopal Española, la patronal del curato, le haya rectificado públicamente, con lo que debemos entender que da por buenas sus afirmaciones.
Este tipejo, cuyo perecido físico con el genocida Adolf Eichmann es evidente, ha tenido la desvergüenza de minimizar el terrible sufrimiento de los haitianos, cuidadnos de uno de los países más pobres del mundo, victimas de años de represión, de dictaduras y de abandono, porque para él es mucho más importante los que considera el “descarriamiento” de la sociedad. Es una comparación infame.
La igualación es tan cruel, tal dolorosa y tan falta de caridad, en el sentido cristiano de amor al prójimo, que revela en ese munilla una maldad que la hace indigno de ser, no ya miembro de la Iglesia Católica, de la que ya tan poco se puede esperar en España, sino incluso de cualquier sociedad civilizada.
Este personaje es indigno de sus feligreses y no es, no lo puede ser, casualidad, que casi un 80 por ciento de los curas guipuzcoanos hayan rechazado su nombramiento al frente de esa diócesis. Poco tiempo ha tardado este fascista en demostrar que los temores estaban justificados.
Normalmente me tienen sin cuidado las opiniones de la Conferencia Episcopal Española. Hace tiempo que me parece una institución que denigra más que otra cosa al conjunto de la propia Iglesia y, además, hace mucho más tiempo que abandoné conscientemente el catolicismo. Precisamente, entre otras cosas, a causa de personajes como munilla.
Pero, pese a eso, hay actos, y las palabras lo son, que por la relevancia de quien las dice, merecen una reprobación pública por la gravedad de su contenido. Este es uno de esos casos y, lamentablemente, vamos a ser testigos de que para la jerarquía católica española es mucho más importante la pretendida inmoralidad que nos invade que la muerte de 100.000 inocentes.
Es duro lo que voy de escribir, y me hago único responsable de ello, pero tengo la impresión que el parecido entre munilla y el genocida Eichmann, no queda sólo en lo físico.
Por lo tanto, el curato, que, al tomar la forma de organización corporativa, hace del supuesto servicio a los demás, una forma de subsistencia, un modus vivendi, se convierte automáticamente en profesión por la que se percibe un salario.
Una función que no está exenta de que haya elementos deshonrosos que, con su actitud , provocan un rechazo generalizado que, en muchas ocasiones, se extrapola a toda la profesión. Puede ser injusto, pero también inevitable.
Pero, incluso así, hay algunos personajes que por su especial repugnancia nos causan una zozobra especial, un sentimiento de rechazo que, aún en la caso de que estemos normalmente dispuestos a admitir el error humano como inherente a cualquier actividad, y ello nos lleve a la compresión y el perdón, no nos es posible pasar por alto.
Hace unos días el recién nombrado de Donosti, un tal munilla (lo escribo así deliberadamente), hizo unas declaraciones a la cadena SER que han provocado un rechazo absoluto de la mayoría, sin que por ahora, al menos que yo sepa, la Conferencia Episcopal Española, la patronal del curato, le haya rectificado públicamente, con lo que debemos entender que da por buenas sus afirmaciones.
Este tipejo, cuyo perecido físico con el genocida Adolf Eichmann es evidente, ha tenido la desvergüenza de minimizar el terrible sufrimiento de los haitianos, cuidadnos de uno de los países más pobres del mundo, victimas de años de represión, de dictaduras y de abandono, porque para él es mucho más importante los que considera el “descarriamiento” de la sociedad. Es una comparación infame.
La igualación es tan cruel, tal dolorosa y tan falta de caridad, en el sentido cristiano de amor al prójimo, que revela en ese munilla una maldad que la hace indigno de ser, no ya miembro de la Iglesia Católica, de la que ya tan poco se puede esperar en España, sino incluso de cualquier sociedad civilizada.
Este personaje es indigno de sus feligreses y no es, no lo puede ser, casualidad, que casi un 80 por ciento de los curas guipuzcoanos hayan rechazado su nombramiento al frente de esa diócesis. Poco tiempo ha tardado este fascista en demostrar que los temores estaban justificados.
Normalmente me tienen sin cuidado las opiniones de la Conferencia Episcopal Española. Hace tiempo que me parece una institución que denigra más que otra cosa al conjunto de la propia Iglesia y, además, hace mucho más tiempo que abandoné conscientemente el catolicismo. Precisamente, entre otras cosas, a causa de personajes como munilla.
Pero, pese a eso, hay actos, y las palabras lo son, que por la relevancia de quien las dice, merecen una reprobación pública por la gravedad de su contenido. Este es uno de esos casos y, lamentablemente, vamos a ser testigos de que para la jerarquía católica española es mucho más importante la pretendida inmoralidad que nos invade que la muerte de 100.000 inocentes.
Es duro lo que voy de escribir, y me hago único responsable de ello, pero tengo la impresión que el parecido entre munilla y el genocida Eichmann, no queda sólo en lo físico.
lunes, enero 11, 2010
LAS LEYES NO BASTAN
Creo que las sociedades desarrolladas, tanto por lo que respecta a su sistema democrático formal, como a sus valores cívicos, no necesitan leyes ni tribunales especiales que regulen la convivencia normal de los ciudadanos porque, éstos, tendrán un grado de cultura social que hará innecesarias más leyes de las estrictamente precisas.
Se me podrá objetar que esta reflexión supone la existencia una república idílica, un poco al estilo de Juan Jacobo Rousseau pero, en todo caso, este es modelo al que debemos dirigirnos y no conformarnos con sucedáneos.
Por tanto, y en línea con lo expuesto creo que la Ley contra la violencia de Género, cuyo nombre ya me produce cierto temor, y sobre cuya constitucionalidad me quedan serias reservas es, por definición, superflua y sencillamente un “regalo” que se hace a determinados colectivos para lograr votos. Puede parecer una opinión montaraz pero me da la impresión de que no me alejo demasiado de lo cierto.
En 2009, 55 mujeres murieron víctimas de la violencia y del terror. En este año ya han sido asesinadas dos más.
Ciertamente se me podrá aducir, no sin cierta razón, que la existencia de una ley específica que proteja a las mujeres ha evitado (y estaría por demostrar) que el terrorismo que se ejerce sobre ellas ha disminuido. Puede ser aunque, al carecer de datos fiables, no estoy en condiciones de negarlo, pero tampoco otros pueden darlo como una verdad irrefutable.
Pero, en todo caso, aún si admito esa posibilidad, estaré dando más fuerza a mis argumentos, porque, lo que se demostrará con ello, es que, al igual que la retirada de puntos del carné de conducir parece que ha reducido la cifra de accidentes, la ley de violencia de género ha reducido los maltratos, únicamente como consecuencia del miedo y no del convencimiento. ¿Es ese el objetivo?
Parece que sólo como resultado del temor, y a veces ni siquiera eso, se habría conseguido esa reducción. Es decir, nos conformamos con una disminución de la cifra de víctimas pero no atacamos en absoluto la esencia del problema que es la existencia de una “cultura” de la violencia profundamente arraigada.
Y quien es violento, al margen de quién o qué sea su objetivo, lo será en todos los aspectos de su vida: lo será con su pareja, con sus hijos, en el trabajo, en política, conduciendo, en un espectáculo deportivo o sencillamente incluso en la forma de expresarse.
Puede ser que en unos casos se limite a la agresividad verbal y en otros llegue, desgraciadamente, al asesinato den su pareja, de un indigente, de un perro… pero en fondo del problema, con los matices lógicos, es el mismo.
La respuesta eficaz es hacer un esfuerzo supremo para inculcar, desde de la venida al mundo del sujeto, el rechazo más absoluto a la violencia como recurso aceptable dentro del sistema de valores personal y colectivo de los ciudadanos.
Sencillamente hay que proscribir la intimidación, el terror, decir claramente que no hay violencia justa y que sólo en el caso de que haya que usarla en defensa propia se podrá actuar con contundencia pero siempre sin ir más allá de lo que es la ajustada y estricta protección de uno mismo. Esto tiene que llegar a convertirse en un axioma.
Los valores de la igualdad, de respeto a las personas y a la naturaleza, el civismo, la solidaridad, el rechazo absoluto a ideas que fomenten o inciten al odio, la xenofobia, la discriminación, la eliminación de la competividad desaforada son, deben ser necesariamente, la base sobre la que debemos trabajar para eliminar para siempre cualquier tipo de agresividad.
Sólo así conseguiremos erradicar, sin necesidad de más leyes, esta lacra inmunda que es la violencia en cualquiera de sus géneros y sean quienes sean los afectados por la misma.
Entre tanto, tristemente, quizá sea necesario acudir a las sanciones específicas pero siempre con la idea clara de que deben ser sólo, y por el menor tiempo posible, un recurso meramente transitorio y jamás un fin en si mismas. Lo contrario es admitir la barbarie.
Se me podrá objetar que esta reflexión supone la existencia una república idílica, un poco al estilo de Juan Jacobo Rousseau pero, en todo caso, este es modelo al que debemos dirigirnos y no conformarnos con sucedáneos.
Por tanto, y en línea con lo expuesto creo que la Ley contra la violencia de Género, cuyo nombre ya me produce cierto temor, y sobre cuya constitucionalidad me quedan serias reservas es, por definición, superflua y sencillamente un “regalo” que se hace a determinados colectivos para lograr votos. Puede parecer una opinión montaraz pero me da la impresión de que no me alejo demasiado de lo cierto.
En 2009, 55 mujeres murieron víctimas de la violencia y del terror. En este año ya han sido asesinadas dos más.
Ciertamente se me podrá aducir, no sin cierta razón, que la existencia de una ley específica que proteja a las mujeres ha evitado (y estaría por demostrar) que el terrorismo que se ejerce sobre ellas ha disminuido. Puede ser aunque, al carecer de datos fiables, no estoy en condiciones de negarlo, pero tampoco otros pueden darlo como una verdad irrefutable.
Pero, en todo caso, aún si admito esa posibilidad, estaré dando más fuerza a mis argumentos, porque, lo que se demostrará con ello, es que, al igual que la retirada de puntos del carné de conducir parece que ha reducido la cifra de accidentes, la ley de violencia de género ha reducido los maltratos, únicamente como consecuencia del miedo y no del convencimiento. ¿Es ese el objetivo?
Parece que sólo como resultado del temor, y a veces ni siquiera eso, se habría conseguido esa reducción. Es decir, nos conformamos con una disminución de la cifra de víctimas pero no atacamos en absoluto la esencia del problema que es la existencia de una “cultura” de la violencia profundamente arraigada.
Y quien es violento, al margen de quién o qué sea su objetivo, lo será en todos los aspectos de su vida: lo será con su pareja, con sus hijos, en el trabajo, en política, conduciendo, en un espectáculo deportivo o sencillamente incluso en la forma de expresarse.
Puede ser que en unos casos se limite a la agresividad verbal y en otros llegue, desgraciadamente, al asesinato den su pareja, de un indigente, de un perro… pero en fondo del problema, con los matices lógicos, es el mismo.
La respuesta eficaz es hacer un esfuerzo supremo para inculcar, desde de la venida al mundo del sujeto, el rechazo más absoluto a la violencia como recurso aceptable dentro del sistema de valores personal y colectivo de los ciudadanos.
Sencillamente hay que proscribir la intimidación, el terror, decir claramente que no hay violencia justa y que sólo en el caso de que haya que usarla en defensa propia se podrá actuar con contundencia pero siempre sin ir más allá de lo que es la ajustada y estricta protección de uno mismo. Esto tiene que llegar a convertirse en un axioma.
Los valores de la igualdad, de respeto a las personas y a la naturaleza, el civismo, la solidaridad, el rechazo absoluto a ideas que fomenten o inciten al odio, la xenofobia, la discriminación, la eliminación de la competividad desaforada son, deben ser necesariamente, la base sobre la que debemos trabajar para eliminar para siempre cualquier tipo de agresividad.
Sólo así conseguiremos erradicar, sin necesidad de más leyes, esta lacra inmunda que es la violencia en cualquiera de sus géneros y sean quienes sean los afectados por la misma.
Entre tanto, tristemente, quizá sea necesario acudir a las sanciones específicas pero siempre con la idea clara de que deben ser sólo, y por el menor tiempo posible, un recurso meramente transitorio y jamás un fin en si mismas. Lo contrario es admitir la barbarie.
miércoles, diciembre 30, 2009
LOS MALOS DEL EXTERIOR
Tener personajes nefastos no es una particularidad de España, aunque aquí no andamos nada mal, porque en todas partes cuecen habas, como se suele decir.
Así que he querido buscar en el exterior los que me han parecido dignos de ocupar la “lista negra” de los que yo creo han sido los peores en este 2009. Claro que, como en el caso de los hispanos, se quedan algunos por añadir como pasa siempre en estos casos y tampoco el orden indica necesariamente sus “méritos”.
Iglesia de Irlanda: durante años los curas irlandeses abusaron de cientos de niños. Cayó sobre el asunto un tupido velo que contó con la anuencia de las autoridades. Al margen de creencias religiosas, es uno de los actos más oprobiosos y deleznables que afectan al catolicismo occidental. No basta con pedir ahora perdón. Hay que resarcir a todas y cada una de las víctimas y, si ello es posible, entregar a la justicia a los autores de estas barbaridades. Encabeza esta la lista por sus propios pecados.
Mahmud Ahmadineyad: un tramposo que ganó las elecciones de mala forma y se ha dedicado a aplastar cualquier tipo de contestación a su fundamentalismo islámico. Un personaje tenebroso que supone un peligro para la paz en la zona y un problema muy serio para los iraníes.
Micheletti: Golpista hondureño que, por lo que parece, se va a salir con la suya y al final va a impedir la vuelta de Manuel Zelaya (tampoco me gusta) a la presidencia de la república. Ha contado con el visto bueno de los EE.UU. en esa especie de tinglado electoral que ha organizado.
Silvio Berlusconi: para muchos posiblemente debería ser el que encabezara esta lista. Le salva de ello que ha concurrido a unas elecciones y las ha ganado, por muy incomprensible que nos parezca, y que lo de los irlandeses es imperdonable. Ha degenerado tanto la vida política italiana que ha estado a punto de sufrir un grave percance como consecuencia su actitud provocadora. Pese a eso goza de predicamento en la UE.
Mohamed VI: es un sátrapa y un tirano que ha estado a punto de conseguir que una ciudadana saharaui perdiera la vida por no pedirle perdón y querer defender su dignidad a toda costa. Ha contado con la inestimable ayuda del gobierno español que ya sabemos a quien sirve.
Lehman Brothers: representes del capitalismo más indecente y falto de cualquier escrúpulo. Su quiebra ha supuesto la ruina de muchas personas en todo el mundo. Sus directivos deberían pasar lo que les quede de vida en la cárcel, pero es muy poco probable que esto sea así.
Barack Obama: aunque no me fié jamás de Obama, si reconozco que ha sido su actuación mucho más decepcionante de lo que se podría esperar. Pese a todo, es posiblemente, uno de los que podrían abandonar esta lista a poco que haga un esfuerzo real y serio por mejorar las cosas que más afean su política: Afganistán, Cuba y Oriente Próximo. Sin embargo su reforma sanitaria debe ser valorada.
Raúl Castro: otro tirano que, lejos de democratizar la vida de los cubanos, sigue en la línea anterior agotada hace muchos años, con muchas palabras grandilocuentes y pocos hechos reales. Es una lacra para el avance de la isla y lo único que conseguirá será que todo se venga abajo sin remedio, lo bueno y lo malo. Sus amigos no le aconsejan bien. Como dice una amiga ¿Hasta cuándo?
Ejército alemán: intentó ocultar la matanza de varios civiles en Afganistán y mintió deliberadamente cuando anunció que los muertos en un ataque aéreo sólo había sido insurgentes. Una prueba más de lo humanitaria que es la labor de la OTAN en ese país asiático, a la que España contribuye con un millón de euros al día.
Liebermann: ministro de Exteriores de Israel. Un auténtico ejemplo de lo que es un mafioso racista procedente de la antigua URSS. Sus declaraciones sobre el conflicto de Oriente Próximo son tan disparatadas que causan vergüenza entre muchos israelíes, aunque, desgraciadamente, aún son pocos para poder echarle. Un fanático equiparable al iraní.
Cristiano Ronaldo: está aquí por estúpido. Es uno de esos divos que convierten el deporte en un negocio que acaba por estropearlo todo. Todo un ejemplo a no seguir.
lunes, diciembre 28, 2009
LOS PEORES DE 2009
Aprovechando que se acaba el año, se me ha ocurrido la nada original idea de hacer un pequeño balance, muy personal por supuesto, de lo que han significado algunos personajes, sectas, organizaciones e instituciones en la vida pública española.
No se trata de un trabajo exhaustivo, ni mucho menos, pero si un apunte de los que, en mi opinión, ha sido desde la perspectiva más negativa los que merecerían estar al frente de una hipotética clasificación. Ahí van:
ETA: organización criminal que sigue con su actividad intimidatoria y terrorista pese a que cada vez son más los sectores de la sociedad vasca que piden su disolución, entre ellos muchos abertzales.
José Luis Rodríguez Zapatero: campeón del doble leguaje. Incapaz de gestionar con un rumbo medianamente fijo la crisis económica. Pacifista de boquilla que envía cada vez más soldados a la guerra en Afganistán en cuanto se lo pide su amo, Obama. Se enorgullece de su izquierdismo pero, al final, siempre busca alianzas en la derecha. Habla de solidaridad y sube el impuesto a todos por igual.
Mariano Rajoy: No ha sabido o no ha querido controlar los desmanes de su partido. No ha sabido o no ha querido liquidar el integrismo del PP y ha torpedeado de forma insensata al gobierno en asuntos que, aunque mal gestionados (alakrana), deberían haber sido analizados con mucha más prudencia. Es un farsante.
Miguel Ángel Moratinos: un incompetente palmario incapaz de solucionar la crisis ocasionada por su falta de rigor en el asunto de la saharaui Aminatu Haidar. Al final tuvieron que ser Sarkozy y Hillary Clinton quienes le sacaran del apuro. Debería dimitir lo antes posible.
Rouco Varela: presidente de la Conferencia Episcopal y representante del sector más intolerante del catolicismo oficial español (que ya es decir). Sus posiciones son siempre en defensa, no de su fe, sino de aquello que le permita conseguir que ésta sea obligatoria para toda la sociedad. Cuenta para ello con la inestimable ayuda del PP y del gobierno.
Pachi López: indigno personaje cuya falta de pudor y de ética le ha permitido ser lehendakari con el apoyo de la derecha extrema. Su mayor logro ha sido que ETB retransmita el discurso del borbón. Sin duda ese, y que la selección española juegue en Euskal Herría, son los principales problemas de la sociedad vasca. Da asco.
Gerardo Díaz Ferrán: el ejemplo paradigmático del chorizo empresarial. Este tipo que preside la CEOE es dueño de una aerolínea que, a pesar de saber que iba a quebrar, siguió con la venta de miles de billetes. Total más de 7.000 personas perjudicadas y 640 trabajadores a la calle. Para el gobierno es aún un interlocutor válido en el dialogo social. Ama a Esperanza Aguirre.
Francisco Camps: la representación de las corruptelas políticas. Un personaje taimado y peligroso que acusó en el parlament al portavoz socialista de desear asesinarle. Apoyado por Rajoy sigue como si nada en su puesto. Recibe trajes de regalo.
Tele Madrid: junto con Intereconomía una de las mayores vergüenzas mediáticas de este país. Sus informativos son nauseabundos. Es todo un monumento de la propaganda más infame y soez... Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad madrileña, es la responsable de esta barbaridad.
Arancha Sánchez Vicario: la típica representante del deportista patriotero hispano, al que se le llena la boca de amor patrio, henchido el corazón, pero defrauda a Hacienda por valor e 3 millones de euros. Sería deseable que jamás representara a España y se le privara de la nacionalidad.
Se quedan muchos en el tintero pero, salvo error por mi parte, éstos, son de lo peorcito.
sábado, diciembre 19, 2009
1975: RECUERDOS Y REFLEXIONES
El episodio de Aminatu Haidar me ha hecho evocar el origen de un problema en el que, pese a lo que se quiera ahora justificar, España tiene una responsabilidad histórica ineludible, ya que fue un gobierno español el que, por cobardía, cedió ante el chantaje del sátrapa marroquí que contó con la ayuda inestimable de los Estados Unidos.
Recuerdo perfectamente los hechos, por lo que creo que puedo hablar y escribir de primera mano, sin que nadie me pueda contar una versión adulterada o interesada de lo que en realidad sucedió en la frustrada descolonización del Sahara Occidental.
Entonces estaba yo integrado en una de las Unidades de Intervención Rápida de Infantería de Marina (UNIR) destacada en Madrid. Mi especialidad eran las transmisiones por lo que tenía cierto acceso a la información sobre este asunto a través del mando.
En de 1975, estaba moribundo el tirano, y había asumido interinamente la jefatura del estado el que, éste, había designado como sucesor y que lo es aún hoy.
A nosotros se nos había dicho que la situación en el Sahara era muy complicada y que estuviéramos preparados para salir de inmediato, primero a las Islas Canarias, donde haríamos unos ejercicios previos de adaptación y después al Sahara, donde tendríamos que enfrentarnos, a una guerra inminente.
Algunos compañeros ya habían marchado a las Islas para preparar las necesidades básicas y tener una especie de base de operaciones más amplia de la que normalmente exigía la guarnición de Infantería de Marina de Canarias.
Sin embargo, las cosas dieron un giro inesperado y de ser el Polisario el enemigo, pasó a ser Marruecos, el eterno aliado-hermano del franquismo, país tiranizado por el hijo del sátrapa que había enviado tropas a ayudar al católico Franco a masacrar a los españoles.
Continuamos, día si y día también, con toda clase de ejercicios tácticos para prepararnos de la mejor forma posible para enfrentarnos a una guerra colonial en un territorio especialmente difícil, con la seguridad de que íbamos a sufrir unas humillante derrota, porque nuestra formación era escasa. Los altos mandos tenían tan escasa preparación como la tropa.
Hassan II, organizó como parte de se estrategia para impedir la descolonización del Sahara la famosa marcha verde en la que se suponía iban a participar 300.000 personas para reivindicar la marroquinidad del Sahara Occidental. Curioso: fue Marruecos quien proclamó de repente la marroquinidad de ese territorio, sobre el que jamás había mostrado interés, y no los saharauis, quienes se habían pronunciado claramente por un país independiente democrático y republicano.
Por no extenderme más en detalles poco relevantes, deseo aclarar que el gobierno español estuvo, inicialmente, dispuesto a enfrentarse al tirano marroquí hasta que le llegaron instrucciones de Henry Kissinger, secretario de Estado de EE.UU. quien dijo claramente que los acuerdos bilaterales de ayuda militar no alcanzaban al territorio del Sahara, por no estar dentro de las fronteras españolas.
Dicho de otra forma, el obsoleto y caduco ejército español no iba a poder contar con la ayuda, absolutamente necesaria, de su aliado yanqui en la defensa del proceso de descolonización del Sahara.
Por tanto, es absolutamente falso que se alcanzara un acuerdo entre Marruecos y España sobre esta cuestión, sino que el gobierno español de entonces, por absoluta cobardía, cedió a las presiones de Estados Unidos, país que no deseaba en absoluto un Sahara libre, democrático y republicano, sino su integración en el reino de Marruecos, fiel aliado de los intereses estadounidense en la zona.
Además, por si lo anterior fuera poco, había importantes intereses económicos en la zona, al existir unas minas de fosfatos muy apetecibles para las empresas de varios países, entre ellos la propia España.
Así pues, España se inhibió vilmente del proceso de descolonización que tenía que haber llevado adelante por mandato de la ONU y, esa responsabilidad, contraída en 1975, sigue aún en plena vigencia. La traición a los saharauis aún está sin reparar.
De lo que resulta que el actual gobierno, todos los anteriores desde ese fatídico año 1975, y los que vengan el futuro, si no hacen nada por resolver esta cuestión, serán responsables de todo lo que suceda en el Sahara Occidental.
Recuerdo perfectamente los hechos, por lo que creo que puedo hablar y escribir de primera mano, sin que nadie me pueda contar una versión adulterada o interesada de lo que en realidad sucedió en la frustrada descolonización del Sahara Occidental.
Entonces estaba yo integrado en una de las Unidades de Intervención Rápida de Infantería de Marina (UNIR) destacada en Madrid. Mi especialidad eran las transmisiones por lo que tenía cierto acceso a la información sobre este asunto a través del mando.
En de 1975, estaba moribundo el tirano, y había asumido interinamente la jefatura del estado el que, éste, había designado como sucesor y que lo es aún hoy.
A nosotros se nos había dicho que la situación en el Sahara era muy complicada y que estuviéramos preparados para salir de inmediato, primero a las Islas Canarias, donde haríamos unos ejercicios previos de adaptación y después al Sahara, donde tendríamos que enfrentarnos, a una guerra inminente.
Algunos compañeros ya habían marchado a las Islas para preparar las necesidades básicas y tener una especie de base de operaciones más amplia de la que normalmente exigía la guarnición de Infantería de Marina de Canarias.
Sin embargo, las cosas dieron un giro inesperado y de ser el Polisario el enemigo, pasó a ser Marruecos, el eterno aliado-hermano del franquismo, país tiranizado por el hijo del sátrapa que había enviado tropas a ayudar al católico Franco a masacrar a los españoles.
Continuamos, día si y día también, con toda clase de ejercicios tácticos para prepararnos de la mejor forma posible para enfrentarnos a una guerra colonial en un territorio especialmente difícil, con la seguridad de que íbamos a sufrir unas humillante derrota, porque nuestra formación era escasa. Los altos mandos tenían tan escasa preparación como la tropa.
Hassan II, organizó como parte de se estrategia para impedir la descolonización del Sahara la famosa marcha verde en la que se suponía iban a participar 300.000 personas para reivindicar la marroquinidad del Sahara Occidental. Curioso: fue Marruecos quien proclamó de repente la marroquinidad de ese territorio, sobre el que jamás había mostrado interés, y no los saharauis, quienes se habían pronunciado claramente por un país independiente democrático y republicano.
Por no extenderme más en detalles poco relevantes, deseo aclarar que el gobierno español estuvo, inicialmente, dispuesto a enfrentarse al tirano marroquí hasta que le llegaron instrucciones de Henry Kissinger, secretario de Estado de EE.UU. quien dijo claramente que los acuerdos bilaterales de ayuda militar no alcanzaban al territorio del Sahara, por no estar dentro de las fronteras españolas.
Dicho de otra forma, el obsoleto y caduco ejército español no iba a poder contar con la ayuda, absolutamente necesaria, de su aliado yanqui en la defensa del proceso de descolonización del Sahara.
Por tanto, es absolutamente falso que se alcanzara un acuerdo entre Marruecos y España sobre esta cuestión, sino que el gobierno español de entonces, por absoluta cobardía, cedió a las presiones de Estados Unidos, país que no deseaba en absoluto un Sahara libre, democrático y republicano, sino su integración en el reino de Marruecos, fiel aliado de los intereses estadounidense en la zona.
Además, por si lo anterior fuera poco, había importantes intereses económicos en la zona, al existir unas minas de fosfatos muy apetecibles para las empresas de varios países, entre ellos la propia España.
Así pues, España se inhibió vilmente del proceso de descolonización que tenía que haber llevado adelante por mandato de la ONU y, esa responsabilidad, contraída en 1975, sigue aún en plena vigencia. La traición a los saharauis aún está sin reparar.
De lo que resulta que el actual gobierno, todos los anteriores desde ese fatídico año 1975, y los que vengan el futuro, si no hacen nada por resolver esta cuestión, serán responsables de todo lo que suceda en el Sahara Occidental.
domingo, diciembre 13, 2009
SOBRE DEDUDAS Y DEUDORES
Durante su intervención en la última reunión del Consejo Político Regional (CPR) de Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid (IU-CM), celebrado el 11 de diciembre, el coordinador general, Gregorio Gordo, efectuó una afirmación que creo merece un comentario por mi parte a efectos de aclarar lo que considero un importante error.
No intentar, al menos, aclararlo, sería en mi opinión, dar por buena una afirmación que me parece fuera de lugar y que no se ajusta a la realidad de la militancia de IU-CM. Por supuesto, ésta es una opinión absolutamente personal y sólo yo respondo de ella.
Dijo el coordinador que la mayoría de los presentes, tras muchos años de militancia, habríamos recibido posiblemente mucho más de IU-CM, de lo que habíamos aportado y que, por tanto, estamos en deuda con la organización. Sinceramente, me parece una afirmación muy desafortunada.
Podría concluirse que el coordinador considera la participación política como una especie de trueque en el que, a cambio de un determinado compromiso político, más o menos intenso, se espera recibir una especie de recompensa, como podría ser algún cargo institucional o la participación en determinado consejo de administración de una empresa pública, en fin, algún modo de promoción.
Podría entenderse que, al igual que en el caso de la derecha pura y dura, se considera el ejercicio de la política como una especie de asalto a las instituciones, para beneficiarse de ellas a cambio de cierta actividad que llegaría, por el curso de los años, a ser una suerte de profesión: el político.
Es más, esta perversión, está tan arraigada entre los ciudadanos, que se ha llegado a hablar sin el más mínimo recato de “clase política”, de una especie de casta que se dedica a ejercer una función en la que lo importante, no es la voluntad de servicio a los ciudadanía, sino al partido, o peor aún, a una parte de la organización o, mucho peor todavía, al interés propio.
Es precisamente ésta una de las causas de la corrupción del sistema democrático, que nada tiene que ver con las corruptelas, asunto más bien propio del Código Penal, que de la ética política.
A título absolutamente particular puedo afirmar que no estoy en absoluto en deuda con IU-CM, ni esta organización lo está conmigo, porque no considero que mi muy modesta participación en ésta deba situarse en un plano meramente mercantilista (deudor-acreedor). Yo vivo de mi trabajo que está total y absolutamente al margen de mi actividad política. Y así quiero que continúe en el futuro.
Y, aún en el hipotético y muy improbable, por no decir imposible caso, de que algún día llegara a ocupar algún cargo institucional, no sería con IU-CM con quien estaría en deuda, sino con los electores que, con su apoyo, habrían logrado para la organización esa posibilidad. De esta forma considero que tendría que responder ante ellos de mi actividad en IU-CM, que sólo sería el vehículo; una parte de un proyecto político y nunca un fin en su misma.
Atribuyo a la emoción del momento, al sentirse apoyado por la gran mayoría de los miembros del CPR, para encabezar las listas de IU-CM, en las próximas elecciones autonómicas, el lapsus del coordinador, porque, si verdaderamente lo que dijo es lo que piensa, entonces mi sorpresa inicial pasará, a ser una profunda irritación.
Estoy plenamente convencido de que el coordinador de IU-CM desmentirá, lo antes posible, esa declaración desdichada y demostrará con los hechos que quien milita en IU, lo hace de forma absolutamente desinteresada y por un consciente compromiso con un modo ético y filosófico de entender no sólo ya la política, sino la vida.
No intentar, al menos, aclararlo, sería en mi opinión, dar por buena una afirmación que me parece fuera de lugar y que no se ajusta a la realidad de la militancia de IU-CM. Por supuesto, ésta es una opinión absolutamente personal y sólo yo respondo de ella.
Dijo el coordinador que la mayoría de los presentes, tras muchos años de militancia, habríamos recibido posiblemente mucho más de IU-CM, de lo que habíamos aportado y que, por tanto, estamos en deuda con la organización. Sinceramente, me parece una afirmación muy desafortunada.
Podría concluirse que el coordinador considera la participación política como una especie de trueque en el que, a cambio de un determinado compromiso político, más o menos intenso, se espera recibir una especie de recompensa, como podría ser algún cargo institucional o la participación en determinado consejo de administración de una empresa pública, en fin, algún modo de promoción.
Podría entenderse que, al igual que en el caso de la derecha pura y dura, se considera el ejercicio de la política como una especie de asalto a las instituciones, para beneficiarse de ellas a cambio de cierta actividad que llegaría, por el curso de los años, a ser una suerte de profesión: el político.
Es más, esta perversión, está tan arraigada entre los ciudadanos, que se ha llegado a hablar sin el más mínimo recato de “clase política”, de una especie de casta que se dedica a ejercer una función en la que lo importante, no es la voluntad de servicio a los ciudadanía, sino al partido, o peor aún, a una parte de la organización o, mucho peor todavía, al interés propio.
Es precisamente ésta una de las causas de la corrupción del sistema democrático, que nada tiene que ver con las corruptelas, asunto más bien propio del Código Penal, que de la ética política.
A título absolutamente particular puedo afirmar que no estoy en absoluto en deuda con IU-CM, ni esta organización lo está conmigo, porque no considero que mi muy modesta participación en ésta deba situarse en un plano meramente mercantilista (deudor-acreedor). Yo vivo de mi trabajo que está total y absolutamente al margen de mi actividad política. Y así quiero que continúe en el futuro.
Y, aún en el hipotético y muy improbable, por no decir imposible caso, de que algún día llegara a ocupar algún cargo institucional, no sería con IU-CM con quien estaría en deuda, sino con los electores que, con su apoyo, habrían logrado para la organización esa posibilidad. De esta forma considero que tendría que responder ante ellos de mi actividad en IU-CM, que sólo sería el vehículo; una parte de un proyecto político y nunca un fin en su misma.
Atribuyo a la emoción del momento, al sentirse apoyado por la gran mayoría de los miembros del CPR, para encabezar las listas de IU-CM, en las próximas elecciones autonómicas, el lapsus del coordinador, porque, si verdaderamente lo que dijo es lo que piensa, entonces mi sorpresa inicial pasará, a ser una profunda irritación.
Estoy plenamente convencido de que el coordinador de IU-CM desmentirá, lo antes posible, esa declaración desdichada y demostrará con los hechos que quien milita en IU, lo hace de forma absolutamente desinteresada y por un consciente compromiso con un modo ético y filosófico de entender no sólo ya la política, sino la vida.
miércoles, diciembre 09, 2009
POR AMINETU HAIDAR
Los hijos de Aminetu Haidar han realizado un llamamiento urgente "a la infancia y a la conciencia humana" para que apoyen a su madre y para que ésta pueda volver a su lado. El texto, escrito con letra redonda de colegial en un papel cuadriculado, está fechado ayer en El Aaiún y dice lo siguiente:
En mi nombre, Hayat El Kossimi, hija de Aminatu Haidar, de 15 años de edad, y en nombre de mi hermano, Mohamed el Kossimi, de 13 años de edad, lanzo una llamada urgente a todos los niños del mundo entero para que nos apoyen y, al mismo tiempo, lanzo nuestra llamada a todas las mamás para que apoyen a nuestra madre, una madre separada de sus dos hijos y que está en huelga de hambre desde hace 22 días, para que ella pueda regresar a nuestro lado y podamos vivir juntos en paz.
"Es doloroso para mí y para mi hermano enterarnos hoy (ayer) de la mala noticia de que hoy nuestra querida mamá ha decidido dejar de tomar sus medicamentos, ya que es peligroso para ella".
"Ayudad a nuestra querida mamá, evitad la tragedia que va a repercutir negativamente en nuestra situación física y psíquica". El texto acaba con una frase en la que la letra va aumentando de tamaño hasta convertirse en un grito:
"¡QUEREMOS EL REGRESO DE NUESTRA MAMÁ!".
En mi nombre, Hayat El Kossimi, hija de Aminatu Haidar, de 15 años de edad, y en nombre de mi hermano, Mohamed el Kossimi, de 13 años de edad, lanzo una llamada urgente a todos los niños del mundo entero para que nos apoyen y, al mismo tiempo, lanzo nuestra llamada a todas las mamás para que apoyen a nuestra madre, una madre separada de sus dos hijos y que está en huelga de hambre desde hace 22 días, para que ella pueda regresar a nuestro lado y podamos vivir juntos en paz.
"Es doloroso para mí y para mi hermano enterarnos hoy (ayer) de la mala noticia de que hoy nuestra querida mamá ha decidido dejar de tomar sus medicamentos, ya que es peligroso para ella".
"Ayudad a nuestra querida mamá, evitad la tragedia que va a repercutir negativamente en nuestra situación física y psíquica". El texto acaba con una frase en la que la letra va aumentando de tamaño hasta convertirse en un grito:
"¡QUEREMOS EL REGRESO DE NUESTRA MAMÁ!".
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